jueves, 1 de diciembre de 2016

BLOG DE HISTORIA FAMILIA RODRÍGUEZ DE AZERO









BLOG DE HISTORIA DE LA FAMILIA RODRÍGUEZ DE AZERO:




En este cuadro puede apreciarse la casa solariega de los Rodríguez de Azero en Arico El Nuevo, en el patio que pertenece actualmente a la casa de los herederos de "Tío Paco" (de Francisco Rodríguez de Azero y Salazar). Esta casa había sido construida por sus cuartos abuelos Paula de Torres y Morales y Bartolomé Delgado Mexías, tras contraer matrimonio en 1773. En la partición de 1965 la casa se divide entre los hermanos Alonso y Francisco (Paco). Alonso recibe parte de la casa habitable (que había sido de la tía Paula Peraza y Mejías), Paco otra parte (de la tía Rosa P. y M.) que incluía el antiguo salón y la cocina, y además oficinas, bodega y cuadras de camellos (también la casa y finca de Mogán, actual parque eólico de Endesa en Arico), y José (Pepe) la que fuera vivienda del encargado principal Manuel del Amo Lorente (esta casa había sido comprada en 1905 por Martín R.A. Díaz-Llanos a su pariente Juana Peraza y Peraza, que era su tía segunda y estaba viuda de Federico Jordán González, junto con la parte alta de la casa del Porís y otras fincas). Esta casa de los de tío Pepe le habría tocado a Bartolomé Peraza y Mejías, hermano de Ana, de Rosa, de Paula, etc,...y padre de la citada Juana Peraza Peraza. A Mercedes le tocaron las casas de La Vinculación también en Arico El Nuevo (que Martín Rodríguez de Azero Delgado había comprado a un pariente ausente en Venezuela - el patio de abajo - al no tocarle ninguna casa allí En Arico a su mujer Ana Peraza y Mejías. Su hijo Martín RP compraría el patio de arriba y haría el muro de cerramiento de toda la casa) y la casa de El Porís de Abona (que compró una parte - la más cercana al mar - en 1877 Martín Rguez. Peraza y otra en 1905  su hijo; y más adelante heredarían sus sobrinos Tabares de Nava. Esta casa y su solar provenía de los Torres Trinidad o Delgado-Trinidad, familia materna de Juana Peraza y Peraza. Quizás por Delgado-Trinidad, segundo apellido de la madre). A Blanca le tocaron las casas de El Camino Real en Fasnia (ésta es la que le había tocado a Ana Peraza y Mejías) y de Los Majuelos de Güímar (comprada por Martín Rodríguez Delgado. Ambas casas, al igual que las de Arico El Nuevo, se encontraban a pie del antiguo camino real que recorría el sur de la isla).


Copia del cuadro, que está en la parte de los de Tío Paco, dado que el cuadro original les tocó en la partición a los de Tío Alonso. 

El cuadro es de 1910. Las dos señoras sentadas son Blanca Salazar y Oráa (Tata) y tía Mencía del Hoyo-Solórzano y Hernández Román (cuñada de tata y mujer de Emilio Salazar y Oráa). Tata es la de la derecha, con el embarazo más avanzado.
Ambas en estado,  Tata de José R.A. Salazar y Mencía de Alonso Salazar del Hoyo (de mayor Conde de Siete Fuentes)..José (Pepe) nació en diciembre de ese año 1910 y Alonso Salazar en abril de 1911. 
La que está asomada en la ventana es Rosario, una antigua empleada de la familia.
El sentado en la silla con las piernas estiradas es Martín R.A. y Díaz-Llanos (Totito).
El señor de la puerta de entrada es el padre de Tata, Alonso Salazar y Bérriz, el apoyado en la columna es tío Emilio Salazar y Oráa, en la puerta del comedor tío Alonso Salazar y Oráa (soltero y con 22 años en esta fecha del cuadro; que casó con avanzada edad con María del Carmen de Prat y Tabares de Nava, nacida en 1908. No tuvieron descendencia; y él falleció a los pocos meses de la boda. Chiche fue la que había insistido en que casaran tras muchos años de vivir juntos, para que corrigieran la situación antes de "rendir cuentas") Ambos eran lógicamente hermanos de Tata.
Los niños son de izquierda a derecha son los cuatro hermanos mayores R.A. Salazar:
Blanca (nacida en 1902), Mercedes (Chiche, nacida en 1904) ,Martín (1907) y Alonso (1908).
El hermano menor, Paco R.A. Salazar, nació en 1916, cinco o seis años después del cuadro.






Otros enlaces de interés:

PINCHAR AQUÍ PARA VER FOTOS ANTIGUAS DE EL PORÍS Y ARICO (CONTRASEÑA:FAMILIA)




Juana Peraza y Peraza, era hija de Bartolomé Peraza y Mejías (1812-1873) y de la prima hermana de éste Juana Peraza y Torres (hija de Marcos Peraza y Ayala y de Juana de Torres y Trinidad o Delgado-Trinidad). Bartolomé fue hermano de la abuela de Martín Rguez. de Azero y Díaz-Llanos, luego su hija Juana era tía segunda de Martín. Juana casó en Arico con Federico Jordán y González, propietario natural de Los Silos, quienes se establecieron primero en el pueblo natal de ella, trasladándose años más tarde al de su marido (seguramente este fue el motivo de las ventas de todas sus propiedades en Arico a Martín Rodríguez de Azero en 1905), donde le sorprendió prematuramente la muerte, tras haber fundado ambos la ermita de Ntra. Sra. de Lourdes del caserío de Tierra del Trigo, que fue inaugurada en 1908. 





GALERÍA FOTOGRÁFICA DE ANTEPASADOS:



MARTÍN RODRÍGUEZ DE AZERO Y DÍAZ-LLANOS (1879-1942). 
SU APODO FAMILIAR FUE "TOTITO"
Nació en la casa solariega de Arico El Nuevo. En su partida de nacimiento puede leerse que le pusieron el nombre de Martín Antonio José. Como político conservador, fue vocal del Cabildo de Tenerife al constituirse en 1913, vicepresidente del mismo en los años 1916 y 1917 y diputado a Cortes por el Hierro de 1921 a 1923. Además de su dedicación precoz y continuada en la política, también destacó en los campos de la cultura, de lo social, de lo agrícola, del turismo, etc,... El Gobierno de S.M. el Rey Alfonso XIII le otorgó en 1910 la Gran Cruz del Mérito Agrícola. Vicedirector de la R.S. Económica de Amigos del País de Tenerife, miembro del Instituto de Estudios Canarios, Presidente de la asociación de Amigos del Puerto, Presidente de la Junta de Turismo de La Laguna, Presidente de varias secciones en el Ateneo de La Laguna, etc... Según su biógrafo Marcos Guimerá Peraza, estuvo presente en todas las iniciativas patrióticas que se produjeron a lo largo de su vida (en las que donó de su propio peculio importes económicos muy considerables), y sus extraordinarias dotes de simpatía y gracia le granjearon extensas amistades en todos los campos. 

Cuadro en broma que le entregan sus amigos o parientes sureños en 1907, que trasluce el futuro prometedor e influyente que se le adivinaba. Firman Ulises Guimerá Tejera, Eloy Sansón, Ramón Peraza, Nicolás Redecilla, Agustín Piñol Riera (¿mando de la Guardia Civil de Santa Cruz?), Celedonio (no especifica apellido),...





Foto aportada al blog por 
Concha Marina Rguez de Azero y del Hoyo, año aproximado de 1910. Aparte de Totito (traje blanco), también están reconocidos en la foto Ulises Guimerá Tejera (en la graciosa posicíón de piernas abiertas) y Arístides Guimerá Castellano (sentado primero a la izquierda). Ambos primos Guimerá tienen botas de montar a caballo, lo cual revela el medio de transporte utilizado para llegar a Arico (seguramente desde las Vegas de Granadilla).





Carta de diciembre de 1920 que le envía Félix Benítez de Lugo, diputado por Tenerife, comunicándole sin ambajes su enorme satisfacción por su elección como Diputado de El Hierro y agradeciéndole que en su momento hiciera posible la suya como diputado de Tenerife, jurándole lealtad y eterna amistad. Eso explica por qué en esos años Félix Benítez de Lugo fue el impulsor de las iniciativas que Martín le proponía para Arico y para otros municipios del sur de Tenerife, así como para otros asuntos del Puerto de Santa Cruz de Tenerife.

En Arico llegó a tener 2916 ha. (182 fincas de 1.126 ha. y otras 2 fincas en la cumbre de 1.790 ha.), en Fasnia 53 fincas de 155 ha., en Güímar 31 ha. y en Granadilla 55 parcelas de una extensión de 62 ha. (en total 292 fincas de unas 3.133 ha. a las que habría que añadir algunas no amillaradas), además de otras propiedades en otros lugares de la isla (principalmente en Santa Cruz y en La Laguna). En 1931 había adquirido las dos fincas en la cumbre de Arico de 1.790 hectáreas. En los años 30 del siglo XX fue el segundo propietario agrícola con más superficie de Tenerife, después de la Fyffes Company, pero no el más importante; dado que lo fue Sixto Machado Pérez, seguido de los marqueses de Villafuerte. En sus desplazamientos al sur solía parar en el desde entonces denominado Mirador de Don Martín. También hay que hacer una mención especial a su encargado general y persona de confianza Manuel del Amo Lorente, que había conocido en la Península (con motivo de la enfermedad de su hijo Martín) y que se vino a vivir para siempre a Tenerife para trabajar para él (y aquí reside su descendencia).

Sus hijos, los hermanos Rodríguez Salazar, en 1946 solicitaron y obtuvieron del Ministerio de Justicia que se restituyera su apellido a la antigua denominación de Rodríguez de Azero, que hasta su sexto abuelo Cristóbal Rodríguez de Azero y Román venía así utilizándose. 


Detalle de la partida bautismal en 1716, en la parroquia de la Peña de Francia en el Puerto de la Cruz,  de Lorenzo José Rodríguez y Acuña en la que se indica que su padre se apellidaba Cristóbal Rodríguez de Azero y Román. Documento aportado por Leopoldo Tabares de Nava´y Marín.



En la partida de nacimiento de Martín Rodríguez Díaz-Llanos se añadió la corrección que modificaba su primer apellido a Rodríguez de Azero, así como a sus ascendientes en dicho apellido; aunque no lo hubieran usado así en vida. Documento aportado por Paco Rodríguez de Azero y Machado.



Martín Rodríguez de Azero Díaz-Llanos de niño.

Foto enmarcada en casa de los herederos de tío Paco.

Otra foto de niño






Biografía realizada por Marcos Guimerá Peraza


Palacete Rodríguez de Azero en San Cristóbal de La Laguna, construido por Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos en 1910, y diseñado por el arquitecto Mariano Estanga y Arias-Girón. Fue construido en la huerta de la Casa Contreras en la c/San Agustín nº3. En lo que se conoció como "la obra" debido a que Amaro González de Mesa y Rodríguez-Felipe (sobrino de Amaro Pargo) y sus sobrinos nunca llegaron a terminar la edificación, aunque había empezado como para un palacio y llegó hasta la altura de los balcones. Los nietos de Amaro González de Mesa, habían vendido de varias veces, entre 1838 y 1859, la casa y la huerta a Luciano Sánchez y Sánchez, padre de Inocencia Sánchez del Castillo y abuelo de Inocencia Galindo Sánchez, que fueron quienes vendieron tanto la casa Contreras como "la obra" a Mercedes Díaz-Llanos y a su hijo Martín Rodríguez de Azero, el cual derribó todo lo edificado en "la obra" y construyó la  casa; que es actual sede del Casino.




Esta casa en la calle San Agustín, 3-5 de La Laguna la compra ya viuda María Mercedes Díaz-Llanos junto con su hijo Martín en 1906, dos años después de la muerte de Martín Rodríguez Peraza. Con toda probabilidad movida por la intención de estar cerca de sus hermanas Leoncia - casada con José Oramas Bello -, María del Rosario - casada con Francisco Pérez Martel - y Andrea - casada con Miguel Martín Neda-. Las casas de dichas hermanas estaban en la calle Nava y Grimón, a pocos metros de la calle San Agustín, o en todo caso cerca de la nueva adquisición. 

Este Francisco Pérez Martel (cuya casa fue la actual de Ramón González de Mesa y Machado en la calle Nava y Grimón) es de quien proviene el uso de este nombre en la familia Rodríguez de Azero, desde que fue padrino de Francisco Rodríguez de Azero y Salazar, primero en la familia bautizado con su nombre.








Casa de la Finca de la Costa en Santa Cruz de Tenerife, donde falleció Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos. Le había sido legada por su tío abuelo Juan Cumella (aunque la primera propiedad de la finca le venía a Juan por su mujer Felipa González Delgado, como luego veremos). 


Juan Cumella Monner 

La Finca de La Costa estaba situada en Santa Cruz de Tenerife. https://es.m.wikipedia.org/wiki/Juan_Cumella_Monner.
A la muerte de Juan Cumella en 1898, sin hijos (al menos reconocidos, si atendemos al libro "Las lágrimas de Cummella" de Benito Pérez Armas de 1925, donde le asigna la paternidad fuera de matrimonio de una tal Rosaura), la finca (y la casa, que ya existía y que había reconstruido en 1892, siendo el arquitecto Miguel Pintor) la heredó su sobrino nieto Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos (1879-1942), a sus 19 años de edad. Parece ser que en esos años la relación entre Juan Cumella y Martín Rodriguez Peraza era ya algo tirante, pero no así con su hijo (version más oficial: por desavenencias de índole política. al haber sido ambos miembros destacados del partido conservador. Versión más plausible: porque los testamentos tanto de Felipa - que falleció primero - como de Juan favorecieron a su hijo y no a él). La casa existió hasta los años setenta del siglo XX, donde actualmente se encuentra el edificio Ipanema, en Tome Cano. Y una parte del paseo de olivos de la finca se conserva hoy en día en los jardines del Edificio América, junto al muro que lo separa de la Comunidad Santiago.

Fotos aéreas de la finca de La Costa, cedidas 
para este blog por Augusto Machado Tabares de Nava.

Foto aérea que existe actualmente en la pared de una Clínica Dental en la Rambla Avenida de Asuncionistas.


Cumella había comentado en carta de 7 de julio de 1892: «Estoy derribando toda la casa de La Costa por amenazar ruina». Ahora el día 19 le informa que la está reedificando bajo la dirección del arquitecto Miguel Pintor: «La que se fabrique será igual (...). Toda con piedra viva y cal y arena, sin una cesta de tierra». 




    Transcripción de un apartado de la herencia de Juan Cumella, donde lega la casa de La Costa a Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos, aunque la mayor parte de su herencia fue para los hijos y nietos de sus hermanos, y para otras personas. La mujer de Juan Cumella, Felipa Atanacia González Delgado, fue hermana uterina de Martín Rodríguez Delgado, abuelo de Martín Rodríguez (de Azero) y Díaz-Llanos. Su madre Antonia Delgado y Meneses había casado con Salvador Cayetano González y Hernández (nacido en 1768) tras quedarse viuda de Martín Rodríguez Castellano, abuelo de Martín Rodríguez Díaz-Llanos, como luego se verá. 
       Esta finca y casa de la Costa la aportó en parte Felipa al matrimonio alrededor de 1860 (fecha de la partición de los bienes de su madre). Esa primera parte la había comprado su madre Antonia Delgado Meneses, ya viuda de su segundo marido Salvador González, y de dos veces; en 1839 y 1840. Así, Felipa aportó aprox. un tercio de la finca y el resto lo compró Juan Cumella a Diego de Cubas en 1869 y a Domingo Remon y Real en 1870, hasta los 69.815 m2, mejorando en general la finca y añadiendo acciones de agua para el riego de la misma).
    También aportó Felipa al matrimonio (sociedad conyugal) la casa en la calle del Castillo, nº 3, pero ya desde que casaron en 1840, ya que Josefa la había heredado de su padre Salvador Cayetano González en la partición de éste de 1832. Salvador había comprado esta casa en 1817, tras regresar definitivamente a Tenerife (con 49 años) tras muchos años comerciando presumiblemente en Estados Unidos, donde amasó un importante capital (regresó con muchas onzas de oro acuñadas, con las cuales debió de comprar muchos inmuebles, bienes, pagar los gastos durante muchos años. Durante sus últimos 15 años de vida padeció de muy mala salud - impidiéndole  incluso ser capaz de firmar su testamento - que no le permitió administrar convenientemente sus bienes sino únicamente consumirlos. En el momento de su partición aún le quedaban casi 200.000 reales en onzas de oro).
    La figura de Salvador Cayetano González Hernández, natural de La Laguna, es importante para la familia Rodríguez de Azero porque, como se verá más abajo en la biografía de Martín Rodríguez Delgado, fue seguramente un impulsor importante de la prosperidad que vendrá a la familia en las siguientes generaciones. En primer lugar, pagó dos años de los estudios de Náutica en Nueva York a su entenado Martín Rodríguez Delgado, lo que introdujo a éste en el mundo del comercio y de los negocios a un alto nivel. En segundo término, legó la mayor parte de su fortuna a su hija Josefa (la particón tiene fecha de 1832), que casó con el industrial Juan Cumella, y casi la mitad de los bienes de la sociedad conyugal de Juan y Felipa acabó herdándola en 1899 Martín Rodriguez de Azero y Díaz-Llanos a sus 20 años de edad (así como la casa de la Costa).
    La Finca de la Costa era por tanto dos terceras partes de Juan Cumella (las había adquirido él) y otro tercio le correspondió a su hermano Federico (por la parte de Felipa, que se la había dejado en herencia), y así fueron adjudicadas en la partición realizada en 1894 de la sociedad conyugal. La parte de Federico terminó en posesión de Juan Cumella, pues le premurió y se la legó a Juan.


    Juan Cumella había sido uno de los grandes propietarios industriales de Santa Cruz de Tenerife, consignatario de buques y cónsul de Dinamarca (esto último desde 1876). Amasó una importante fortuna. Se había establecido en Santa Cruz de Tenerife, junto con su mujer, en 1846, tras un período en que residieron en Marsella, al cuidado de los negocios familiares. Se habían casado en Santa Cruz de Tenerife en abril de 1840. En el libro "Las lágrimas de Cumella" de Benito Pérez Armas insinúa que en sus comienzos hizo mucho dinero con el contrabando de oro. En 1886 ya se acusaba la grave enfermedad de su esposa doña Felipa (cuyo doctor fue Don Víctor Pérez, que no le daba más que un año de vida en carta de 22 de octubre). 


Doña Felipa González Delgado falleció en su casa de Santa Cruz el 22 de enero de 1892. Como heredera de los bienes de sus padres (heredera universal de Salvador Cayetano González en 1832 y de la mitad de los de su madre Antonia Delgado y Meneses), su disposición testamentaria en favor de su sobrino nieto el joven Martín Rodríguez y Díaz-Llanos, en la que le hace heredero universal de la mayor parte de la herencia, adjudicándole más de 600,000 pesetas de la época, una auténtica fortuna (aunque veremos que una cuarta parte la tuvo que ceder a otros herederos en segundo término por temor a que atentaran contra su vida), produjo el distanciamiento de Martín Rodríguez Peraza con Cumella (a él Felipa le había dejado "sólo" 25.000 pesetas). El distanciamiento aludido se produjo, pese a los esfuerzos de amigos comunes por restañarlo (Sansón, Yanes, Leal). 


     Hasta el propio Cumella trata de convencer a Martín R.P. de su imparcialidad y cariño, en carta de 7 de febrero, después de relatar los últimos momentos de doña Felipa, su testamento ante el notario Francisco Rodríguez Suárez (padre del abogado Agustín Rodríguez Pérez) y su muerte a las nueve de la noche, y referirse a la aprobación de la partición en su día (que se otorgaría ante el notario Rafael Calzadilla el 18 de mayo de 1899), le dice:

"Deploro mucho, muchísimo el desprestigio que puede causarte lo relativo a la administración de los bienes de tu hijo, y seguramente que ella no lo comprendió, si [su] estado hubiese permitido hacerle reflexiones, seguramente que no lo hubiera hecho (...). 
Yo siempre te he querido y te quiero, y deseo que me correspondas. Ven con frecuencia, no te ocultes que esto es peor".

Y en otra del día 15 siguiente:

"La difunta habrá sido muy severa, pero tú tienes mucho, muchísimo de que arrepentirte. Con haberte conducido con menos terquedad, más franqueza y más expansión sin faltar a la verdad, todo se hubiera remediado. Créeme, la culpa es tuya y de los que pudieran o deberían haberte aconsejado".

Más adelante, producida la reconciliación, escribiría el 25 de julio:

"Por lo que veo, muchos creen que el testamento ha roto nuestras relaciones, y me lo confirma el artículo de El Criterio y las cartas de Belza. Paréceme conveniente no hacer ninguna demostración para sacarlos de ese error".

El artículo de El Criterio, publicado en el número 21 de 13 de ese mes de julio, se titulaba «Un muerto que resucita... y situaba a Martín «en las soledades de Arico".

Años más adelante se quiso dar a entender que el distanciamiento había sido político y no personal; lo cual fue desmentido por el grupo con servador silvelista, ya enfrentado claramente a Rodríguez Peraza -una vez muerto Cumella- a través de su nuevo periódico, Unión Conservadora (número 4, 21 de abril de 1899.


En este escrito de 1899 también se indica que Juan Cumella ha dejado la casa de La Costa al hijo de Martín Rodríguez Peraza (que aún vivía), o sea, a Martín R.A. y Díaz-Llanos.

Según texto añadido a la partida de nacimiento - existente en el Registro Civil - de Martín R.A. y D-LL, el 27 de febrero de 1899 Martín Rodríguez de Azero Peraza emancipó ante notario a su hijo Martín R.A. y D-LL, autorizándole a administrar por si mismo sus bienes como si fuera mayor de edad (ya tenía 20 años, pero era la legislación del momento).

En la partición de los bienes de Felipa que se correspondían con la hijuela (de la partición en 1894 de la sociedad ganancial) que había quedado en usufructo para Juan Cumella y en propiedad para Martín Rodríguez Díaz Llanos, realizada en mayo de 1899 (tras la emancipación y una vez ocurrida la muerte de Juan Cumella), se cumple la cláusula del testamento de que sea Martín R.A. y Díaz-Llanos el heredero universal, aunque el usufructuario en vida fue su marido Juan Cumella. 

En la cláusula decimo tercera de su testamento indica que "Es su voluntad que si cuando ocurriese la muerte del dicho su esposo (Juan Cumella) no fuere mayor de edad el mencionado su heredero propietario don Martín Rodríguez y Díaz Llanos, los bienes que este adquiriere por el presente testamento, no sean administrados por su padre don Martín Rodríguez Peraza, así como tampoco usufructuados por el mismo, durante la menor de edad de aquel, sino que esa administración la tendrá (...)"

Si Martín era aún menor de edad para administrar estos bienes, el testamente había designado al cuñado Federico Cumella como administrador y. si este muriese, a Antonino Yanes Volcán y a Carlos Díaz Rodríguez. Dado que Federico había fallecido, los administradores pasaron a ser los citados Antonino y Carlos. Pero la emancipación de Martín consiguió que pudiera administrar sus bienes directamente y los administradores cesaron en su función en el momento de la entrega de los bienes a Martín. 

Así, Martín recibió con sólo 20 años, y siendo su padre vivo, una notable herencia por parte de su tía abuela Felipa González Delgado (tasada para la partición en más de 600.000 pesetas de la época; calculo que unos 12 millones de los actuales euros; y siendo una buena parte en metálico) y, además, de su tío abuelo Juan Cumella la importante propiedad de la finca y casas de la Costa (en el actual Tomecano de Santa Cruz de Tenerife, de 69.815 m2, valorada en 121 mil pesetas). 

Una de las cláusulas del testamento de Felipa indicaba que, en caso de fallecimiento sin hijos de Martín, los bienes pasarían a los hijos de Antonino Yanes y de Carlos Díaz. Por temor a que pudieran cometer algún acto contra la vida de Martín, llegaron a un acuerdo con los hijos de los mismos, cediéndoles ciertas propiedades (una cuarta parte de la herencia), a cambio de que renuncien a sus derechos remanentes (herederos en segundo término y bajo esa condición causal).

Los bienes de esta hijuela para Martín R.A.D-LL (finalmente se le adjudicaron por valor de 472.455,43 pesetas, las 3/4 partes) eran los siguientes:
- El efectivo por ella aportado al matrimonio (40.000 pesetas).
- Varias alhajas valoradas en 3.093 pesetas.
- La casa en la calle del Castillo, nº 3, que ella había aportado a su matrimonio. Valorada en 34.000 pesetas, aunque ahora veremos que se vendió en 62.500 pesetas para pagar los gastos y derechos reales de la herencia. Los muebles los recibió Martín, valorados en 5.000 pesetas.
- La cantidad en efectivo de 128.671,38 pesetas. En el momento de la liquidación con Martín, había ascendido a 215.531,58 pesetas.
- Los títulos de la deuda perpetua Exterior al 4% de interés, (...), valorados en 146.089,02 pesetas (aunque su valor nominal era de 200.000 pesetas).
- Los títulos de la renta Perpetua Interior, al 4% de interés, (...), valorados en 96.386,31 pesetas (aunque su valor nominal era de 139.500 pesetas).
- Dos extractos de inscripción de acciones del Banco de España, apreciadas en 27.466,64 pesetas.
- 51 horas ,30 minutos y 8 segundos de la Empresa de Aguas de Güímar, valoradas en 14.927,40 pesetas.
- La casa en la Plaza de la Iglesia, nº 13, de esta capital. Valorada en 20.000 pesetas.
- La casa en la calle Sol, nº 10 (actual c/doctor Allart), también de esta capital. Valorada en 20.000 pesetas.
-  La casa en la calle de La Luz, nº 99 (actual c/ Imeldo Serís en su tramo Barranquillo), de esta  pial. Valorada en 11.250 pesetas.
- 46 pequeñas fincas en la jurisdicción del pueblo de Guía en esta isla. Valoradas en 2.999,37 pesetas. Estos terrenos fueron vendidos.
- Las dotaciones nº 164 y 165 de la Compañía de Hoteles y Sanatorium de La Orotava, con un valor de 800 pesetas.
- La mitad de los créditos concedidos a Felipe Rodríguez Adrián, a Domingo Leal Hernández, a Ana Baute, al ayuntamiento de La Laguna, a expediciones de la Barca Victoria, a José González Hernández, a Rosendo Carrillo, a Wenceslao Leal y Hernández y a Domingo Pérez Acosta. Que fueron valorados en unas seis mil pesetas.
- La mitad de las participaciones que Juan Cumella tenía como socio comanditario en las compañías mercantiles de Miranda Hermanos y de Barrinso y Compañía, así como otras cuentas en dichas sociedades con terceros,... No se valoran por considerarse incrobables o de importes bajos.






Casa en la calle del Castillo, 5en Santa Cruz de Tenerife (esquina con c/San Pedro Alcántara). La había aportado Felipa González Delgado al matrimonio con Juan Cumella, al haberla comprado a su vez su padre Salvador C. González en 1817. Felipa la dejó a su sobrino nieto Martín Rodríguez y Díaz-Llanos, como su heredero universal, pero la casa se enajenó en 1899 para pagar los gatos de la herencia (Juan Cumella había heredado los bienes de Josefa en usufructo, hasta su muerte en 1899).




Casa Contreras en la calle S/Agustín nº3 de La Laguna, conectada interiormente en aquellos años al Palacio Rodríguez de Azero. Esta casa y su huerta había sido comprada por su madre Mercedes Díaz Llanos y por él en 1906, a Inocencia Sánchez del Castillo y a la sobrina de ésta Inocencia Galindo Sánchez. Marcos Guimerá Peraza, sin embargo, indica en su libro que Martín R.P. se instaló en esta casa meses antes de su muerte en 1904, y que falleció en ella. Pero en su certificado de defunción se indica que ya era residente en esa fecha en La Laguna (al igual que su hijo Martín) y que falleció en la calle Nava y Grimón, donde su tenían su residencia varios miembros de su familia política. Así pues, no tengo aún claro en qué casa muríó, pues Agustín Guimerá Peraza por un lado afirma que lo hizo en esta casa pero, por otro, indica que esta casa fue comprada 2 años después por su viuda e hijo.

Más adelante Martín Rodríguez (de Azero) y Diaz-Llanos la regaló a su hija mayor Blanca por su enlace matrimonial en 1928 con Leopoldo Tabares de Nava y Tabares.




Foto en El Porís de Abona, en la festividad de la Virgen de las Mercedes de Abona, alrededor de 1912. Martín está detrás de los caballos, subido en un bidón y con sombrero blanco.



Foto sacada el mismo día, en el interior de la casa de El Porís de Abona. La casa debió haber sido reformada y ampliada poco antes (una parte fue comprada por Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos en 1905 a su tía segunda Juana  Peraza y Peraza, viuda de Federico Jordán González (y prima hermana de su padre; y otra parte - la más cercana al mar - ya la había comprado en 1877 su padre Martín R.A. y Peraza a Domingo Pérez Acosta, quien la había construido tras cederle los terrenos Diego Torres Trinidad).

Juana Peraza y Peraza, era hija de Bartolomé Peraza y Mejías (1812-1873) y de la prima hermana de éste Juana Peraza y Torres (hija de Marcos Peraza y Ayala y de Juana de Torres Trinidad). Bartolomé era hermano de la abuela de Martín Rguez. de Azero y Díaz-Llanos, luego su hija Juana era tía segunda de Martín. Juana casó en Arico con Federico Jordán y González, propietario natural de Los Silos, quienes se establecieron primero en el pueblo natal de ella, trasladándose años más tarde al de su marido (seguramente este fue el motivo de las ventas a Martín Rodríguez de Azero en 1905), donde le sorprendió prematuramente la muerte, tras haber fundado ambos la ermita de Ntra. Sra. de Lourdes del caserío de Tierra del Trigo, que fue inaugurada en 1908. 

El tarajal que aparece en la foto (y que existió hasta los primeros años del siglo XXI) probablemente había sido plantado recientemente en una reforma integral de las casas antiguas, integrándolas en una sola casa con patios y con una terraza hacia el mar. La niña sentada en la primera fila a la derecha es Blanca Rodríguez de Azero Salazar, nacida en 1902. También están los niños Martín (1907), Alonso (1908) y Mercedes (1904) R.A. y S. Por eso se puede fechar la foto alrededor de 1912.

1ª fila (sentados en el suelo): Martín y Mercedes R.A. y Salazar, José Oramas y Díaz-LLanos y Blanca R.A. y Salazar.

2ª fila (sentados de izquierda a derecha siempre): Leoncia Díaz-LLanos y Oramas, Francisco Herráiz Malo, Mercedes Díaz-Llanos y Oramas, Blanca Salazar y Oráa con su hijo Alonso R.A. y Salazar, Rosario Díaz-Llanos y Oramas y el administrador José Albertos Rodríguez
3ª fila: Candelaria Oramas y Díaz-LLanos, Dolores Oramas y Díaz-Llanos, Fernando Oráa y Trujillo y Ulises Guimerá Tejera.
4ª fila: Federico Varela, el párroco D. Esteban, Antonio Oramas y Díaz-Llanos y José Tarifa Tejera. 
5ª fila: Leoncio Oramas y Díaz-Llanos, Martín R.A. y Díaz-LLanos y ??.






Casa de El Porís de Abona, cuyas primeras edificaciones habían sido compradas en 1877 por Martín R.A. y Peraza (a Domingo Pérez Acosta) y en 1905 por Martín R.A. Díaz-Llanos, este último a su pariente Juana Peraza y Peraza, viuda de Federico Jordán González, junto a otras propiedades. La casa seguramente fue entonces notablemente ampliada y reformada en profundidad.



Martín Rodríguez en la playa de La Punta de Abona, junto con otros miembros de su familia.


En Madrid, Martín R.A. y D-LL con el también diputado Andrés Arroyo y González de Chaves.



Martín Rodríguez (de Azero) y Díaz-Llanos, junto con otros políticos tinerfeños, en la comisión conservadora que partió a Madrid en junio de 1911 para defender la capitalidad única de Santa Cruz de Tenerife frente a la división provincial pretendida por Las Palmas de Gran Canaria.

Martín R. D-LL. en carta de 4 de marzo de 1911 a Maura, es repuesta al requerimiento de éste para que apoye la candidatura del Conde de Torrepando, le dice: "No estamos en condiciones para afrontar una lucha con éxito porque desde que murió mi tío el Sor. Cumella está desorganizado en Tenerife el partido conservador, y la obra destructora de doce años no puede reconstruirse en unos cuantos días".



Primer Cabildo de Tenerife, en 1913, en el cual Martín R.A. y D-LL fue consejero durante diez años, labor que tuvo que abandonar al ser elegido a Diputado a Cortes. Y compaginándolo con la dirección compartida del partido conservador de Tenerife, como miembro destacado de su Directorio.


En enero de 1916 fue designado Vicepresidente de la Comisión Permanente del Cabildo.



Este documento fue escrito en aquel año de 1909 por el Director General de Obras Públicas Julio Burell dirigido a Félix Benítez de Lugo (político tinerfeño del partido conservador, por quien lleva nombre la plaza de Arico El Nuevo).Este lo reenvÍa a su compañero de siglas Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos (también político conservador), verdadero impulsor de esta iniciativa de construcción del puerto en el Porís de Abona. Al MORET al que se refiere (cuando Félix escribe a mano "Querido Martín: Desesperado ante la locura de Moret, le quiere y abraza su afectuoso y amigo...) es Segismundo Moret, político liberal y presidente del Consejo de Ministros, después de Maura y antes de Canalejas.

Por último, cuando Burell firma el escrito escribe antes "s.s   q.b.s.m.", que significa "seguro servidor que besa su mano"...





Este escrito de 1921 está firmado por el Ministro de Fomento José Maestre Pérez, que además fue ese año Gobernador del Banco de España. Está dirigido a Félix Benítez de Lugo, quien se lo reenvía a Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos, verdadero impulsor de esta iniciativa del camino vecinal de Arico a su puerto.
Ese año de 1921 o, mejor dicho, en las elecciones para diputados del 19 de diciembre de 1920, fueron elegidos diputados por Tenerife Félix Benítez de Lugo, Tomás Salazar y Cólogan y Andrés Arroyo y González de Chaves. Martín Rodríguez y Díaz-Llanos salió diputado pero por El Hierro
 Por último, cuando Maestre firma el escrito escribe antes "s.s   q.e.s.m.", que significa "seguro servidor que estrecha su mano"...


Otros ejemplos de iniciativas de Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos para impulsar el progreso de Arico y los municipios limítrofes, con las limitaciones de esa época. En el documento anterior de 1918 se le comunica que se le ha concedido a su nombre y el de dichos pueblos las escuelas de Arico y Fasnia. Cabe añadir que durante décadas hospedó gratuitamente al maestro de Arico en la casa de la Vinculación en Arico el Nuevo.


En esta carta fechada en 12 de octubre de 1918, de Félix Benítez de Lugo a Martín R.A. y D-LL, le anuncia la creación de las escuelas de Arico, Fasnia y Güímar, a raíz de las gestiones realizadas por el primero a instancias del segundo.

En enero de 1918, es decir, unos meses antes, no habían podido ver cumplida, por falta de presupuesto, la solicitada construcción de las escuelas de Arico, Fasnia y Güímar. 

En junio de 1918 se conceden los créditos extraordinarios necesarios para las carreteras.

En este documento de junio de 1918 de Félix Benítez de Lugo también informa del crédito concedido para carreteras, así como respecto a la obra del embarcadero en Güímar, cuyo expediente está también gestionando. Al final de la carta hace el siguiente comentario respecto a las iniciativas que están teniendo lugar en Gran Canaria: "Hay que pensar seriamente en los de Canabó?, imitando los llamados requerimientos de Tenerife la conducta de los titulados colegas y correlegionarios de Las Palmas, que le están dando gran camelo, pero sacando el Puerto, mientras los nuestros se contentan con pedir la gran cruz para Marti !!!!!!!! ¡Cuándo aprenderemos lo mismo!"


Su amigo diputado Félix Benítez de Lugo le informa en octubre de 1920 que se aprobó el trozo de carretera general del sur que va de Granadilla a San Miguel, cuyo encargo había recibido de Martín Rodríguez de Azero, propulsor de la iniciativa.




Tomás Salazar y Cólogan, también diputado por Tenerife, gestiona para Martín Rodríguez de Azero varias iniciativas del sur de Tenerife, como la que en este escrito se refiere por ejemplo a la intención de conseguir financiación para la total reconstrucción de la iglesia de Fasnia.


Otra iniciativa de Tomás Salazar y Cólogan, de la que informa a Martín, para traer trigo y maíz de Argentina, en agosto de 1918..


Carta del diputado a Cortes Rubens Marichal, dirigida a Martín Rodríguez en noviembre de 1934 como presidente de la Asociación "Amigos del Puerto" de Santa Cruz de Tenerife.

Ejemplos de cartas que recibió como Presidente de la Junta de Turismo: del Gobernador Civil, del Hespérides Sporting Club, del del Dean de la Catedral y del Ateneo de La Laguna, 



Encargo que realiza Martín Rodríguez Díaz-Llanos de un VAPOR (el Esperanto) desde Santa Cruz al Porís de Abona, para que asistan los "romeros" de la fiesta de las Mercedes en septiembre de 1920. La ida para el día 23 y la vuelta para el día 24 por la tarde. El coste del del billete fue de 10 pesetas.




OTRO DE LOS VAPORES (LA AMELIA) QUE FRECUENTABA EL PUERTO DE EL PORÍS (MUELLE GRANDE). Era propiedad de la familia Castellano, que llevaba varias generaciones en el negocio del transporte marítimo. 



En 1926 el Círculo de Bellas Artes le pide ayuda económica para ayudar al pintor Francisco Bonnin.


Hipoteca de 500 pesetas que concedíó Martín Rodríguez Díaz Llanos al Casino de La Laguna en agosto de 1929. Con el tiempo (varias décadas después, en los años setenta) la sede del Casino se mudaría a su propia casa en la calle Nava y Grimón de La Laguna. 




Foto de Martín Rodríguez (de Azero) y Díaz-Llanos el 23 de diciembre de 1929, en un banquete en el Hotel Quisisana de Santa Cruz, con motivo de la llegada del primer vuelo Madrid-Tenerife (desde Getafe) del piloto Ernesto Navarro (en primera fila con gafas), junto al alcalde del Puerto de la Cruz Isidoro Luz Cárpenter y a Antonio Lara Zárate (que pocos años después sería ministro de la II República). Foto Adalberto Benítez. Archivo López Solas-Fernando de Ory. Antes 








La imagen corresponde a la llegada de un avión trimotor Ford de la compañía CLASSA, al campo de aviación de Los Rodeos, el 22 de mayo de 1930. Las autoridades tinerfeñas recibieron con gran entusiasmo este primer vuelo regular procedente de Getafe y escala en Casablanca y agasajaron a la tripulación e invitados con una excursión por la isla y un banquete de gala ofrecido en el hotel “Orotava”, de la capital tinerfeña, seguido de una sesión artística en el Teatro Guimerá.

En correspondencia a estas atenciones, al día siguiente el avión realizó un vuelo de cortesía con un grupo de invitados sobre las Cañadas del Teide. A los mandos se encontraban José María Ansaldo y Eduardo Soriano, los mecánicos Cayón y Álvarez y el operador radiotelegrafista Nájera. Entre los pasajeros figuraban Ernesto Navarro, representante del Consejo Superior de Aeronáutica y César Gómez Lucía, delegado inspector de CLASSA.



Unos años antes, el 30 de enero de 1924 dos aviones Breguets del ejército español habían aterrizado en Arico en EL Bailadero, en los alrededores de la casa del Caminero (solar propiedad de Totito). Otro tercer avión, hidroavión, había aterrizado en la bahía de Santa Cruz de Tenerife. A los aviadores y autoridades se les obsequió con un espléndido banquete en la casa de Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos (Totito) en Arico El Nuevo. Finalmente los dos aviones fueron desmontados (uno de ellos había sufrido desperfectos en el aterrizaje) y enviados de vuelta a la Península en barco. El hidroavión regresó en vuelo a Sevilla. 

«A las 12 y 13 minutos del 30 de enero de 1924 volaban, por primera vez sobre la capital de Canarias, los intrépidos aviadores del Ejército español que ha realizado el raid Larache-Canarias». Este fragmento forma parte de la crónica que La Prensa ofreció a sus lectores hace un siglo para festejar la primera gran hazaña aérea registrada en las Islas. Aquel día las tripulaciones militares de dos Breguet XIV-A-2, bautizados con los nombres Archipiélago canario y Tenerife, y del hidroavión Dornier Wall-W-3, con la inscripción Melilla grabada en su fuselaje, culminaron un desafío de más de 1.500 kilómetros y casi un mes de duración.


El comandante Guillermo Delgado Backembury recibió el encargo de completar la misión y fue el responsable de reclutar a las tripulaciones. Una de sus primeras decisiones fue enviar, en los últimos días del mes de noviembre de 1923, un falucho [barco de pequeñas dimensiones y que tiene un mástil muy inclinado hacia proa] con herramientas, repuestos y combustible a Las Palmas y Tenerife.




Martín Rodríguez de Azero en los años 30 del siglo XX fue Presidente de la Asociación de Amigos del Puerto de Santa Cruz de Tenerife.

Martín Rodríguez Díáz-Llanos participó en casi todas las iniciativas hidráulicas de su época en Tenerife, aprovechando las nuevas leyes que permitían la explotación privada de los nacientes. Así, en 1909:

Copia del documento original que certifica la cesión a la Sociedad de Aguas Río y Badajoz que hace Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos de la concesión que había solicitado a título particular para el alumbramiento de aguas en el barranco de Badajoz de Güímar.

El documento dice así: "Certifico; Que en el libro de actas de las Juntas Generales de adulados que lleva esta Sociedad, se halla la siguiente que copiada a la letra, dice así: "En la Villa de Güímar a catorce de noviembre de 1909, reunidos en la sala de sesiones, siendo las cinco de la tarde, los Señores adulados de la Sociedad de Aguas de esta localidad, que al margen se expresan, con el fin de celebrar Junta de primera convocatoria, el Sr. Presidente declaró abierta la sesión leyéndose el acta de la anterior, que fue aprobada, firmándola con los adulados presentes que a ella habían concurrido. A continuación se dio lectura a la cita y el Sr. don Martín Rodríguez y Díaz-Llanos, previa la venia del Presidente manifestó: Que tiene solicitado en el Gobierno Civil de la provincia se le conceda el alumbramiento de aguas subterráneas en el barranco de Badajoz en este término municipal, y afluentes de dicho barranco, que al hacer dicha solicitud fue su ánimo ceder la concesión a esta Sociedad por creerla con mejor derecho que un particular cualquiera al aprovechamiento de las aguas en aquel punto pudieran hacerse surgir a la superficie, y que por ello solicitó la reunión de esta Junta para proponerle dicha cesión. Puesto el punto a discusión y después de haber deliberado convenientemente, se acordó por unanimidad aceptar la cesión indicada, oséase la del derecho que el Don Martín ha ejercitado para que se le conceda el alumbramiento de las referidas aguas, tributándole por ello las más expresivas gracias; y que toda vez que la Sociedad no tiene conocimiento del proyecto presentado por dicho Sr., se nombre una comisión compuesta de tres accionistas de los más conocedores del sitio donde los trabajos se proyectan, para que en unión del mismo Sr. Rodríguez de la persona de quién él quiera asesorarse y de un técnico que la misma comisión designe, hagan un estudio lo más detenido posible de dicho proyecto, y si del examen que hicieren encontrasen la conveniencia de hacer en él alguna modificación, harán la que acordasen, para lo cual quedan autorizados sustituyendo el don Martín su anterior proyecto por el que resulte de las modificaciones acordadas, y retirando aquel si fuere preciso, según fuere más fácil y hacedero para la tramitación del expediente. Acordose asimismo que una vez obtenida la concesión por el citado Don Martín, éste hará formal cesión   y traspaso de la misma a favor de esta Sociedad a lo cual queda solemnemente comprometido como ella se compromete por su parte, por ser condición impuesta por aquel, a comenzar los trabajos de explotación cuando más tarde a la mitad del plazo que el Gobierno señale a dicho fin, debiendo continuarlos con la mayor actividad posible. Y por fin procediéndose al nombramiento de las personas que han de componer la comisión de que se ha hablado anteriormente, fueron por unanimidad designados los Sres. don Gumersindo García Rodríguez, don Ignacio González García y don Juan Jorge Cartaya, los cuales aceptaron el cargo. En este estado manifiesta el Señor don Martín Rodríguez que retiraba los poderes que tiene dados a terceras personas para que lo representen en las Juntas de esta Sociedad, e interesaba que en lo sucesivo se le hicieran las citaciones a su encargado en esta villa don José Díaz Rodríguez, acordándose así por los concurrentes. Y no habiendo otros asuntos de que tratar se dio por terminada esta Junta levantándose la presente acta y firmando los que saben hacerlo. Hay un sello que dice: Sociedad de aguas de los nacientes Río y Badajoz - Güímar - Tenerife . Siguen las firmas. 
Está conforme con su original a que me refiero. Y a petición del accionista don Martín Rodríguez y Díaz-Llanos, expido la presente con el VºBº del Sr. Presidente en la Villa de Guímar a 18 de noviembre de 1909.
VºBº El Presidente Tomás Cruz Rodríguez   , también firmado por Gonzalo Rodríguez Díaz como secretario.  

En 1913 se hace acta haciendo constar el resultado del aforo, realizado por el técnico del Ministerio de Obras Públicas Luis Díaz de Losada y García ante el notario Diego Wood y Melián, que fue de un impresionante caudal de 76,43 litros/segundo; es decir, 275.148 litros/hora o 6.603.552 litros/día.

    Carta con fecha de 13 de noviembre de 1910 del técnico de la Jefatura de Caminos, Canales y Puertos Luis Díaz de Losada a Martín Rodríguez Díaz-Llanos, acerca del proyecto de extracción de aguas de los manantiales de Las Vegas y del barranco de las Colmenas, que confluyen en el barranco del Río de Arico. La carta dice así: "Querido amigo: Dispénseme que no le haya escrito dándole cuenta de haber recibido el vino y el vinagre a la vez que las gracias por ambas cosas que son, como no podía esperar menos, excelentísimas.
    Si no he cumplido este elemental deber ha sido porque no he tenido tiempo para nada desde que llegué.
    Bástele saber que yo tiene el delineante en su poder los planos de detalle y el escribiente la parte escrita del proyecto y que además anoche llegaría a Güímar el proyecto por D. Arturo Ballester y las solicitudes correspondientes.
    Creo que me he portado con arreglo a las circunstancias.
    Con esto queda contestada parte de la suya del 10 que recibí ayer.
    Ahora mismo le escribo en la oficina porque ayer pensaba hacerlo en casa y no tuve tiempo.
En el plano general, sin embargo, falta situar los manantiales de Las Vegas que yo no llegué a ver.
    Es indispensable hacerlo porque está dispuesto que se sitúen todas las fuentes que existan en la zona y el no hacerlo podría dar un vicio de nulidad al expediente, y mucho más ahora que en Madrid están hilando delgado en esta materia.
    Yo creo que V. sabrá el punto aproximado en que están estos manantiales, pero si así no fuera, mande V. que midan la distancia que hay desde la confluencia de los barrancos de Las Colmenas o Riachuelos y el Río hasta dichos manantiales.
    La distancia que se necesita es la que va de puntos en el croquis este.
    Si no hay tiempo de que la midan, infórmese ahí de los más conocedores del terreno para que, por comparación con otras distancias conocidas de V. poderlo deducir.
    El proyecto del trozo nº8 está adelantadísimo y a pesar de los minuciosidades saldrá muy pronto. Ahora va de veras.
    Afectuosos recuerdos para todos y muy especialmente para su Sra. y Candelaria (Lolita II), tanto míos como de Trini y mis hermanos, y V. sabe cuánto le aprecia su buen amigo. Firmado: Luis Díaz de Losada.

Para la finca y casa de La Costa en Santa Cruz de Tenerife tenía 4 horas de agua diarias de la Sociedad de Aguas del Barranco de Santos.

En 1926 el marqués - consorte - de Villafuerte (Luis López de Ayala y Burgos), principal propietario platanero particular de las islas (Fyffes era la principal compañía), alerta de Martín Rodríguez Díaz-llanos de que el Gobierno quiere suprimir la Real Orden (ley de aguas) que había venido permitiendo la explotación privada de los nacientes. 

La carta dice lo siguiente:
"Mi distinguido amigo: Hace un par de días estuvo aquí Alonso [cuñado de Martín] a enseñarme su telegrama y quedó en averiguar qué días recibía Guadalhorce para ir juntos a verle. Hoy recibo su carta y le haré un poco de historia del asunto, aunque de algunas cosas quizás esté enterado.
Todo el invierno pasado me lo pasé escribiendo a Canarias para ver si conseguía que viniese una comisión para tratar del asunto de las aguas pero no en el plan de decir que lo que pasa allí es absurdo sino demostrando la serie de atrocidades que se comenten y trayendo un plan bien estudiado para modificar la actual ley de aguas. No sé si por tratarse de aguas lo oyeron como quien oye llover y no he tenido más éxito de palabra este verano tanto que parece que la cosa ni les interesa ni es asunto de gran trascendencia para ellos.
Sabía por buenas referencias que el Ministro, encontrando la R.O. un poco fuerte y prohibitiva, se hubiera prestado a una variación razonable y bien argumentada, pues estaba en este asunto en las mejores disposiciones, danto siempre toda clase de garantías a los dueños de aguas alumbradas pero dando facilidades a los uqe tratasen de alumbrarlas sin perjuicio de los actuales dueños. Han desperdiciado una ocasión que creo difícilmente se volverá a presentar.
En el verano, no sé si por su propia iniciativa o a petición de alguien se ha tratado de anular la R.O. y el proyecto era hacer una especie de tribunal parecido a los que rigen en las huertas de Murcia y Valencia, cosa que si caesa en buenas manos sería idela pero, en cambio, se puede dar muy bien el caso que los que compongan ese tribunal fueran partes interesadas en nuevas galerías a explotar. Ya se puede figurar a lo que todo esto se presta con las moralidades que nos gastamos en Canarias.
Ahora llevamos las de perder pues llamado el Gobernador de Madrid para informar en los asuntos de Caanarias le harán en cuanto diga más caso a él que a Alonso y a mí, sin gran fuerza para ellos y es más, creerán o que informamos en contra por enemistad personal o por propio egoísmo y convenirnos la R.O. No es por esto decirle que no quiera ir a a ver si algo se consigue pero si le digo que así como en otras ocasiones he ido con fe, en esta, sabiendo que el Ministro quiere suprimir la R.O. y además pinchado por el Gobernador, tengo el completo convencimiento que vamos al fracaso y nada hemos de conseguir. Será quizás uno de los que más paguen las consecuecuencias en esto pero así como podré decir que ha sido por desidia de aquella gente no me podrán decir en cambio que no he visto venir las cosas y quería poner el remedio.  
Ya sabe y le repito que haré cuanto pueda en el asunto aunque sea triste saber que nada vamos a sacar en limpio.
Disponga siempre que su afmo. y buen amigo s.s.   q.e.s.m. El marqués de Villafuerte

En carta el 16 de octubre de 1926 de Alonso Salazar de Frías y Oráa (1888-1955; que casó con Mª del Carmen de Prat y Tabares de Nava), que residía esos años en Madrid,  le escribe a su cuñado Martín Rodríguez Díaz-Llanos  lo siguiente: 
"Querido Martín. Recibí tu carta y mucho he sentido el fallecimiento de tu tía Dolores (e.p.d.) y me hago cargo habrán tenido un verdadero disgusto. 
Martiniles (hijo mayor de Martín) continúa bien, pues tuvo una pequeña crisis nerviosa, pero lo metí en la cama un par de días y se le pasó. Hace dos días le pusieron la primera inyección del tratamiento mercurial, haciéndolo con la medicación de Rismundo; Vamos a ver si responde la enfermedad a este tratamiento. 
Mucho he celebrado que al fin traca haya hecho la caca y espero me digas si la caca ha sido de importancia y si ofrece algún porvenir. 
Tan pronto recibí el otro día el telegrama cifrado por Emilio (Salazar y Oráa, su hermano) y por ti me entrevisté con Villafuerte, el que me dijo que tenía la impresión de que echarían abajo la Real Orden que garantiza a los propietarios de aguas y convenimos en ir pasado mañana a visitar al Ministro de Fomento para pedirle que aplace la reforma que quieren hacer en la ley de aguas, hasta tanto que de ahí envíen una ponencia que le sirva como elemento de estudio para dicha reforma, que creo que va a ser parecida a la de los Consejos de la huerta de Valencia. 
Así que una vez que visitemos al Ministro te lo comunicaré con lo que nos hayan dicho y vosotros entonces debéis serviros ahí y hacer la ponencia y creo también que serviría de extraordinaria importancia que acordaseis soltar reservadamente algunas pesetas para apoyar esa ponencia; pues estoy más que convencido que las cosas como se sacan adelante son con pasta, puesto que se trata de chacales. 
Esto de las pesetas se lo dije a Villafuerte y le pareció muy bien y al hombre a quien creo que se le puede con habilidad ofrecer y obtener un resultado práctico es a Delgado Barreto. 
Esto como comprenderás te repito que hay que hacerlo con una gran reserva. Ahora yo no tengo inconveniente en servir de intermediario en lo que pueda facilitando; pero debéis hablar con la gente de la Orotava y dirigiros para esos menesteres a Villafuerte y entonces yo ayudaré a Villafuerte para que la cosa tenga un resultado práctico; pero en forma de que no deje lugar a duda mi intervención; pues me sería muy doloroso de que pudieran tener la más ligera sospecha de que yo era capaz de meterme algo en el bolsillo en esto que llaman algunos negocio. 
He visto al Gobernador y observo es un gran pastelero y ya para otro correo te escribiré algo sobre todo esto. 
Les expreso mi agradecimiento por lo del crédito del Banco; cuya orden no la ha dado todavía esa sucursal.
Y con un apretado abrazo para todos...Alonso.

En el  año de 1930, respecto al canal de Araca-Portezuelo:

Entrevista en La Prensa el domingo 7 de diciembre de 1930 a Martín Rodríguez Díaz-Llanos. Transcribo el texto completo, para destacar su interesantísimo contenido y porque son muy ilustrativas las respuestas acerca del carácter del personaje:
"La cuestión hidráulica en la isla. Hace tiempo que tenía propósito de tratar el tema. y cuando Ossorio y Gallardo me manifestó su asombro sincero ante la ímproba labor realizada en Tenerife para el aprovechamiento del agua, este propósito anterior se agudizó.Sabía que don Martín Rodríguez era persona competente y entusiasta en este asunto, y a él me dirigí, solicitando detalles. Don Martín pidió aplazamiento. Que se ha ido prolongando hasta hoy. En estos días, acaso por el agua que ha caído de arriba, volvió la idea a exigirme atención. Y volví a importunar a don Martín:
- Oiga. Que dentro de cien años seremos todos calvos. ¿Cuándo hacemos eso?
Y aquí estamos.

El acueducto Araca-Portezuelo

- Hombre-me contesta don Martín. Ahora, sí. Ya podemos hablar con más amplitud. Aunque con estas lluvias ya parece demasiado tratar aguas, voy a complacerle.
- Venga.
- Precisamente en estos días se ha terminado el acueducto de la sociedad "Araca-Portezuelo", que conduce las aguas de los nacientes de Araca.
- ¿y eso qué es?
- Casi nada. Un acueducto que parte del Paso de los Campos, en Igueste de Candelaria, y llega al Portezuelo y Cruz Chica, en La Laguna, con una longitud de veintitrés kilómetros. Tiene, además, dos ramales: uno del Portezuelo a Tejina, de cinco kilómetros, y otro de la Cruz Chica a la Costa del Valle Guerra, de igual longitud, poco más o menos, con un total de treinta y tres kilómetros de acueducto, quedando por construir un ramal que enlace con la red de acueductos de Santa Cruz.
- ¿Tiene mucha cabida? 
- Usted juzgará. El acueducto general tiene capacidad para 24.000 pipas cada veinticuatro horas, y los dos ramales para doce mil. Con esta cantidad de agua se riega una extensión de terreno considerable: Igueste, parte de Candelaria, Barranco Hondo, El Chorrillo, El Tablero, Cuevas Blancas, Taco, Costa de Santa Cruz, medianías de La Laguna, Tejina y Valle Guerra.
- ¿Nada más?- interrogo un poco burlón.
- Sí, todavía más. Hay un ramal en proyecto hasta Tacoronte y tal vez Sauzal, por una sociedad distinta. Y en Santa Úrsula se está organizando una nueva empresa para construir otro ramal que enlace con el acueducto general.
- A este paso, ese acueducto va a dar la vuelta a la isla.
- Probablemente. En el valle de La Orotava hay elementos de gran prestigio que tienen interés en llevar el agua del Valle de Güímar, y no sería difícil que construyeran un ramal de enlace. Y sería el ideal. Hacer un acueducto que fuese como un cinturón, y que rodeara la isla de Tenerife, como lo tienen en la Madera (Madeira).
- ¿Y por qué no lo hacen?
- ¡Oh, qué más quisiéramos todos! Pero eso ya entra casi en los terrenos de la fantasía.

Dificultades y ayudas

- Pero ese acueducto, por lo que oigo, es una obra formidable. Habrán tenido que vencer muchas dificultades, ¿no?
- Ya lo creo. Dificultades de todos los órdenes. Obstáculos de todas clases. Ahora bien: el calificativo de formidable me parece exagerado. Pero una obra muy importante, sí. Ha sido preciso construir un túnel de 150 metros en los montes de Igueste; un puente con columnas de cemento armado de siete metros de altura, en el barranco de Arafo; otro en el barranco de la Parra, con columnas de nueve metros; un sifón de 640 metros de longitud en Barranco Hondo, con tubos de treinta y dos centímetros de diámetro, y otro de Bilmaje, de 134 metros y un diámetro de cuarenta centímetros. Todo esto en un terreno muy abrupto en su mayor parte.
- ¿Y algún obstáculo de otra índole?
- Ha habido propietarios que han puesto impedimentos para el paso del acueducto por sus fincas, retardando las obras algún tiempo. Pero esto ha sido compensado con la facilidad prestada por otros, especialmente por los propietarios cruzados por los ramales.
- Oiga, don Martín. ¿Y todas estas dificultades las ha vencido usted sólo?
- Ni mucho menos. Gracias a la eficaz ayuda de mis compañeros de Junta. Todos han contribuido con entusiasmo y acierto a la mejor solución. Además, es forzoso reconocer la cooperación importante de los técnicos socios de esta empresa. Y así, todos unidos, hemos podido terminar la obra.

Acueductos y pantanos

Yo vuelvo a acordarme del acueducto de circunvalación. Y de que don Martín me hablaba con verdadero entusiasmo. Y pienso en los pantanos, de los cuales no me ha dicho una palabra. Y le pregunto:
- Al parecer, es usted muy amante de los acueductos. ¿Y de los pantanos? ¿No cree usted en su importancia?.
- No creo en los pantanos, primeramente, porque aquí no hay cuencas de gran amplitud. Pero no es este el mayor inconveniente. Por ejemplo, en el Sur de la isla, que es donde indudablemente son necesarios, por la gran escasez de agua, no pueden construirse, porque dada la constitución de nuestro suelo, esencialmente volcánico, sería de resultados negativos.
- ¿Cómo, cómo?
- Claro. Suponiendo que se encontrase cuenca adecuada para un embalse, sería muy difícil que la permeabilidad del suelo garantizara el almacenamiento de las aguas sin las importantes pérdidas por filtraciones que la práctica ha demostrado en otros embalses construidos. Pero todavía existe una dificultad mayor. La escasez de lluvias en aquella comarca, que haría imposible que los depósitos de gran cabida se llenaran suficientemente. Esto también lo ha comprobado la experiencia pues a veces pasan períodos de algunos años casi sin llover.
- Y entonces, ¿qué cree usted más beneficioso en la zona del Sur?
- Construir un canal de doble capacidad que el de Araca-Portezuelo, que, partiendo desde Güímar, donde recogiera las aguas sobrantes de los nacientes de Los Huecos, La Laja, Río, Izaña y algún otro que pudiera alumbrarse, tanto en aquel valle como en el trayecto que recorriera el canal, cruzara por El Escobonal y jurisdicciones de Fasnia, Arico y Granadilla, y llegase, en San Miguel, a la la red de acueductos que domina los magníficos terrenos de las costas de aquella jurisdicción y Arona, pudiendo prolongarse desde este sitio a Adeje y Guía de Isora. Esta obra puede decirse que está ya en marcha. La atarjea de Güímar al Esbonal, que ya llega a La Medida, es el comienzo. Esta atarjea permite que se le adose, con poco coste, el gran acueducto proyectado, que puede construirse con capitales del país, sin necesidad de la ayuda del Estado, que trae siempre complicaciones.
Don Martín se extiende en razonamientos, que yo me veo forzado a dejar para la próxima edición.

Luis Alejandro. Tenerife, diciembre de 1930.











Homenaje que le rinde el Instituto de Estudios Canarias en el libro o revista Tagoro 1, de 1944.


Homenaje que le rinde el Instituto de Estudios Canarias en el libro o revista Tagoro 1, de 1944.



BLANCA SALAZAR DE FRÍAS Y ORÁA (1884-1969). 
Su apodo familiar fue "TATA".


Segunda de tres hermanos, nació en La Laguna y contrajo matrimonio en 1901 en la Catedral de dicha ciudad, a los 16 años de edad. Sus otros dos hermanos no tienen actualmente sucesión. 


Alonso Salazar con sus hijos Blanca (1884-1969) y Alonso (1888-1955) Salazar y Oráa



Blanca Salazar y Oráa de niña


En la casa de los de Tío Paco puede verse esta composición donde se enmarcan juntas las fotos de niño tanto de Martín como de Blanca.







El matrimonio de Blanca y Martín con su hijo mayor Blanca, nacida en 1902. La foto podría ser de aproximadamente 1905.

Foto del mismo día que la anterior (1905 aprox.). Totito tenía unos 26 años. En una finca que podria ser Mogán o Siverio, ambas en Arico, o La Costa en Santa Cruz. El que parece un encargado (con las manos en los bolsillos) podría ser José Albertos (que hasta tiene una calle en El Porís). El chico con una mano en el bolsillo y la otra arriba en el chaleco es Alonso Salazar y Oráa.


Imagen coloreada ampliada

BLANCA SALAZAR DE FRÍAS Y ORÁA









FOTO REALIZADA APROX. EN 1913/14.









Martín (Totito) y Blanca (Tata) 
con sus nietos Blanca y Alonso.




Mercedes Díaz-Llanos y Oramas con 
sus nietos Mercedes (Chiche) y Martín.

Tío Pepe, niño, junto a su 
abuelo Alonso Salazar y Bérriz



Pintura de 25 de junio de 1910 en el patio de abajo
 de la Vinculación. La señora en la escalera es Tata. Algunos detalles son recreaciones, no la realidad exacta.


Pintura de 10 de septiembre de 1910 en 
el patio de arriba de la Vinculación. En esta pintura las recreaciones y licencias creativas que se permite el pintor son mayores. 



Documento de 1914 donde Martín Rodríguez Díaz-Llanos cuenta su intención de comprar en Madrid un piano manubrio (sistema bombilla) para el casino denominado "Círculo Agrícola" o "Buphian Club", instalado en la parte de abajo de la Casa de la Vinculación - Arico el Nuevo. Dice que el piano (el nº 8 del catálogo) cuesta 700 pesetas y se vende en la fábrica de pianos de Juan Calles y Hermanos, situada en Ronda de Toledo, 4 - Madrid. También quiere que le envíen una colección de láminas que ha comprado para el Círculo Agrícola, por mediación de Manuel Delgado.


























 

Libro de José Fernando Rodríguez de Azero y del Hoyo (nieto número 10 de 26) contando las vivencias familiares en La Laguna y Arico. Editado en 2011. Título: "26. Una mirada al pasado".









Foto en la finca de Guajara de Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos

01. Sin identificar
02. Guadalupe Salazar del Hoyo. Hija de 18+25
03. Carmen Gutiérrez Salamanca y Ossuna. Hermana del 5 e hija de 13+19.
04. Carmen Loño Estanga
05. Emilio Gutiérrez Salamanca y Ossuna. Hermana del 3 e hijo de 13+19.
06. Sin identificar
07. Mercedes Rodríguez de Azero Salazar. Hermana de 11 e hija de 14+15.
08. María Sánchez Ascanio. Hija del 21.
09. Sin identificar
10. Sin identificar
11. Blanca Rodríguez de Azero Salazar. Hermana de 7 e hija de 14+15.
12. Sin identificar
13. Guillermina Ossuna y Ascanio. Casada con 19 y madre de 3 y 5.
14. Blanca Salazar y Oráa. Casada con 15.
15. Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos. Casado con 14.
16. Pino Castro y Ascanio
17. Sin identificar
18. Mencía del Hoyo Solorzano. Casada con 25
19. Emilio Gutiérrez de Salamanca y Salazar. casado con 13 y padre de 3 y 5.
20. Candela Castro y Ascanio
21. Juana Ascanio Montemayor. Hermana de 27.
22. Concha Castro y Ascanio, casada con 23
23. Elicio Lecuona y Diaz, casado con 22
24. Sin identificar
25. Emilio Salazar, conde de Sietefuentes, casado con, 18 y padre de 2
26. Maria Castro y Ascanio
27. Fernando Ascanio Montemayor. Hermano de 21. 


Foto en la terraza de la casa del Porís de Abona en septiembre de 1946.

La misma foto con las etiquetas de las personas localizadas.





Foto en la casa de La Costa en 1938, con Blanca R.A. embarazada de Merceditas. A sus pies está Mª Candelaria Tabares de Nava y R.A. (Lala). Leopoldo Tabares de Nava Tabares (Papá Polo), de pie con gafas y manos en la espalda, murió algo más de dos años después de esta foto (de tuberculosis, en 1941). Junto a Blanca del Hoyo (a la izquierda sentada) está Elena R.A. del Hoyo. Delante de Blanca Salazar y Oráa está Blanca Tabares de Nava R.A. Junto a ella, y sentada en la mesa, está Blanca R.A. del Hoyo. Tras ellos, Martín Rodríguez (de Azero) y Díaz-Llanos (Totito) sujeta en brazos a Francisco Tabares de Nava R.A. Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos falleció en marzo de 1942 en esta casa de la Costa (unos tres años después de esta foto), a los 63 años de un derrame cerebral.

De izquierda a derecha: Blanca Tabares de N. y R.A., Leopoldo Tabares de N. y R.A., Lala Tabares de N. y R.A, Francisco Tabares de N. y R.A., Blanca R.A. y del Hoyo y Elena R.A. y del Hoyo.


De izquierda a derecha: Isolina Gallardo Izquierdo (niñera en estas fechas, criada en la familia desde su infancia. Su padre era el encargado de la Hacienda de Las Palmas de Anaga. Falleció el 3 de noviembre de 1993, ya nanogenaria. Residió en sus últimos años en la casa de Blanca Tabares de Nava y R.A., siendo muy querida y miembro de hecho y muy respetado de la familia Tabares de Nava), Lala Tabares de N. y R.A. sobre las piernas de Mercedes R.A. y Salazar. Detrás Francisco Tabares de N. y R.A. en brazos de Blanca Salazar y Oráa, de pie detrás Blanca R.A. y Salazar, en el cochito Elena R.A. y del Hoyo, de pie detrás Martín Rodríguez y Díaz-Llanos y en la bicicleta Martín Tabares de N. y R.A.



 De izquierda a derecha (en la casa de La Costa): María la niñera, entre los niños Blanca T.N., Blanca R.A. y Elena R.A. Francisco T.N. en el cochecito (junto a Mercedes R.A., Blanca Salazar y Blanca R.A.), Martín R.A. y -LL, Lala T.N. sentada delante y también Martín T.N.


Las ñiñeras son de izquierda a derecha son: Isolina (con Francisco Tabares de Nava en sus brazos), María la niñera (que estaba en la casa de Blanca del Hoyo Machado y Pepe Rodríguez de Azero) y María "Lanana" (no se sabía muy bien si por nana o por enana), entre Martín R.A. y Blanca Salazar.




María la niñera dando al biberón a Blanca R.A. del Hoyo, y a Blanca T.N. y R.A.
Detrás, Blanca Salazar y Oráa con su mirada característica.









Foto de Merceditas Tabares (de Nava) y Rodríguez (de Azero), que falleció de  meningitis en abril de 1941 sin haber cumplido los 3 años (un mes después de fallecer su padre Leopoldo de tuberculosis, a los 50 años de edad). Este duro golpe afectó especialmente a sus tíos Mercedes Rodríguez de Azero y Salazar y su marido Fernando Beautell Meléndez, que habían ejercido prácticamente de padres de Mercedes desde que nació, y que sufrieron una profunda depresión y se aislaron durante meses en la casa de Arico El Nuevo. Incluso el obispo Fray Albino, gran amigo del matrimonio, se trasladó a acompañarles durante varias semanas. Durante su estancia el obispo concibió la idea de la obra de las torres con estilo arabesco en la ermita de Arico El Nuevo, que fueron a continuación construida pero demolidas algunas décadas después por el Cabildo de Tenerife (durante esa obra de restauración general de la ermita, en los años 90 del siglo XX, las misas se celebraron durante varios años en el salón de la casa de la Vinculación, cedido para ello por la familia). Y antes de que se cumpliera otro año, en marzo de 1942, murió Totito (Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos), a los sesenta y tres años, inesperadamente, de un derrame cerebral. Fueron aquellos unos años aciagos y tristes para la familia.






Con algunos de sus nietos.
Foto de los 21 nietos nacidos hasta ese momento, alrededor de Blanca Salazar ya viuda. 1951.

Foto realizada el mismo día que la anterior, a juzgar por
 las ropas, que son las mismas. Fecha: 1951. En la casa de la Costa (en el actual Tome Cano) en Santa Cruz de Tenerife.


Foto de algunos nietos en la Plaza del Adelantado de La Laguna, con Isolina y otra niñera llamada María.



Blanca Salazar y Oráa junto al obispo Domingo Pérez Cáceres. Al otro lado del obispo se encuentra María Cullen y Lugo, mujer de Gaspar de Ponte Méndez. Aparecen miembros de las familias R. de A. Salazar, R. de A. del Hoyo, R de A. Machado, Ponte Cullen, Ponte Machado. También Guadalupe Salazar y su marido Francisco de Sixto, Elena Machado (madre de Ramón González de Mesa), Eladia Machado (madre de Carlos Schoenfeldt), Pedro del Castillo, Juan Cólogan y los hermanos/as Machado Brier.


77 Cumpleaños de Tata el 28 de agosto de 1961. La casa de La Laguna aún era de la familia, aunque Tata residía normalmente en Santa Cruz.




En la casa del Porís de Abona en los años 60, en la visita de Gaspar de Ponte y Méndez, padre de Beatriz de Ponte Cullen, que casaría en 1968 con Francisco T.N. y R.A.



SIGUIENTE GENERACIÓN: PADRES DE MARTÍN RODRÍGUEZ (DE AZERO) Y DÍAZ LLANOS Y DE SU MUJER BLANCA SALAZAR Y ORÁA.



MARTÍN RODRÍGUEZ PERAZA (1848-1904), CON SU HIJO ÚNICO MARTÍN RODRÍGUEZ DÍAZ-LLANOS. 
SU APODO FAMILIAR ERA "PAPAPÍN".





Nació circunstancialmente en la Hacienda de Las Vegas en Granadilla, que había comprado su padre (1/3 de la hacienda, los otros 2/3 los compró el ex-marino catalán Agustín Guimerá y Ramón) pocos años atrás (su padre había comprado ese mismo año de 1848 una parte de la Casa de la Vinculación en Arico El Nuevo a unos parientes de su mujer, dado que la casa que fue sus suegros en Arico El Nuevo estaba habitada en 1848 aún por todos los hermanos de su mujer, a la cual no le tocó ninguna parte de la casa; sino la de El Camino Real en Fasnia). Fue el único de los hermanos que llegó a la edad adulta (su hijo y su padre fueron hijos únicos. Aunque su padre tuvo una hermana uterina, como luego se explicará), abogado (Licenciado en Leyes por la Univ. de Barcelona) de gran cultura (dominaba el francés, inglés, italiano, griego y latín). 

Casa de Las Vegas en la que nació, en su estado actual, la que se le denomina Casa del Patio Grande. ¿por qué en Las Vegas? Se explicará más adelante en la biografía de su padre, que es quien compra una parte de la Hacienda (del mar a la cumbre) junto al catalán (capitán de barco reconvertido en comerciante y político al asentarse en Tenerife en 1823-24) Agustín Guimerá y Ramón (1796-1874).

Su padre fue Martín Rodríguez Delgado, cuyo retrato y biografía se verán en el siguiente escalón generacional. Su madre fue Ana Peraza y Mejías (o Mexía), cuyo retrato y biografía también se verán.


Martín Rodríguez Peraza cursando sus estudios en Mataró-Barcelona.



Su hermano Álvaro Rodríguez Peraza, cuando cursaba estudios de joven en Mataró- Barcelona, donde falleció a los 14 años (otro hermano también falleció de niño). (Foto Moliné y Albareda).

Foto de ambos hermanos, donde se aprecia 
a Martín como hermano mayor y a Álvaro, que le sujeta la mano.

Retrato de Álvaro que se conserva en el pasillo del piso alto de la casa en Arico El Nuevo de los herederos de Francisco Rodríguez de Azero y Salazar.

Martín Rodríguez Peraza en 1865, trayendo sus libros de la Península a sus 17 años.


 Martín Rodríguez (de Azero) Peraza fue una de las principales figuras políticas de Tenerife de finales del siglo XIX, de la mano, primero del partido liberal de Sagasta y, posteriormente, del conservador de Cánovas del Castillo. Desde corta edad fue a estudiar a Mataró-Barcelona (la huella sin duda de su tío el catalán Juan Cumella, casado con la hermana uterina de su padre) y se licenció en Leyes por la Universidad de Barcelona. Fue una de las personalidades de Canarias con mayor cultura y dominaba los idiomas francés, inglés, italiano, griego y latín. Ya desde su juventud fue nombrado juez municipal de Arico el 11 de junio de 1874 (a sus 26 años); cargo que ejerció desde el 19 de septiembre de dicho año hasta el 30 de julio de 1877; el 21 de mayo de 1877 fue elegido diputado provincial por Güímar (elecciones provinciales); presidente de la Diputación Provincial de Canarias en 1892 y 1896 (cargo que pronto tuvo que abandonar por motivos de salud, estando muy vinculado a esta institución desde 1874 a 1899); diputado por Santa Cruz de Tenerife en 1895; jefe del Partido Conservador en el Sur de la Isla, desde su feudo de Arico; Jefe Superior de Administración Civil y Gobernador Civil interino de Canarias en 1890 y en 1892, en el ínterin entre la salida de uno y la entrada del siguiente; etc,...falleció de euremia a sus 56 años en 1904.


Dueño del diario conservador "La Opinión" desde 1898. Este diario había sido fundado el 5 de abril de 1880,  por Juan Cumella entre otros, y convertido en diario en 1882. Manuel Delgado Barreto, redactor jefe de La Opinión desde 1899, siempre reconoció a Martín Rodriguez Peraza como su maestro en el periodismo e introductor en la casa de La Opinión. Así, escribió: “Desde entonces, él había sido mi consejero más leal, mi único maestro, el que me enseñó a caminar serenamente por estas escabrosidades de la vida, el que me trazó una senda señalándome escollos y abismos, el que me mostró las entrañas de la política y me aleccionó en el trato de los hombres”. Ya separado del diario ratificó este recuerdo sobre sus inicios en el periódico: “aquellos tiempos en que me enseñaba estas cosas del periodismo y de la política un hombre bueno y patriota, mi maestro y amigo inolvidable D. Martín Rodríguez Peraza, que tanta vida infundió a ese periódico

Martín Rodríguez Peraza firmaba generalmente sus artículos en La Opinión con el seudónimo “Guerzordi Azprea”.

 El control que logró Martín Rodríguez Peraza sobre La Opinión forzó al sector pactista del partido conservador a dotarse de un órgano de expresión propio, dando a luz Unión Conservadora, cuyo título estaba en consonancia con el nombre de la agrupación de Silvela. Fueron unos años durísimos políticamente hablando, con noticias que trataban de descalificar a los otros actores y que giraban fundamentalmente en torno al control de los Puertos Francos, que eran el principal negocio de la economía isleña, y al manido “pleito insular”, que tuvo sucesivos envites con las anunciadas supresiones del Obispado de Tenerife y la Capitanía General. La crispación entre ambos periódicos llegó a tal grado que el hermano de Schwartz y Mattos agredió mortalmente al redactor jefe de Unión Conservadora, Patricio Perera Álvarez.

Hay una ruptura temporal entre Juan Cumella y su sobrino político Martín Rodríguez Peraza en julio de 1892, tras producirse un pacto entre Fernando León y Castillo y el grupo conservador que llevaba el diario La Opinión, urdido por Cumella. Pacto que naturalmente combatieron los republicanos, pero con el que no estuvo conforme Martín; que lo desaprobó de un modo terminante retirándose de la política mientras aquel duró. Al menos es fue una de las dos versiones que circularon, pues la otra fue de índole más bien privada y relacionada con la herencia de la mujer de Juan Cumella, Felipa González Delgado, hermana uterina del padre de Martín, que había fallecido en enero de 1892, y que le había dejado fuera de su herencia pasándola a su hijo Martín Rodríguez Díaz-Llanos, menor de edad; de lo cual hizo responsable a Juan Cumella.

La disposición testamentaria de su tía Felipa González Delgado, mujer de Juan y heredera de los bienes de sus padres (el industrial Salvador Cayetano González y Antonia Delgado y Meneses), en favor de su hijo Martín Rodríguez y Díaz-Llanos, produjo su distanciamiento con Cumella. El distanciamiento aludido se produjo, pese a los esfuerzos de amigos comunes por restañarlo (Sansón, Yanes, Leal,...). 

Hasta el propio Cumella trata de convencer a Martín R.P. de su imparcialidad y cariño (en carta de 7 de febrero, después de relatar los últimos momentos de doña Felipa, su testamento ante el notario Francisco Rodríguez Suárez (padre del abogado Agustín Rodríguez Pérez) y su muerte a las nueve de la noche, y referirse a la aprobación de la partición en su día (que se otorgaría ante el notario Rafael Calzadilla el 18 de mayo de 1899), le dice:

"Deploro mucho, muchísimo el desprestigio que puede causarte lo relativo a la administración de los bienes de tu hijo, y seguramente que ella no lo comprendió, si [su] estado hubiese permitido hacerle reflexiones, seguramente que no lo hubiera hecho (...). Yo siempre te he querido y te quiero, y deseo que me correspondas. Ven con frecuencia, no te ocultes que esto es peor". 

Y en otra del día 15 siguiente:

"La difunta habrá sido muy severa, pero tú tienes mucho, muchísimo de que arrepentirte. Con haberte conducido con menos terquedad, más franqueza y más expansión sin faltar a la verdad, todo se hubiera remediado. Créeme, la culpa es tuya y de los que pudieran o deberían haberte aconsejado.

Más adelante, producida la reconciliación, escribiría el 25 de julio:

Por lo que veo, muchos creen que el testamento ha roto nuestras relaciones, y me lo confirma el artículo de El Criterio y las cartas de Belza. Paréceme conveniente no hacer ninguna demostración para sacarlos de ese error.


El artículo de El Criterio, publicado en el número 21 de 13 de ese mes de julio, se titulaba «Un muerto que resucita... y situaba a Martín «en las soledades de Arico".

Años más adelante se quiso dar a entender que el distanciamiento había sido político y no personal; lo cual fue desmentido por el grupo conservador silvelista, ya enfrentado claramente a Rodríguez Peraza -una vez muerto Cumella- a través de su nuevo periódico, Unión Conservadora (número 4, 21 de abril de 1899).

Cuando Cumella estaba recogiendo velas de su actividad política, ante el empeoramiento de su salud, propone - junto con el Comité del Partido, por unanimidad - a Martín R.P. como Presidente del Comité Conservador de Tenerife, Gomera y Hierro y Jefe del Partido, pero Martín - para evitar conflictos con otros pretendientes - preferirá dejar la jefatura conservadora tinerfeña exclusivamente en el Conde de Toreno (que representaba a Cánovas del Castillo), y éste finalmente designa al Conde de Salazar (Esteban Salazar de Frías y Ponte).

El 23 de marzo de 1895 cae el gobierno de Sagasta y entra de nuevo Cánovas. Este nombra Gobernador Civil de Canarias a Antonio Casteñón y Faes, que mantendría excelentes relaciones con Rodríguez Peraza y los conservadores canarios en general. 

    El 2 de noviembre de 1895 reaparece Martín Rodríguez (de Azero) Peraza como diputado electo por Santa Cruz de Tenerife. Y el día 4 es elegido para Vicepresidente de la Comisión Provincial - Presidente de facto -, derrotando a Blas Cabrera y Topham (destacado leonino). Una de las primeras decisiones que adopta la Diputación a solicitud de Rodríguez Peraza es la sustitución del Director de los Establecimientos Benéficos de Las Palmas, Felipe Massieu y Falcón, jefe local del leonismo, aludiendo como motivo sus excesivas ocupaciones, sustituyéndole por el jefe conservador Juan Verdugo y Pestana.

Tanto el Conde del Valle de Salazar (Esteban Salazar y Ponte) como Martín Rodríguez Peraza (por delegación del primero) comandaban estos años el partido conservador de Tenerife.

En 1898, el ámbito político nacional, se consumaría la escisión dentro del partido de Sagasta del grupo Camazo-Maura, el 31 de octubre. Y en el local, se celebran elecciones para diputados provinciales. En ellas triunfaron los liberales antileoninos y los conservadores de Martín Rodríguez (de Azero) y del Conde del Valle de Salazar (Estaban Salazar y Ponte), que hicieron fracasar el "pacto" ente León y Castillo y los conservadores oficiales (silvelistas).

En 1899 en el partido conservador ya se nota el decaimiento, coincidiendo con la retirada de la política de Juan Cumella (que fallecería al año siguiente), la retirada voluntaria de la política del Conde del Valle de Salazar y la grave enfermedad de Rodríguez Peraza. 

El Conde del Valle de Salazar, al decidir retirarse a la vida privada y designar para que ocupe su lugar en la candidatura a Martín Rodríguez Peraza (sobrino político de Juan Cumella), levanta un polvorín en Las Palmas y en el entorno de los conservadores silvelistas de Tenerife, que mostraron su indignación por este cambio no anunciado y se produce la ruptura del partido conservador de Tenerife 

Las explicaciones dadas por el Conde no logran impedir el fraccionamiento, que tiene tintes verdaderamente pasionales. Rodríguez Peraza y el Conde del Valle de Salazar se habían asociado al duque de Tetuán, cabeza visible de los citados “Caballeros del Santo Sepulcro” (tras el asesinato de Cánovas), con gran predicamento en la isla, pero que carecían de la influencia que era capaz de desplegar la Unión Conservadora de Silvela, que pactó con el grancanario Fernando León y Castillo.  

La maniobra tuvo efectos inmediatos en el partido liberal de Tenerife, que también se dividió. El magistrado Domingo Martínez Navarro (hombre de Chasna), Ricardo Ruiz y Aguilar, Constantino Hernández, Juan de Urquía y el general Weyler apoyaron al conservador Rodríguez Peraza, formando una candidatura conjunta con Antonio Domínguez Alfonso. Son los llamados weyleristas. También están Pedro Schwartz y Mattos, Matías G. Molowny y el propio Conde del Valle de Salazar.

En las elecciones del 16 de abril de 1899 resultó elegida la candidatura íntegra de los conservadores silvelistas, protegida por el pacto con Fernando León y Castillo. Quedaron derrotados Rodríguez Peraza (por muy pocos votos de distancia respecto a Imeldo Serís y a García Beltrán) y Domínguez Alfonso (algo más distanciado del resto). En Las Palmas, al saberse la derrota de Rodríguez Peraza, hubo cohetes voladores.   

En una carta de Rodríguez Peraza a Villaverde, ministro de Hacienda, le escribe: "(...) la conducta del Sr. Silvela, que ha entregado a la inexperiencia del Sr. Rancés la política de Canarias, ha obligado al partido conservador, agotados todos los medios de conciliación, a separarse del Gobierno y a formar parte de una coalición regionalista bajo la jefatura del general Weyler, al que debe tanto aquel Archipiélago. Se nos engañaba, se nos perseguía con encarnizameinto después de las elecciones en que tan injustamente fuimos tratados, pretiriéndonos a nosotros conservadores de toda la vida por otros que (...) se llaman tales desde hace pocos meses (...)". 

    El 4 de mayo de 1899 tomó posesión Rodríguez Peraza de su cargo de diputado provincial por el Distrito de Santa Cruz de Tenerife, enfrentándose desde el primer momento - junto con el liberal Pérez Armas y el republicando José Manuel Pulido - con el nuevo presidente, Santiago de la Rosa, destacado pactista, y con Fernando Casabuena, leonino de pro. 

    En las elecciones municipales del 14 de mayo de 1899, triunfaron los de Unión Conservadora y los republicanos; resultando derrotados los conservadores "disidentes" de Rodríguez Peraza.  

    Martín Rodríguez Peraza, desengañado por estos fracasos, marchó de viaje a la Península con su familia a finales del mes de mayo, permaneciendo allí varias semanas. A su regreso no acudió a la Diputación provincial hasta el 10 de diciembre del siguiente año de 1900. Su apartamiento de la política era casi total. 


A partir de ahí los resultados en las siguientes elecciones (últimos años del siglo XIX) no le son favorables al partido conservador liberal. El partido quedará descabezado hasta la irrupción del siguiente generación, en la que se encontrará como figura destacada su hijo Martín Rodríguez Díaz-Llanos.

Centrándonos ahora en otras facetas personales, empresariales o de negocios de Martín Rodríguez Peraza, tanto él, y más bien su padre (Rodríguez Delgado), se dedicaron también a actividades prestamistas, que les generan beneficios en intereses o en cesiones de propiedades antes impagos. 




Isidoro Jordán, en carta de 29 de noviembre de 1897 le escribe lo siguiente: "Muy respetado Sr. mío y querido amigo: El otro día en la costa en donde he pasado una temporadita recibí su grata? por la que me entero del estado de su salud; significarle cuánto siento su desazón lo creo por demás lo mismo que, cuanto deseo se restablezca Vd. inmediatamente de tan pesado padecimiento (...)" 

Falleció en 1904 de euremia, habiendo estado bastante enfermo desde 1897. 

Respecto a La Laguna, es con Martín Rodríguez Peraza con quien comienza la relación de la familia Rodríguez de Azero con la ciudad de los Adelantados, a través de su matrimonio con Mercedes Díaz-Llanos y Oramas, cuyos padres - oriundos de San Juan de la Rambla - se habían afincado allí, al ser su padre designado como regidor o concejal de dicho ayuntamiento. Aunque fue dos años después de su muerte, en 1906, cuando su viuda (para estar cerca de sus hermanas; y también se dice que fue porque Rodríguez Pereza había fallecido en dicha casa) y su hijo compraron la casa de la Laguna en la calle San Agustín, en cuyo solar su hijo construyó y terminó en 1910 el Palacete Rodríguez de Azero (actual Casino). 

El certificado de defunción (certificación del Registro Civil) indica que Martín Rodríguez Peraza, de 55 años, vecino de La Laguna (también indica que su hijo está domiciliado en esa ciudad) falleció en la calle Nava y Grimón (ojo, no indica la calle San Agustín) el 22 de febrero de 1904 a consecuencia de euremia.

Respecto a su vinculación con Arico, compró en 1881 a Domingo Delgado Martín el resto (el patio de arriba con sus construcciones aledañas) de la actual casa de la Vinculación en Arico el Nuevo, por 375 pts, completando sus dimensiones actuales. (su padre había comprado el patio  de abajo en 1848 a unos parientes de su mujer Peraza). Construye en 1902, dos años antes de morir de euremia, la ermita de la Punta de Abona junto al solar de la antigua (incendiada intencionadamente en 1835, quedando en 1850 muy poco de sus ruinas). Su construcción también fue consecuencia de no haber conseguido en esos años la mayordomía de la parroquia de San Juan de Arico, en la que estaba en pugna con otros parientes suyos y a la que tenía derecho. Allí están enterrados actualmente él, sus padres Martín y Ana, y sus descendientes. La familia cedió la ermita a la Diócesis en 1991 (ver escritura de donación en enlaces de interés al comienzo de este blog). 

En 1877 compró a Domingo Pérez Acosta, soltero, de 37 años, dos casas en el Porís de Abona junto a la playa (una de dos pisos de 36 m2, por 300 pesetas, y otra de un piso de 42 m2, por 200 pesetas. Corresponden a la parte de abajo, más cercana al mar, de la actual casa del Porís. Ambas casas habían sido construidas por Domingo en terrenos que para el efecto le cedió Diego Torres Trinidad).



Y también le compró a Domingo la octava parte (2 acciones de 16) de la propiedad de un buque velero tipo pailebot llamado "San Diego de Arico", de 75 toneladas métricas y 17 céntimos que hacen 49 toneladas españolas y 42 centavos. Estas acciones del buque las compró por 2.000 pesetas. 



En una página web especializada puede leerse: "Una de las pocas referencias a los constructores navales la encontramos en el asiento del pailebot San Diego de Arico, de 118.63 toneladas y 20.45 metros de eslora, construido en 1875 en la Playa del Porís de Abona por el maestro carpintero Don Santiago Cabrera." 







MARTÍN RODRÍGUEZ PERAZA (1848-1904)

Martín Rodríguez de Azero y Peraza con su mujer Mercedes Díaz-Llanos y Oramas






Biografía de Martín Rodríguez Peraza, por Marcos Guimerá Peraza.




Otro retrato de Martín Rodríguez de Azero Peraza.

Casa en Imeldo Serís (número 25) donde tuvo despacho, junto a otras personas, Martín Rodríguez Peraza entre 1881 y 1901.



Casa en la actual calle Imeldo Serís (en el número 79) en Santa Cruz de Tenerife, donde tuvo su despacho Martín Rodríguez Peraza en 1901, cuando sus problemas de salud ya le habían abligado a abandonar sus funciones políticas.





El Jefe de la Administración Central de Correos de Santa Cruz de Tenerife (Julio Jiménez) le hace llegar el 1 de enero de 1901 a Martín Rodríguez Peraza la primera carta sellada en la Administración de Correos de Santa Cruz de Tenerife, capital de Canarias, en el siglo XX.



Carta de 21 de junio de 1903, de J. de Arriaga, Jefe de lo Contencioso de la Compañía de Ferrocarril de Madrid Zaragoza y Alicante, dirigida a Martín Rodríguez Peraza, donde, en un último apunte, le informa que no ha podido salir adelante la iniciativa de la carretera a Arico, proyecto que sí logrará impulsar su hijo Martín, en otra época más propicia a estas inversiones.




Casa de la Vinculación en Arico El Nuevo, cuya primera edificación en ese lugar fue realizada por el antepasado Juan Fernández en 1578. 
JUAN FERNÁNDEZ fue un indígena guanche nacido en las cuevas de Icor y primer alcalde de Arico. Hijo de Francisco Fernández y de Juana Fernández. Juana era entenada de Gaspar Hernández o Fernández (el errónéamente identificado como Adjona, último mencey de Abona) al casarse con Catalina Francés (o Francisca).  Contrajo su tercer matrimonio con Ana Berriel, de la familia Berriel "de las Islas", es decir, pobladores de Lanzarote y Fuerteventura, y cuya madre era guanche. JUAN FERNÁNDEZ INICIÓ LA CONSTRUCCIÓN DE LA CASA DE LA VINCULACIÓN EN ARICO EL NUEVO ALREDEDOR DE 1578. Murió en 1597. Su padre Francisco Fernández, "aquejado de una grave enfermedad, al otorgar en Icor su testamento, el 31 de marzo de 1520, deseaba ser enterrado en la Iglesia de Nuestra Sra. de la Luz de los Abrigos de Abona (que es la ermita de Arico El Nuevo, construida desde 1519).". 


Es la primera casa de esta zona de Arico (y en el actual municipio sólo habría casas anteriores en la zona del Lomo de Arico, que a principios del siglo XVI se llamaba los Auchones), anterior al caserío y pueblo actuales, según estudios y averiguaciones realizados por Leopoldo Tabares de Nava y Marín. La casa actual es el resultado de sucesivas reformas y ampliaciones. Martín Rodríguez Delgado compró en 1848 la parte del patio de abajo (y sus construcciones aledañas) a Justo García de Morales (y sus propiedades vinculadas), pariente de su mujer Peraza (en grado de tío tercero o cuarto) y cuyo padre (Pedro García de Morales y Bello) había emigrado a Venezuela, devolviendo, la casa a esta rama de la familia tras 4 generaciones en esa otra línea (en esta época sería su única casa en Arico el Nuevo pues la casa de la familia de su mujer estaba aún habitada por las familias de sus hermanos y hermanas). 

El 15/04/1848, Alfred Diston, como apoderado de Justo García de Morales, ausente en América, en la provincia de Guayana - Venezuela, vende a Pedro Pascasio Perdigón, vecino de La Orotava, todas las propiedades de aquel en Tenerife.

"(...) Y, así mismo, son bienes de esta venta una casa de alto y bajo en el mismo pueblo de Arico, que por carpintería vale noventa y cuatro pesos; y por mampostería sesenta y cinco pesos, un real plata, cinco y medio cuartos.
     Otra que sirve de bodega, contigua a la antedicha, vale diez pesos por carpintería, y veinte y uno por mampostería.
     Otra inmediata que sirve de pajar, que vale por mampostería veinte pesos, y carpintería quince.
     Y la portada once pesos: por carpintería cuatro y siete por mampostería.
     Componiendo el total valor de las casas doscientos treinta y seis pesos, un real plata, y cinco y medio cuartos. Y el de los terrenos mil doscientos dos pesos. (...)"

El 16/11/1848 Pedro Pascasio Perdigón, vecino de La Orotava, reconoce que Martín Rodríguez Delgado, vecino de Santa Cruz de Tenerife, es el verdadero comprador de las propiedades de Justo García de Morales.

El 02/08/1851 Alfred Diston, como apoderado de don Justo García de Morales, otorga finiquito a don Martín Rodríguez y don Pedro Pascasio Perdigón por la venta de sus propiedades en Tenerife. 

Su hijo Martín Rodríguez Peraza compró en 1881 la parte del patio superior de la actual casa a Guillermo Delgado Martín, hasta sus dimensiones actuales, incluso las huertas que lindaban hacia el antiguo Callejón de las Tablas (actual tramo de la Calle Nueva en el lado que da hacia el barranco).

Siendo la casa propiedad de Mercedes Rodríguez de Azero y Salazar, el encargado de confianza Rubén Frías Palenzuela tenía en ella su oficina (que continuó utilizando hasta finales del siglo XX), teniendo su residencia en la calle contigua. Antes de eso, en tiempos de Totito, el encargado de aguas Domingo vivió con su familia en esta casa. En el inicio del siglo XX (y quizás finales del XIX) esta casa sirvió como cuartel de la Guardia Civil y a finales de dicho siglo fue cedido su salón como sala municipal de exposiciones de arte y como templo provisional mientras se reformaba la ermita de Arico El Nuevo. El actual cuarto de guarda toneles de vino fuera de uso (que eran traídos de las casas de arriba) fue utilizado a principios del siglo XX como casa del maestro escuela. La actual cocina fue cedida durante años como venta (comercio) del pueblo.






Ermita de la Punta de Abona

Foto reciente de la Ermita de la Punta de Abona








Lámina de 1815 conmemorativa de la festividad de la Virgen de las Mercedes de Abona, de cuando Francisco Peraza (de Ayala) y Torres era mayordomo (abuelo materno de Martín Rodríguez Peraza), veinte años antes del incendio de la ermita antigua en 1835. Esta histórica lámina se conserva y custodia en la casa de "Tío Paco" en Arico El Nuevo (herederos de Francisco Rodríguez de Azero y Salazar), 



Recreación de la Virgen de la Mercedes de Abona realizada por Domingo Martínez De la Peña en 2011. Donada a la parroquia de Arico El Nuevo, donde puede verse junto a la entrada principal entrando a la derecha. 


Mª DE LAS MERCEDES DÍAZ-LLANOS Y ORAMAS (1852-1930). Su apodo familiar era "MEMÉ".




Natural de San Juan de la Rambla, aunque sus padres se trasladaron a vivir a La Laguna (su padre fue regidor de su ayuntamiento). Residieron en la casa solariega de Arico El Nuevo, aunque también temporadas en Santa Cruz o en la casa en c/San Agustín,3-5 de La Laguna (Casa Contreras). Contrajeron matrimonio en la Parroquia de La Concepción de La Laguna en 1877. Mª de las Mercedes sufrió demencia senil en sus últimos años.
Esquela aparecida en la prensa el 30 de septiembre de 1930


Su padre fue Antonio Díaz-Llanos, cuyo retrato, resumen biográfico y antepasados se verán abajo en el siguiente escalón generacional.

Su madre fue Mª de las Mercedes Oramas Hernández-Bautista, cuyo retrato, resumen biográfico y antepasados se verán abajo en el siguiente escalón generacional.

Mercedes Díaz-Llanos y Oramas en el centro, a la izquierda su hermana Leoncia.







ALONSO SALAZAR DE FRÍAS Y BÉRRIZ (1851-1917). 
EL APODO FAMILIAR PARA ÉL Y SU ESPOSA FUE "BOMBONES". Varias veces concejal y teniente de alcalde de La Laguna. Último de la familia, junto con su hermana Juana, en nacer en el Palacio Salazar de La Laguna, en 1851. En 1899 vende a Tomás Bello Gómez la histórica casa de los Soler en Vilaflor y la práctica totalidad de las propiedades que aún conservaba en dicha localidad (unas 300 ha.).


Palacio Salazar, donde nació
en 1851 Alonso Salazar de Frías y Bérriz


Casa de Soler en el casco de Vilaflor, 
junto a la parroquia.
Pinchar aquí para ver un enlace acerca de la histórica Casa de Soler en Vilaflor





Foto de Alonso Salazar y Bérriz con su hija Blanca, su yerno Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos, la madre de éste (Mercedes Dïaz-Llanos y Oramas) y varios nietos.

Su padre fue Emilio Salazar de Frías y Chirino (1823-1896), cuyo retrato, resumen biográfico y antepasados se verán en el siguiente escalón generacional.

Su madre fue Adelaida Bérriz y Román (1822-XXXX), natural de S/C de Tfe., y hermana del I marqués del Nervión.

Sus abuelos maternos fueron: 

- El teniente coronel José Bérriz de Guzmán (XXXX-1847), natural de Extremadura. Intendente de Canarias y Secretario de su Majestad 
con ejercicio de decretos. Fue también corregidor y capitán a guerra de Tenerife y La Palma. Ilustre caballero de Extremadura, fue también Subdelegado Político, primer gobernador civil de Canarias tras el RD de 1833 que dividía España en 49 provincias, Subintendente de Hacienda, Teniente Coronel Capitán de Caballería, Caballero Comendador de la Real Orden americana de Isabel la Católica, Caballero de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, condecorado con las Cruces de Talavera y Dos de Mayo de 1805, con el Escudo de Distinción de la Batalla de Medellín, Socio de Honor de la Real Económica de Amigos del País de Tenerife, hijo segundo y sucesor, por muerte del primogénito, en la Casa de sus padres Don Joaquín Bérriz y de Toro Caballero y Doña Josefa de Guzmán Dávalos y Cortés, Mayorazgos en la ciudad de Almendralejo (Badajoz). Aunque la Casa Solariega de Bérriz era originaria de Vizcaya, Merindad de Durango y anteiglesia de Bérriz, Casa armera de parientes mayores, a quien pagaban tributos las Casas de Ochitarabe, Arregoitia y Arenga y que gozaba el patronato de aquella iglesia parroquial, figuró en la pesquisa mandada hacer por los Reyes Católicos en 1487, representada por el Señor y pariente mayor de entonces Don Juan López de Bérriz, como contribuyente con 30.000 maravedises para las décimas reales.

- Josefa Román y Franco de Castilla (1792-1864)

Sus bisabuelos maternos fueron: 

- Joaquín Bérriz y de Toro Caballero, natural de Almendralejo (Badajoz).

- Josefa de Guzmán Dávalos y Cortés, natural de Almendralejo (Badajoz).

- Sixto Román y Machado-Fiesco Manrique-de-Lara Yáñez Requilón Alpizar Jovel-de-Carmenatis (1766-1826), cuyo retrato y biografía se verá más abajo, miembro de la Real Hacienda en Canarias, hijo de Gabriel Román (cuyo retrato se verá más abajo), Regidor decano de Tenerife, y de Anastasia Machado-Fiesco (cuyo retrato se verá más abajo), de la rama quinta de Machado (Machado-Fiesco). Sixto fue séptimo nieto de Miguel Román, natural de Almonacid-Toledo, que se estableció en Garachico, y octavo nieto del conquistador Sebastián Machado, octavo nieto del conquistador genovés Cristóbal de Ponte,... La Casa de Fiesco fue una de las grandes familias de la República de Génova. Más abajo se expondrá el retrato de Sixto Román, así como el de sus padres.

- Josefa Franco-de-Castilla Ramos Fernández-Bello Perera Terry-de-Moya Delgado (XXXX-1837), hija del  teniente coronel Juan Franco-de-Castilla (de-Medina) Fernández-Bello Terry-de-Moya Medina Valdés Osorio Espinal Pérez Molina Abad Mocadel Gallego Granda De-Moya Rico (1724-1784), fue regidor de Tenerife, alcaide del Castillo de S. Juan en 1755 y gobernador del de Paso Alto. Hijo a su vez de Juan Franco de Medina, comandante de la 4ª expedición en 1721 en busca de la isla de S. Borondón. Y nieto de Juan Franco de Medina, capitán de los tercios de Flandes y gobernador de S. Juan de Puerto Rico. La madre de Juan fue María de Castilla, que a su vez fue décimo primera nieta del Rey Pedro I de Castilla (El Cruel), en su relación con Isabel de Sandoval, la aya o preceptora de un hijo tenido con su amante principal María de Padilla. En el Real Alcázar de Sevilla pueden visitarse los "Baños de María de Padilla". Un tataranieto de este rey e Isabel fue el maestresala y amante de la desgraciada reina de Portugal doña Juana de Avís, mujer y prima segunda de Enrique IV de Castilla "El Impotente" (1425-1474), e hija de los reyes de Portugal y hermana de Alfonso V de Portugal. De dicha relación con la reina Juana de Portugal desciende su nieto Fernando de Castilla Mendoza, que pasó en 1514 de Alcalá de Henares a Tenerife (junto con su prima María de Castilla, que casó con el I Conde de la Gomera), y de cuyo primer matrimonio descienden los Franco de Castilla y de un tercero los Porlier Castilla. Un bisabuelo de Juan fue Rafael Terry (o Thierry), natural de Rouen y cónsul de Francia en Canarias. Su bisabuela Ana Vizcaíno de Medina era descendiente de los Guanarteme de G/C, siendo los conquistadores Rodrigo Hernández Guanarteme y Cristóbal Delgado Guanarteme bisabuelos de ella.

JUANA DE ORÁA Y CÓLOGAN (1854-1907)       

 Nació en el Puerto de la Cruz y, al casarse en la catedral de La Laguna en 1881, se trasladó a vivir a dicha ciudad.

JUANA DE ORÁA Y CÓLOGAN
Alonso Salazar con sus hijos Blanca
y Alonso Salazar y Oráa

SIGUIENTE GENERACIÓN: ABUELOS DE MARTÍN RODRÍGUEZ (DE AZERO) Y DÍAZ LLANOS Y DE SU MUJER BLANCA SALAZAR Y ORÁA.



MARTÍN RODRÍGUEZ DELGADO (1813-1874).

Natural de Santa Cruz de Tfe., alcalde de Arico en 1872-73 (hasta el advenimiento de la I República), diputado por Santa Cruz de La Palma en 1867, regidor de Santa Cruz de Tenerife, etc,.... En su juventud fue incluso guarda mayor forestal de Santa Cruz de Tenerife (al menos en 1842 y 1843, con 30 años). Él y su familia residieron entre Granadilla (de ahí que su hijo Martín naciera allí en 1848, justo el mismo año en que compra a unos parientes de su mujer parte de la Casa de la Vinculación en Arico El Nuevo) y Santa Cruz de Tenerife, donde ejercía actividades comerciales como agente de casas extranjeras y por cuenta propia, dominando el inglés y el francés (estudió Náutica en Nueva York y vivió una temporada en París y Marsella). 

Hay que tener en cuenta que en esa época no existía ni la Universidad de Nueva York (que data de 1832) ni por supuesto la actual Universidad Marítima de Nueva York (creada en 1873). Pero existían en Estados Unidos las llamadas universidades coloniales, de tamaño más reducido.





En Nueva York la única existente en 1827 era el Columbia College, en los terrenos contiguos a la iglesia Trinity Church en Manhattan, en lo que ahora es el bajo Broadway en Manhattan. Actualmente, desde 1896, se denomina Universidad de Columbia y se ubica en el barrio de Morningside Heights, en el lado oeste del alto Manhattan.

Retrato de Martín Rodríguez Delgado en su juventud, seguramente al poco de cursar sus estudios de Náutica (1827-1830) en Nueva York. Pero sale retratado con barba, luego seguramente sería lógico pensar que fue posterior a 1833, año en que ya tenía 20 años. 
Cuadro original en casa de los de Tío Paco.

Primera página de una carta de su padastro 
Salvador Cayetano cuando cursaba sus estudios en Nueva York. 
El tono es bastante severo.
Original de la carta de Leopoldo Tabares de Nava y Marín.

Transcripción de una carta de Salvador Cayetano González Hernández a su hijastro Martín Rodríguez de Azero y Delgado (a la edad de 15 años, mientras cursaba sus estudios en Nueva York).

Santa Cruz de Tenerife, 20 de abril de 1828

Sr. D. Martín Rodríguez

 Querido y estimado hijo: recibimos la muy apreciable tuya de 8 de enero la que entregó Tejera, con la que hemos tenido mucho gusto por saber que tienes salud y que estás muy contento en tu escuela y que te adelantas según nos dices.

Nosotros tuviéramos especial gusto que cuando escribas tus cartas, así para mí como para otra persona, pusieras un poco de atención, y mucho cuidado en encabezarlas como se debe, y seguirlas en orden; en esto es menester que te apliques, que es de necesidad y buen gusto, porque en esto estás muy atrasado; esperamos que tú lo harás en los sucesivo, como lo deseamos.

Tú no nos has dicho una palabra de la población adonde resides, ni el nombre de tu maestro, ni las millas que hay a Nueva York, si vas por tierra o por río, en barco de vapor o en coche (de caballos), todo esto son descuidos tuyos, que no se te pueden perdonar, pues es tu obligación y así esperamos nos des aviso de todo esto, y demás que debemos saber de tu modo de vivir en ese país; tu madre está muy resentida contigo, porque en las tuyas no dices nada de Felix Soto, si sabes o no de él, este es un sentimiento justo, porque él en todas las suyas da individual noticias de ti; y voy a ponerte aquí todas las que él ha tenido la gran bondad y cuidado de avisarnos. En su primera dice así: “A los dos días de mi llegada me llevaron a un colegio, Martín fue a otra escuela, ignoro en qué paraje, esto lo estoy solicitando, y luego que lo sepa le escribiré y noticiaré a Ud”. 2ª) Dice, “He sabido de Martín por un niño que entró en este colegio, que estaba en su escuela, está a 17 millas de aquí. Ya le tengo escrito, avisaré a Ud. cuando me conteste”; 3ª) “El día de Pascua tuve el grandísimo gusto de ver a Martín, comimos juntos en caso del Sr. Pedro Harmony, fuimos a ver el Museo y el Teatro, y espero volverlo a ver mañana”.

Ya ves que es una ingratitud tuya no acordarte de él, y menos de Sres. padres que tanto encargan a su hijo que noticié siempre de ti. Te vuelvo a encargar, pongas especial cuidado en escribir tus cartas.

                Tus padres quieren que cuando escribas dejes en tu poder una de cada una carta que nos mandes, y adjuntes estas con las que recibas nuestras, para que a tu regreso, y a nuestra primera vista, tengamos el grandísimo gusto de verlas, y de saber que has cumplido con tu obligación; Esta es, la que se te impone, y esperamos ser obedecidos, sin que haya falta; lo mismo hace Soto, y también lo hace Cirilo Trulle, el que está haciendo prodigios en sus estudios, y demás. Su madre recibe todos los meses sus cartas, por el correo de Cádiz. Su padre trajo de Francia un famoso bergantín y fue para la Havana. Aquí se ha padecido la enfermedad de viruelas, ha muerto mucha gente, particularmente por los campos, por ser aquellos mal cuidados; conocido tuyo no ha muerto más que el hijo del capitán de artillería Hortis, el más viejo; a Felipita le dieron pero tan pocas que no llegaron a 20. A tu Titi Ramona, Claudinita, y Merecita, no le han dado, parece que su vacuna fue muy buena. Cuando nos escribas debes poner con la mayor claridad, o de este modo, darán Vds expresiones a mis Sras. Tías, y primas, y dígales Vds muchas cosas; y esto es si tú no les escribes, porque ellas están descontentas, porque no has hecho ni lo uno ni lo otro.

Esperamos con ansia ver tus cartas y muestras en Ynglés que nos ofreces en tus últimas; yo he estado atacado fuertemente con 90 días de cama; y aún todavía estoy muy delicado; de lo que me dices, en cuanto a la lengua francesa, digo que después que tengas 8 o 9 meses en esa escuela empezaremos con ella, de lo del violín, y dibujo, será para más tarde. Darás mis expresiones a tu maestro, y al Sr. D. Pedro Harmony, y a Félix Soto. No soy más largo por que mi cabeza, ni mis manos están para más, solo sí te voy a poner aquí un modelo, para que principies tus cartas, hasta que tú te apliques, y puedas producirte como otros de tu edad lo hacen; y será como sigue, después de sentar la fecha sin mentiras y como se debe, dirás de este modo:

                               S.D.L.G. y D.A.D.L.

Estimados Padres: recibí las muy apreciables de Vds fecha tal, con las que he tenido mucho gusto por saber no hay novedad en casa; && y luego sigues diciendo todo lo que te ocurra en bien orden. Esperamos que en nada de lo que llevo expuesto haya una falta, así lo desean tus padres que quieren tus adelantos; y no más, pásalo bien y aprovéchate de lo que te dice quien te estima y verte desea.

                               Salvador Cayetano González

P.D. Cuando vengas aquí encontrarás una grande obra que se está haciendo, como es el de una atarjea, desde el naciente del agua hasta este pueblo, ya hizo dos meses que están trabajando, como 60 peones, para empezar a delinear, e ir abriendo dicha atarjea, y en este mes, principiaron 6 maestros para mampostear, y tiene mucho adelantado, dicen que en dos años estará acabada; para esta buena obra dejó Domingo Morera en su fallecimiento 2.000 pesos; y algunos vecinos que se han prestado con lo que han podido y demás, una imposición que ha puesto el Capitán General de un cuarto en cada un cuartillo de vino, del que se consume en este pueblo, y solo ese vino da todos los meses 500,,Ɵ 600 pesos. SALV.

NOTA (al dorso): Esta la leerás muchas veces para que no se te olvide nada de lo que contiene; Recibe memorias de todos los de tu Casa, y también de los de la casa de tu Titi Pancho, y de todas tus tías y sobrinas. Este Mercado lo tenemos muy abundante de todo, tanto de ropas como de víveres, y muy baratos, solo el trigo es que el que va subiendo por que estaba htv 14 rrs y ya llega a 4 fos 4 rrs y cada día subiendo más, esto es porque la cosecha de este año es muy corta por la falta de las lluvias que ha habido.

                                                               Firmado: González


Primera página de una carta de su tío 
Francisco Manuel González a pocos meses de regresar de sus estudios en Nueva York. 
El tono es normal y cariñoso.
Original de la carta de Leopoldo Tabares de Nava y Marín.

Transcripción de una carta de Francisco Manuel González Hernández, hermano de Salvador Cayetano, a su sobrino Martín Rodríguez de Azero y Delgado (a la edad de 16 años, mientras cursaba sus estudios en Nueva York).

Sr. D. Martín Rodríguez

New York         -      Santa Cruz de Tenerife, 28 de octubre de 1829

 Mi estimado Martín, recibí la muy apreciable tuya fecha 10 de agosto en que me acusas el recibo de la mía de julio, y otra para tu mamá, y más de ocho que habíamos recibido 3 meses antes, con las que nos quedamos sumamente complacidos por saber gozabas de perfecta salud, e ibas bien en tus estudios, y confirmamos la verdad de que escribías todos los meses pero que de algún modo se atrasaron a lo menos parte de las 8. Por ejemplo había carta de 7 meses de escrita, más la última de julio a los 58 días de escritas las recibimos, yo no sé en qué consista que el Sr. Harmony no ponga las tuyas y de felitos? bajo de una cubierta pues aquí se pagaría el porte de cada una según correspondiera.

                Veo lo que me dices de que saliste con lucimiento de tus exámenes pero no con todo el que te correspondía según tus conocimientos y el de otros de tus clases, como dices que así te lo dijeron, mas como tú dices importa nada el premio cuando se obtiene por influjo si realmente no lo merece la habilidad del individuo a quien se le agracia y, por el contrario, el que la tenga no le puede faltar aunque no se le premie. Y esta probanza quien la manifiesta es el tiempo, y por esta razón en nada se debe desmayar, sino empeñarse más y más en aprender con todo el cuidado y esmero propio de unos buenos deseos de en todo tiempo hacer ver, los alcances de sus conocimientos.

                Creo que para marzo, como tú me dices, saldrán ustedes de ese Puerto para éste o el de Cádiz, y como te propones que te hagan algún encarguito, le ha ocurrido a tu titi Ramona decir que le compres dos pares de zapatos de los finos: un par azul celeste y otro canario o amarillo no muy subido, y otros dos pares igual color para Claudia. Cuyas medidas de ancho y largo van dentro de la carta, y su importe lo abonaré yo aquí por no haber persona con quien mandarlo, pues si te hiciera falta se lo puedes pedir al Sr. Harmony y lo cargará en cuenta.

                Por lo que respecta a ocupación en que tú puedas ser útil y serte a ti mismo, lo veremos cuando estemos aquí juntos. Pues todavía no es tarde si Dios quiere, y por lo que hace a nuestro general Morales, aquí y en toda la provincia se hallan muy a gusto con su gobierno por ser muy justo, en nuestro pueblo se ha empeñado en salir avante con la grande obra de la atarjea que conduce las aguas de que se suministra este pueblo. Pues está hecha desde su naciente, que habrá sobre de 9 millas de distancia de este pueblo y sólo falta es verdad lo peor, que será una milla en donde se debe cortar una muy alta montaña como de 250 varas. La dicha atarjea ha sido hecha de una firme mampostería y en algunas partes de barrancos con arcos de cantería, y es cuanto puedo decir en este particular, con expresiones de titi Ramona, Claudia, y Merced. Y una nueva sobrina que te ofrezco nombrada Francisquita, que nació en 1º de este, de tu mamá, abuelita y Felipita, de mí, padres, hermana y cuñado, que apreciaron mucho tu acuerdo,, dándoselas tú de nuestra parte a Soto y que sus Sres. padres y familia no tienen novedad. No ocurriendo por ahora otra cosa, mandes en lo que consideres útil a éste tu tío que te estima y B.T.M. (besa tu mano).

Francisco Manuel González.

P.D. Cuando escribas algún sobre a mi nombre no dejes de ponerme según me firmo, y si a tu mamá, (pon) Dª Antonia Delgado de González, para evitar dudas.



Bernardo Forstall le escribe el 10 de enero de 1843, en nombre del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, que:
"El Muy Ilustre Ayuntamiento ha tenido a bien reelegir a Ud. Guarda Mayor de Montes para el presente año, satisfecho de la exactitud e interés con que ha desempeñado este encargo. Y así mismo ha reelegido a B. García para guarda celador, único que se halla nombrado para este encargo, mientras Ud. esté  satisfecho de su desmpeño. Dios que a Ud. ml. nl. Santa Cruz. Enero 10 de 1843. Bernardo Forstall"


Martín Rodríguez Delgado fue cuñado del industrial catalán afincado en Santa Cruz de Tenerife Juan Cumella y Monner (cinco años menor que él), el marido de su media hermana o hermana uterina Felipa González y Delgado; quien pudo serle de gran ayuda para desenvolverse en el entorno comercial (y político) de Santa Cruz. Cumella fue un potentado con grandes iniciativas en aquella época, y líder del partido político conservador. 

En 1847 se produce el rompimiento de las relaciones entre ambos, al haber roto Martín el compromiso que tenía con una de las hermanas de Juan. En noviembre de ese mismo año contrae matrimonio con Ana Peraza y Mexía (o Mejías). Las relaciones sólo se reanudarán casi 10 años más tarde, a partir de 1856. Martín Rodríguez Peraza, su hijo, nacido el 25 de agosto de 1848, será con el tiempo el más asiduo corresponsal de su tío Juan Cumella; hasta que también finalmente se enemista. Juan Cumella por lo visto tenía un carácter de armas tomar y no solía reconciliarse con quien hubiera mantenido un conflicto.

Igualmente le fueron de gran ayuda sus cuñados Francisco y Bartolomé Peraza y Mejías, todos ellos grandes productores de cochinilla (al igual que Martín Rodríguez Delgado) y con importantes conexiones políticas y comerciales en Santa Cruz y en La Laguna.

En la desamortización de Mendizábal adquirió muchas propiedades rústicas y compró a Agustín Guimerá y Ramón  una parte (un tercio) de la extensa Hacienda de Las Vegas en Granadilla (del mar a la cumbre). Así, en el testamento otorgado por Agustín Guimerá y Ramón el 30 de junio de 1851, declara que Las Vegas "pertenece la tercera parte, que mira al norte, a don Martín Rodríguez, que le cedí por el mismo costo y condiciones que fue rematada, quedando él al cuidado de toda ella mientras se fomentase, según lo está practicando. Las cuentas y apuntes llevadas por el mismo Rodríguez y por mí darán el esclarecimiento necesario".   

Fue un importante comprador de propiedades desamortizadas. Su intención era lógicamente explotar estos terrenos, con cultivos tanto tabaco, más adelante cochinilla, viñedos y otros (frutos secos,...), recogida de pinocha en los montes, producción de brea para la reparación naval, extracción en canteras de piedra (en los Abrigos de Abona, Piedra la Sal,..), actividades prestamistas, etc... Para ello se propuso potenciar el puerto natural del Porís de Abona, con excelentes condiciones para el atraque de embarcaciones. También por tierra tenía organizada una ruta de porteadores para llegar al norte a través de las Cañadas del Teide y a Santa Cruz a través del camino real del sur, haciendo paradas en Las Vegas-Granadilla, Arico El Nuevo, Fasnia y Güímar, en casas de su propiedad al borde del camino real) desde aquí distribuiría sus productos. Quizás los pesados por mar directos al destino y los ligeros por tierra para consumo local o hasta un puerto principal para exportación. Muchos de los remates y enmarcados de puertas de las edificaciones de La Habana- Cuba, por ejemplo, pudieron ser ejecutadas con piedra de estas canteras de Arico del siglo XIX. Estas canteras estaban cerca de la orilla del mar para poder embarcar con facilidad las piedras en los barcos.

Secadero de tabaco en Las Vegas - Granadilla, junto a la casa donde residió Martín Rodríguez Delgado (casa del patio grande) en las temporadas que pasaba en Granadilla. Allí nació su hijo Martín Rodríguez Peraza, que más adelante fue importante empresario y político y que llegó a ser presidente de la Diputación Provincial de Canarias.

    El comercio del tabaco fue muy importante desde el siglo XVII, también en los siglos XVIII y XIX. El tabaco se erigió así en uno de los tres ingresos más importantes de la monarquía en la península, junto con las rentas provinciales y los metales americanos, y supuso cerca de un 20% del total de los ingresos netos del Estado durante buena parte del siglo XVIII. El contrabando originó un mercado alternativo de gran tamaño (especialmente en Cataluña) que generó un enorme problema de falta de consumo legal. En la España del siglo XIX, la permanencia del monopolio del tabaco y la liberalización de su cultivo fueron objeto de debate por la sociedad civil y el Parlamento. Tras la ruptura con el absolutismo y la implantación del nuevo régimen liberal, las renacientes Sociedades Económicas de Amigos del País, especialmente las de Barcelona, Badajoz, Madrid, Málaga y Sevilla, discutieron esta problemática y crearon un clima, no uniforme, a favor de que las Cortes españolas legislaran para implantar el libre cultivo y propiciar el desestanco. Incluso durante una parte del siglo XX, el Parlamento español debatió en múltiples ocasiones acerca de la liberalización del cultivo y la producción del tabaco y, por tanto, sobre el abandono del régimen de monopolio establecido en 1636.

    En 1834 el economista liberal Canga Argüelles afirma: "Las instrucciones y ordenanzas sancionadas por el gobierno de esta Renta (la del tabaco) han llegado a imponer la pena de muerte al defraudador, conmutada hoy por la de presidio y multa, según la gravedad. Las mismas autorizan los espías para descubrir a los delincuentes; permiten las visitas domiciliarias, con prueba semiplena en las casas de los nobles y con indicios en las de los plebeyos; mandan registrar a los trajinantes y a los carruajes, incluso los de la real persona y hasta las iglesias y monasterios; confiscar el género, las caballerías, los carros en que se conduce y hasta las que caminen en su compañía, aunque no lleven tabaco. Con tan severas disposiciones -se preguntaba- ¿ha logrado la Hacienda ser la única vendedora? ¿Se ha estirpado el contrabando? Éste dura y durará, arruinando la moral pública y las familias, y manteniendo una guerra lastimosa entre el Gobierno y los súbditos, mientras interés en hacerle; y le habrá -concluía el ilustre hacendista-, hasta que los que dirigen la Hacienda renuncien al estanco, contentándose con exigir al tabaco unos moderados derechos como se hace con el cacao y el azúcar, o hasta que arreglen sus especulaciones de modo, que el género que vendieren sea de una calidad y de un precio tan moderado que no pueda excitar el deseo en los demás negociantes, de competir en el mercado".

    La Revolución de 1868, con su programa individualista y contrario a cualquier obstáculo al libre comercio, amparó las medidas que se proponían respecto del desestanco de productos como la sal y el tabaco; la fabricación e importación de éste último debía ser libre desde el día 1 de julio de 1870. Pero los programas políticos han de ajustarse a la realidad social y económica. La utopía también estuvo en la "Gloriosa" pero el realismo se impuso pronto. Y continuó el monopolio del tabaco y los estancos. El estanco volvió a ser riguroso, se abolió el Real Decreto de 1865 -que permitía la entrada de tabaco de Cuba pagando el Arancel de Aduana- y se extendió el monopolio del tabaco a las provincias vascongadas (Ley de 21-7-1876 y R.D. 28-2-1878).

    Como expuso más delante el ministro de hacienda Joaquín López Puigcerver, la Renta del tabaco era susceptible de incrementar sus ventas, pero convencido como estaba de que la Administración no era capaz de lograr mayores ingresos, y requerido, además, por la necesidad de imputar al Presupuesto estatal, como recurso extraordinario, el valor de las existencias de tabaco, propuso a las Cortes el arrendamiento del monopolio, que así fue acordado según ley de 22 de abril de 1887. Con esta ley nació la "Compañía Arrendataria de Tabacos". A ella seguirían las que ampararon los contratos de 1896, 1900, 1909, 1921, 1944 y la de 1971, que autorizó el contrato de administración y explotación del monopolio con "Tabacalera, S.A."

    Se puede afirmar que con Martín Rodríguez Delgado comienza la relación de los Rodríguez de Azero con Arico, a través de su matrimonio con Ana Peraza y Mejías (dicho matrimonio a su vez se propició por la compra de Las Vegas, situando allí don Martín su residencia durante amplias temporadas del año) , y también que es a partir de él cuando esta familia comienza a destacar notablemente en el escenario económico, social y político de Tenerife. Él y las dos generaciones anteriores residen en Santa Cruz de Tenerife, viviendo del tráfico marítimo y del comercio de su puerto. Como luego veremos, es su abuelo Antonio Rodríguez y Viera quien traslada su residencia desde el Puerto de la Cruz a Santa Cruz de Tenerife, seguramente ocasionado por el auge de este puerto frente al del Puerto de la Cruz (y siendo el negocio familiar el tráfico marítimo, siendo propietarios de barcos y bergantines, como luego se verá). Antes de Antonio Rodríguez y Viera, la familia Rodríguez habitó el Puerto de la Cruz (entonces Puerto de La Orotava) unas tres o cuatro generaciones, pues anteriormente  eran originarios de Garachico (erróneamente se ha considerado su origen de Icod de los Vinos). Este periplo a lo largo de las generaciones entre Garachico-Puerto de la Cruz- Santa Cruz de Tenerife hace intuir que durante muchas generaciones estuvieron ligados al comercio marítimo y/o a la actividad portuaria; trasladándose en cada época al puerto principal que iba teniendo la isla.


Uno de los documentos de compra en 1865 de propiedades en Granadilla, como bienes eclesiásticos desamortizados. La hacienda de las Vegas, situada en dicho término municipal, debió de comprar su parte (sus 1/3 pues los otros 2/3 los compró el catalán Agustín Guimerá y Ramón *, cuya mujer era pariente de Martín) en la primera desamortización pues allí ya nació su hijo Martín Rodríguez Peraza en 1848.


La mujer de Agustín Guimerá era prima hermana del padre de Martín Rodríguez Delgado. Tabla aportada por Leopoldo Tabares de Nava y Marín, descendiente de ambos personajes.

* Agustín Guimerá y Ramón nació en El Vendrell (Tarragona) el 9 de marzo de 1796 y se estableció en la Isla sobre fines de 1823 o principios de 1824, siendo el primero de este apellido arraigado en Canarias. Según se indica en el libro "Las Lágrimas de Cumella" de Benito Pêrez Armas, "Guimerá era piloto de barcos pero, habiendo partido rumbo a América al mando de una nave de tres palos y viéndose a punto de zozobrar cerca de Canarias, recaló en Santa Cruz de Tenerife y se quedó allí para siempre. Trocándose de marino a comerciante. Por su indicación y a su amparo, vinieron después familiares y amigos que hicieron más fortuna que él, pero ninguno le aventajó en prestigios y respetabilidad".   Casó sobre 1831 o 1832 con Jacinta Castellano y Dueño, nacida en Santa Cruz de Tenerife en 1811, con quien procreó nueve hijos. Por razón de su matrimonio emparentó con los Rodríguez de Azero Castellano y mantuvo intensa correspondencia con Martín Rodríguez de Azero Delgado entre 1838 y 1860, que se conserva en el archivo que fue de Martín Rodríguez Peraza [A.M.R.]. Ambos fueron dueños proindiviso, en la proporción de 2/3 Guimerá y 1/3 Rodríguez de Azero, de la Hacienda de Las Vegas, en Granadilla, donde nacería Martín Rodríguez Peraza. Se estableció primeramente en la calle de Las Tiendas -la de la Cruz Verde, número 5, pasando luego a la casa número 16 de la calle del Castillo, la arteria principal del comercio de Santa Cruz, esquina a la de José Murphy. La casa se incendió el 18 de abril de 1945. Fue comerciante mayorista, matriculado desde 1825, consignatario de buques desde 1834 y uno de los diez vecinos mayores contribuyentes de la capital. Guimerá fue fiel esparterista y enemigo, por tanto, de la reina gobernadora doña María Cristina de Borbón y de los moderados, tuvo una importante vida pública. Fue teniente de alcalde del Ayuntamiento de Santa Cruz en 1835 y 1848, Vocal de la Junta Suprema Gubernativa de Santa Cruz en 1840, donde fue uno de los miembros más destacados junto con el abogado gran canario Antonio López. Diputado Provincial en 1848, 1849, 1850, 1851, 1852 y 1853, repitiendo en 1864, 1865 y 1866. Vocal de la Junta de Agricultura en 1848 y de la Junta de Comercio en igual año, de la que sería vicepresidente y presidente efectivo en 1850, 1851, 1852 y 1854 y desde la que tendría una eficaz y lucida intervención en los Puertos francos (Real Decreto de 11 de julio de 1852). En 1855 fue nombrado caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III (Real Decreto de 13 de mayo). Fue prior del Tribunal de Comercio durante los años 1856 y 1861. Fue vicepresidente de la Junta General de Agricultura, Industria y Comercio de la Provincia en 1860. Etc..Moriría en su casa de Santa Cruz el 8 de junio de 1874, cuando contaba setenta y ocho años de edad.

Agustín Guimerá fue por tanto en cierta medida el mentor de Martín Rodríguez Delgado y también de Juan Cumella Monner.


¿POR QUÉ LAS VEGAS? Y antes de nada, el porqué de esa pregunta. La respuesta es que, a partir de esa compra de la hacienda de las Vegas (junto y de la mano de Agustín Guimerá y Ramón, que es de mayor edad que él; ejerciendo Martín de administrador de Agustín), es cuando Martin R.A.D. se establece en en sur de la isla y termina casándose con la Peraza de Arico (y ascendencia cercana también de Granadilla). Ese hecho es determinante en el entramado familiar y económico que se montó en las siguientes generaciones en Arico.


La respuesta a la primera pregunta está a la vista de cualquier visitante al lugar. La respuesta al porqué de establecerse en Las Vegas, en ese lugar tan arriba, tan cercano a la cumbre, y sin un asentamiento poblacional importante, está a la vista en un cartel en el propio caserío.  Hay que tener en cuenta que a principios del siglo XIX no había las infraestructuras hidráulicas de un siglo después. La inversión en la hacienda de las Vegas fue por tanto la inversión en un territorio fértil y con agua sin necesidad de grandes inversiones. La propia toponimia del lugar- Las Vegas - significa lugar fértil al borde de un río que lo riega y con terrenos relativamente llanos. 

En este texto se explica el potencial agrícola de Las Vegas, al estar regada por dos barrancos que bajan desde Las Cañadas.

En este texto se indica que Las Vegas era el lugar de mayor potencial agrícola de la comarca de Abona.

    Además, si el cultivo que primero implantaron fue el tabaco, quizás de contrabando a través de la red catalana transpirenáica, sería lógico pensar que un lugar medianamente remoto les fuera de conveniencia para pasar más desapercibidos.

    En esa época, desde Las Vegas, quizás fuera más accesible La Orotava, atravesando el actual Parque Nacional del Teide, que un recorrido hasta la costa del sur o hasta Arico. Incluso podría imaginarse que en una primera etapa ciertas mercancías que trasladaran  a Santa Cruz lo hicieran a través del Puerto de la Cruz, llevándolas por mar (los barcos eran fundamentalmente a vela, con la imposibilidad de bordear la costa si el viento no estaba exactamente a favor, lo que obligaría a un esforzado zigzageo o recorrido triangular alejándose casi hasta otra isla para luego acercarse de nuevo a la costa). Quizás el transporte naval se reservara para los productos pesados (como las piedras de las canteras de Abades o la contigua Piedra de la Sal, o pipas de vino,...) y el transporte por tierra para los productos más ligeros (frutos secos, cochinilla, tabaco,...). Por esta razón se explicarían las compras de casas por parte de Martín R.A.D. - todas al pie del caminos real del sur -  que se citan a continuación, que conformarían una ruta de relevos hasta Santa Cruz de Tenerife, con lugares donde las mulas, caballos, porteadores o jinetes pudieran repostar o dar el relevo a la siguiente cuadrilla. 

Compró en 1848 la casa de la Vinculación en Arico el Nuevo (y sus propiedades vinculadas) a unos parientes de su mujer que habían emigrado a Venezuela, devolviendo la casa a esta rama de la familia tras 3 o 4 generaciones en otra línea. Su hijo Martín también compró en 1881 otra parte, hasta sus dimensiones actuales (hoy en día propiedad de Francisco Tabares de Nava y Rodríguez de Azero). 
Dimensión actual de la Casa de la Vinculación en Arico El Nuevo, comprada en su mayor parte (patio de abajo) en 1848 por Martín Rodríguez Delgado
y completada en 1881 por su hijo Martín Rodríguez Peraza (patio de arriba), que es quien 
edifica el muro perímetral de la casa y quien cierra los patios al exterior. En la zona de las huertas, una parte fue enajenada en la segunda mitad del siglo XX.

     Su mujer Ana había nacido en la otra casa de Arico El Nuevo, la que fue luego considerada la residencia solariega de los Rodríguez de Azero en Arico (y otra parte fue de los Peraza), construida por sus abuelos tras casarse en 1773, pero al ser la cuarta de ocho hermanos, la casa en un principio se dividió entre varios  de sus hermanos (cuando contrajo matrimonio en 1847 ya habían fallecido sus padres). A ella le tocó la hacienda del Camino Real de Fasnia, no una parte de la de Arico. Las partes de sus hermanas Paula y Rosa las heredó luego su hijo Martín R.A. Peraza. Y la parte de su hermano Bartolomé la compró en 1905 su nieto Martin R.A. y Díaz-Llanos  a Juana Peraza, hija de Bartolomé (aunque no se puede descartar que esa parte realmente fuera de la mujer y prima hermana de Bartolomé, que lo era por el lado Torres). 

    Martín Rodríguez (de Azero) Delgado también compró en en 1858 la Hacienda de El Majuelo en Güímar a Rita Reyes y Díaz (hoy propiedad de los hermanos Tabares de Nava y Durbán). La casa de dicha hacienda podría ser del siglo XVIII o anterior, ya que se nombra la existencia de la casa en los testamentos a partir de comienzos del siglo XIX (concretamente en 1809).

    Con estas casas en el sur de Tenerife, todas ellas junto al camino real que recorría esos municipios del sur, añadía a su residencia en Santa Cruz (y a otras casas en Santa Cruz) las de Güímar (El Majuelo), Fasnia (El Camino Real, que ya había heredado su mujer), Arico  El Nuevo (La Vinculación) y Granadilla (un tercio de la Hacienda de Las Vegas). También tenía una propiedad en Tacoronte, según se refleja en las contribuciones urbanas que pagaba. Hay que imaginarle recorriendo a caballo los caminos reales que conectaban dichas localidades, descansando y cambiando seguramente de montura en cada una de sus casas. En esa época sólo podía desplazarse así o por mar (que seguramente era mucho más rápido pero más costoso).

Caserío del Camino Real de Fasnia, antes de su reconstrucción por el notario Nicolás Quintana Plasencia (socio mayotitario de“Inversiones Tágara-Tenerife, S.L.”, que es la que realmente compró) que compró en 2006 los 3/5 propiedad de Francisco Tabares de Nava y R.A., sumándolos al 2/5 que tenía su familia. En 1904 Ramón Peraza Ramón Peraza vendió su parte del caserío del Camino Real de Fasnia (o sea, los lotes 1 y 2) a don Celestino Rodríguez González, bisabuelo del citado notario (ver enlace de la historia de la casa al comienzo de este blog).
El 25 de abril de 2006, esta sociedad compró la parte de doña Soledad Rodríguez Llombet (pariente de Nicolás Quintana); el 4 de mayo siguiente adquirió la de doña Encarnación Quintana Rodríguez (también pariente); y el 22 de junio de ese mismo año compró también la de don Francisco Tabares de Nava y Rodríguez de Azero. A partir de ese momento, la propiedad de todo el caserío volvió a estar unificada en manos de un solo dueño, tras 163 años de segregación (1843-2006), tras la muerte de .Bárbara Mexías y Torres (1778-1843); suegra de Martín Rodríguez Delgado.La última propietaria mencionada, doña Bárbara Mexías y Torres, asignó las “Casas y Sitio del Camino Real” de Fasnia a dos de sus herederos: tres quintas partes a Ana Peraza y Mejías (mujer de Martín Rodríguez Delgado), y dos quintas partes a Francisco Peraza y Mejías (hermano de Ana). No obstante, durante dos generaciones dicha propiedad se mantendría indivisa, hasta que el 25 de agosto de 1904 Martín Rodríguez Díaz Llanos (nieto de la primera) y Ramón Peraza Pérez (hijo del segundo) procedieron a efectuar su división (porque Ramón quería vender su parte, lo cual hizo inmediatamente), lo que se efectuó en Arico ante dos testigos.




Hacienda de Los Majuelos en Güímar, comprada por Martín Rodríguez Delgado en 1858 a Rita Reyes y Díaz, actualmente propiedad de los hermanos Tabares de Nava Durbán.

Según aporta Leopoldo Tabares de Nava Marín: "Como ya se dijo, el 26 de marzo de 1858 D. Martín Rodríguez de Azero Delgado compró a Dª. Rita Reyes la hacienda de Los Majuelos ante el escribano público, D. Domingo Oliva Berriz.

 En escritura privada firmada en Santa Cruz de Tenerife el 6 de enero de 1866 D. Patricio Madan, como apoderado del Dr. Coronel D. Fernando Guezala, vecino de la ciudad de Sevilla recibió de D. Martín, vecino de Arico, la cantidad de 149 pesos 2 reales de plata 4½ cuartos en dinero efectivo, “con lo que me doy por satisfecho a nombre de mi apoderante de toda responsabilidad que pueda gravitar y gravita hasta ahora sobre un sitio y casa que posee dicho Sr. D. Martín en el Pueblo de Güímar en la Calle de ……., con la que linda por abajo que es naciente, por el poniente o arriba propiedad de D. Tomás Hernández, por el norte tierras de herederos de D. Hipólito Casiano Bello, y por el sur otras de herederos de Francisco Cabrera; el que compró a Dª. Rita Reyes como heredera del Dr. D. José Goiry, quien lo obtuvo por compra que hizo de dicho Sitio y casa a D. José Nuñez Rodríguez, vecino de Güímar por Escritura ante Bernardino Tapia de esta Capital en 4 de Enero de 1817, cuya finca estaba afecta a la prorrata de 3 pesos 3 reales de plata y ocho cuartos, parte del censo enfitéutico de 5½ pesos que impuso D. Pedro Hernández Nuñez, a favor del vínculo de los Sres. Logman, cuyo gravamen reconoce el expresado Sor. D. Martín… desde hoy queda el referido Sitio y Casa enteramente libre de la citada carga.

 El pueblo de Güímar en el último cuarto del siglo XIX concentró una sociedad agrícola, económicamente emergente. Había sido dotado entre otros servicios, de farmacia, médico, teléfono, administración de Correos y lavaderos públicos. También se fundaron varias sociedades y afloraron las primeras galerías de agua del municipio. Casi todo ello debido seguramente a que la nueva Carretera General del Sur, cuyas obras habían comenzado en 1864, llegó a Güímar en 1876, posibilitando la comunicación con la capital en carruajes, por lo que ya no se iba a depender del antiguo Camino Real ni del transporte marítimo para pequeñas mercancías y personas.

 Este acontecimiento aceleró el desarrollo de este pueblo. Según Octavio Rodríguez Delgado, su cronista oficial, a finales del siglo XIX éste ya ocupaba un lugar destacado desde el punto de vista turístico, pues en 1888 ya existía una fonda y en 1889 se abrió otra, regentada por Renshaw, que pudo ser la Pensión La Raya, dirigida al turismo inglés; en 1889 se abrió al público un hotel inglés “El Buen Retiro”, por iniciativa de la Marquesa Viuda de La Florida doña Francisca Delgado Trinidad; y en 1899 se construyó un sanatorio alemán, también en Chacaica, en donde luego estuvo la pensión Stritter y en la actualidad el colegio “Santo Domingo” de Nazaret.

 Es una suposición bastante probable que D. Martín, vislumbrando unos años antes la pronta llegada de la Carretera General a Güímar, se decidiera a acometer importantes trabajos en su Hacienda de Los Majuelos, al objeto de rehabilitar la casa para su adecuada habitación, pero, sobre todo, como lugar particular de posta para el cambio de caballerizas. Hasta ella podía ir en carruaje desde la capital y desde allí a su casa de Arico a caballo y además hacer noche en ella o pasar varios días en el pueblo.

Amplió el conjunto de las casas existentes, que eran la de dos plantas que contiene actualmente la sala, cocina, granero y cuarto de los enanos, y posiblemente la otra también de dos plantas, que forman la oficina y el cuarto de arriba, añadiendo un volumen central, de nuevo, con dos plantas, que contiene actualmente el dormitorio de abajo y los dos de arriba con un cuarto de baño, la escalera de madera y la de piedra, que da al jardín del césped de la esquina. Además, creó una nueva fachada dando frente al Camino Real (calle Candelaria), con carácter urbano, es decir alineada a la calle con una disposición ordenada de huecos, entre los que destaca el gran portalón, para la entrada de bestias y carruajes, que es acompañado por una serie de ventanas de gran dimensión vertical, al estilo de la época.

 Estos trabajos, según el “Pormenor de la cuenta de los gastos de la fábrica”, que se conserva, comenzaron en julio de 1872 y concluyeron octubre de 1873 por un importe total de 1.855 pesos, pudiendo disfrutar de ello muy poco tiempo, pues falleció seis meses después en abril de 1874.

 También hizo mejoras en el conjunto de huertas de la hacienda, modernizándolas para su plantación de productos agrícolas y dotándola del estanque de agua para el riego, aun existente.

 Finalmente es de destacar la intervención “culta”, que realizó en la Hacienda, como fue un jardín vertebrado por el “Paseo”, supuestamente para recreo, que comenzaba en una puerta, hoy en día tapiada, de la cual se mantienen sus tres almenas, el dintel, el número “26” y la puerta, pero en otro hueco, por donde hoy se accede desde la calle Canarias. Hoy en día sigue atravesando la finca de este a oeste terminando en el estanque. A lo largo de sus márgenes D. Martín plantó ejemplares arbóreos de cierto interés botánico, como fue la palmera, que hoy en día es la más alta de Güímar y que formaba pareja con otra situada junto a la cuadra que derribó el temporal de 1975 (¿). Para ello tuvo múltiples ejemplos en la isla, pues a partir de la creación del Jardín de Aclimatación de la Orotava (hoy Jardín Botánico) promovido por D. Alonso de Nava Grimón. VI Marqués de Villanueva del Pardo, proliferó la moda del jardín en las casas particulares para el disfrute familiar. Ello es una muestra del interés que D. Martín, como hombre ilustrado de su época, tenía por las ciencias, pues no sólo cursó sus estudios de Náutica en Nueva York, sino que además hablaba fluidamente inglés y francés, reunió una importante biblioteca, que incluía ejemplares y colecciones en estos dos idiomas y mantuvo  amistades con personajes ilustrados, entre otros, con el cónsul de Francia en Canarias, Sabino Berthelot, autor prolífico de libros sobre ciencia de Canarias, el comerciante inglés, inspector del Jardín de Aclimatación de La Orotava, introductor del plátano en Tenerife y pintor de retratos y de una colección sobre la vestimenta tradicional canaria, Alfred Diston o el astrónomo escocés Piazzi Smith, con el que trabó amistad durante su estancia en Altavista de las Cañadas, ya nombrado en este Blog familiar."

 


 





Martín Rodríguez Delgado de joven, tras sus estudios en Nueva York.


Factura en 1847 de compra de capa, sarga para frac de montar, botones bronceados para la chupa....Quizás sea la vestimenta que luce en la histórica foto de 1856 en la cima del Pico del Teide, retratado por la mujer del inglés Charles Piazzi Smyth, como luego se explicará.


Exportaciones de cochinilla y de malvasía por Martín Rodríguez Delgado, en 1844 y 1842 respectivamente.


Documento donde se indica que Martín Rodríguez Delgado encargó en 1844 el transporte de Cádiz a Santa Cruz de Tenerife de una caja de lana y sederías, para uso familiar seguramente.

Exportacion de grana (cochinilla) a Marsella
 a través de Cádiz. 1855.
Original del documento de Leopoldo Tabares de Nava y Marín.




Foto (par estereoscópico; de los primeros de la historia) de 1856 en la que sale retratado Martín Rodríguez Delgado, en el ascenso al Teide del gran astrónomo Charles Piazzi Smyth, en la que el científico llevó dos grandes telescopios, procedentes del observatorio de Greenwich en la más grandiosa aventura que tuvo lugar en el siglo XIX. Martín Rodríguez Delgado, dado que había estudiado Náutica en Nueva York, tenía conocimientos de astronomía y lógicamente dominaba la lengua del inglés. Él se unió por dos veces a la expedición ascendiendo desde el sur de la isla, seguramente desde Granadilla (Hacienda de las Vegas).

En el libro de Charles Piazzi Smith titulado "Teneriffe: An Astronomer´s Experiment" (traducido al español en la obra "Más Cerca del Cielo" año 2002), en la excusión que hicieron a lo más alto del pico del Teide escribe: "...le pedí a mis amigos que esperasen un momento más para que pudiera tomar otra fotografía, dado que las emanaciones sulfúricas del terreno han echado a perder casi todas las placas que impresioné hoy. Por ello, Don Martín Rodríguez se colocó de nuevo en el punto más alto de la pared del cráter, el lugar culminante del Pico de Tenerife, con uno de sus hombres cerca de él, y el carpintero del yate, que acertó a pasar en ese momento con un cubo lleno de muestras sulfúricas, también salió en la fotografía, mientras las rocas oscuras del primer plano muestran el exterior marrón, y el claro acantilado bloqueado por el vapor que vemos abajo el Don es el interior del cráter terminal de Tenerife...


MARTÍN RODRÍGUEZ DELGADO FUE LA PRIMERA PERSONA EN SER FOTOGRAFIADA EN LA PARTE MÁS ALTA DEL PICO DEL TEIDE, EN 1856.


Fotografía en lo alto de la montaña de Guajara, en las Cañadas de El Teide (hoy en día se puede llegar caminando en 2 horas a ese lugar desde el Parador del Teide cogiendo los sendero 31 o 5; cambiando luego al 15 hasta el lugar llamado Alto de Guajara, a 3.185 metros), con uno de los telescopios y el Teide al fondo. Es el mismo lugar donde en 1910 asentó su telescopio el astrónomo francés Jean Mascart, que hizo diversos estudios, entre ellos, del paso del cometa Halley; el cual fotografió por primera vez.

PINCHAR AQUÍ PARA VER PÁGINAS DEL LIBRO EN QUE SE NOMBRA A MARTÍN RODRÍGUEZ DELGADO

Martín Rodríguez Delgado también fue amigo y mantuvo estrecho contacto con Sabino Berthelot, nacido en Marsella.

Plano de un proyecto en 1858, de Sabino Berthelot,  para la casa de la Hacienda de Las Vegas, por encargo de Martín Rodríguez Delgado. La obra no se llegó a realizar. Foto del plano aportado al blog por Leopoldo Tabares de Nava y Marín.







Su padre, Martín Rodríguez Castellano, natural de Santa Cruz de Tenerife, nacido en 1782?, se dedicó con éxito al comercio de mercancías por transporte marítimo (la familia de su madre, los Castellano, es activa y conocida en el tráfico marítimo pues son propietarios de varias barcos, negocio que mantendrán en las siguientes generaciones). Casi no conoció a su único hijo, pues aún joven en uno de sus viajes falleció en Campeche- Méjico (entre 1814 y 1816). 

Eran tiempos revueltos. En aquellos años en Mexico estaba tomando froma la revolución que más adelante se transformaía en independencia de España.

En 1812, en Cádiz, se reunieron las Cortes como los verdaderos representantes del gobierno español. En ellas quedaron infiltrados también los principios del liberalismo, de los cuales el de la libertad de comercio había redundado en beneficio de las burguesías comerciales ibéricas.

En Mérida fue publicada esta Constitución, el 27 de febrero de 1813, y se llamaron a elecciones, para la formación de la Primera Diputación yucateca y para la de los ayuntamientos de las principales poblaciones de la región. Participaron sanjuanistas y rutineros, obteniendo los primeros el triunfo en los ayuntamientos y los segundos en la Diputación provincial. Existieron protestas por parte de los liberales pero no hubo respuestas.

Curiosamente, la Diputación Yucateca solicitó ante las Cortes de Cádiz la apertura de un Consulado de Comercio en la península, lo cual fue visto con beneplácito por los campechanos. Sin embargo, en un vuelco inexplicable, los diputados de mayoría yucateca pidieron la sede del Consulado en Mérida. Entre Mérida y Campeche empezaron a publicarse mutuas críticas, con el fin de debilitar los argumentos que cada una presentaba para obtener el control del deseado consulado.

Uno de los diputados de las Cortes, Miguel González Lastiri, sacerdote campechano, propuso conciliatoriamente que los principales cargos del proyecto se repartieran entre una y otra ciudad, lo cual fue aceptado tanto por las autoridades provinciales como españolas, reconciliándose Campeche con Mérida. Sin embargo, las Cortes fallaron en contra del establecimiento del Consulado, negativa que el proyecto recibía por cuarta vez, desde que naciera.

Fernándo VII había vuelto al trono de España en 1814, anulando la Constitución de Cádiz y las leyes y reglamentos que de ella hubiesen emanado. El gobernador de Yucatán se apresuró a dar a conocer los decretos reales que daban por concluido el periodo constitucional de las Cortes. Se encarcelaron a los principales sanjuanistas y se ordenó la quema pública de sus periódicos. Una vez más se iniciaron las gestiones para abrir un Consulado de Comercio, pero también el Rey se negó a la apertura.

En 1814, sin previo reconocimiento de las autoridades españolas, la Intendencia de Yucatán constituyó su propio reglamento de comercio, por el cual abrió sus puertas al comercio extranjero, rompiendo así un monopolio hispano de cerca de 300 años. Se determinó un impuesto aduanal de 12 a 16% para los buques españoles, un 16 al 20% para los extranjeros y solo un 9% para los buques del puerto de La Habana. Esto beneficiaba a los comerciantes yucatecos pues era la Habana con quién más tenían contacto. Por el contrario perjudicaba a los campechanos pues los puertos de San Francisco de Campeche, San Bartolo Lerma y Champotón tenían más comercio con buques españoles y extranjeros.


Volviendo a la familia de Martín Rodríguez Castellano, no debía estar mal situada socialmente, pues su prima hermana (por ambos lados) Rita Castellano y Rodríguez casó en S/C de TF. en 1811 con Juan S. de Lecuona y Carta.  

Un tío de Martín Rodriguez Castellano, con el que tuvo mucha relación, fue Antonio Bacilio Castellano, que figura ya como viudo (con 60 años) en el padrón de Santa Cruz de enero de 1818, anotándose que vive del comercio y reside en la calle de la Cruz Verde nº 18. En su casa indica que viven sus hijos María del Pilar (24 años y soltera), Rosalía (13), Dolores (12), Lorenzo (14) y Jacinta (9), junto con dos criados. 


En este legajo pueden verse algunos intercambios comerciales entre Martín Rodríguez Castellano y su tío Antonio Bacilio Castellano, poco antes de fallecer el joven Martín R.C.


   Su madre, Antonia Delgado y Meneses, viuda de Martín Rodríguez Castellano, casó con Salvador González (alrededor de 1817, teniendo ella ese año 21 años de edad y él 49). 



    En el padrón municipal de Santa Cruz de enero de 1818 aparecen Antonia y Salvador domiciliados en la C/La Consolación, 72 (se indica que esa casa era propiedad de Francisco Arvelo) tanto María del Rosario Meneses (56 años, viuda), como su hija Antonia Delgado (22 años) y el marido de ésta Salvador González (50 años, indicando que se dedica al comercio), Felipa Delgado aparece con 1 año, Martín Rodríguez Delgado con 4 años (indicando que es hijo del primer marido de Dña. Antonia), así como la otra hija de María del Rosario, Ramona Delgado (16 años, soltera), y una criada llamada Juana Morales (24 años). Parece ser por tanto que Antonia Delgado y su nuevo marido Salvador González aún no se habían mudado a su nueva casa de la c/Castillo, 2 (luego núm. 3, que había sido comprada por Salvador hacía unos meses). En dicho padron de enero de 1818 ya salen a nombre de Salvador las casas en c/Castillo, 2 y C/Castillo, 25.

La hija de ambos, Felipa González Delgado casó a su vez en 1840 con Juan Cumella y Monner, importante comerciante catalán establecido en Santa Cruz de Tenerife, que fue además un destacado político conservador. 




 
Casa principal del matrimonio (Felipa y Juan Cumella) en la calle del Castillo, 3 (antes 2) en Santa Cruz de Tenerife, esquina con c/San Pedro Alcántara). La había aportado Felipa al matrimonio, al haberla comprado a su vez su padre Salvador C. González en 1817. Felipa la dejó a su sobrino nieto Martín Rodríguez y Díaz-Llanos, como su heredero universal, pero la casa se enajenó en 1899 para pagar los gatos de la herencia (Juan Cumella había heredado los bienes de Felipa en usufructo, hasta su muerte en 1899).



Casa en la calle del Castillo,3 en Santa Cruz de Tenerife (esquina con c/San Pedro Alcántara). 



    En el padron de enero de 1818 de Santa Cruz de Tenerife, Sixto Román y Machado-Fiesco reside en alquiler en esa casa de la calle del Castillo de Santa Cruz, muy próxima a la plaza del Castillo (actual plaza de Candelaria), junto con su mujer Josefa Franco de Castilla y su nieta la niña Guadalupe del Hoyo (que casaría en 1833 con Antonio de Ponte y Benítez de Lugo). En esa casa, propiedad de Salvador González (padrastro de Martín Rodríguez de Azero y Delgado), Sixto Román tuvo alquilada la entreplanta para las oficinas de la Real Hacienda. 


Contribuciones de Antonia Delgado (de González, por su segundo matrimonio con Salvador González), madre de Martín Rodríguez Delgado, o de los herederos de Salvador González, en varias casas en Santa Cruz.

Aparecen pagos para las casas en las calles Castillo nº 25; La Gloria nº2 (actual c/ Juan Padrón), La Candelaria nº12; La Consolación, nº 13 (actual c/Puerta Canseco); para la construcción de atarjea en el Camino de los Coches (que es la actual Rambla de las Asuncionistas); para tasas de Tacoronte, etc,... 






Documento curioso de 1848 en el cual Josefa Sanson D'Escoubet le pide a Antonia González (se entiende Antonia Delgado, mujer de Salvador González) - como persona acaudalada - que le preste dos duros (dejando algo en prenda) al estar en un apuro y sin dinero en casa.


Salvador Cayetano González Hernández, natural de La Laguna (donde debió de nacer alrededor de 1768 pues en 1818 tenía 50 años) pero luego asentado en Santa Cruz (en 1817 compró la casa de tres plantas en la c/Castillo, nº2 luego 3, esquina con la c/San Pedro Alcántara), fue un adinerado comerciante, que realizó viajes y negocios en Norte América (Pensilvania y Nueva york) y, en sus últimos años - ya de vuelta en Tenerife - sufrió de muy mala salud, por lo que en su testamento dice que no firma al tener el brazo derecho impedido por motivo de su enfermedad. También declara en su testamento que en sus años de vida marital no aumento sus bienes sino al contrario los redujo debido a los gastos ocasionados por su enfermedad.

Detalle del testamento en 1828 de Salvador Cayetano González Hernández, donde se indica que era natural de La Laguna y que sus padres fueron Salvador González y Juana Hernández de Alguiz. También se indica que su primera mujer había sido María Enrique, natural de Tacoronte. Con ella había tenido un único hijo, Salvador Santos González, que falleció soltero en la "América Inglesa" antes que su madre...

Detalle de la partición en 1832 de los bienes de Salvador Cayetano González, donde se cita que en el testamento indicó que pagó los estudios de su entenado Martín Rodríguez Delgado en Nueva York, adonde partió en agosto de 1827 con 14 años de edad  (o sea, al hijo que ya tenía su mujer Antonia Delgado cuando casó con ella). Para dichos gastos se enviaron 42 pipas de vino, o sea, más de 20 mil litros, para que con su venta se pagaran sus estudios.

Su testamento de 1828 asignó a su mujer Antonia Delgado (de la cual dice que no aportó bienes al matrimonio) el remanente del quinto de sus bienes, que se materializaron en las siguientes bienes (valorados en 130.291 reales):
- Le asigna el pago de los gastos del funeral, valorados en 2.039 reales, los cuales se deducen del importe total.
- Le asigna el pago de los últimos gastos de los estudios de su hijo Martín Rodríguez Delgado en Nueva York durante 6 meses incluido transporte de vuelta (los dos años anteriores los pagó Salvador enviando 42 pipas de vino, para que con su venta se obtuviera el capital necesario), valorados en 7.202 reales.
- Una casa terrera en la c/Candelaria, valorada en 22.124 reales.
- Una casa terrea en la c/San Francisco, valorada en 21.502 reales.
- Dinero en efectivo: 47.550 reales. Tanto para el efectivo de Antonio como para el de Felipa, se contó, además de los cobros pendientes, de 189.400 reales de oro inventariado; en concreto 592 onzas de oro acuñadas.
El vino y pipas pertenecientes a la bodega que Antonia Delgado tomó a su cargo, valorado en 2.317 escudos.
- El balance contra Vicente López por la "mistelería" que Antonio Delgado tomó a su cargo, valorado en 4.144 reales.
- Plata labrada por valor de 5.217 reales.
- Una parte de los efectos de comercio existentes, valorada en 6.794 reales.
- Muebles por valor de 2.493 reales.
- Loza del uso, por valor de 295 reales.
- Ropas del uso, por valor de 352 reales.
- Créditos pendientes, por valor de 7.784 reales.



Caja fuerte de Juan Cumella, actualmente propiedad de la familia Benítez. Es posible que a Juan Cumella le llegara por su suegro Salvador González (éste citaba que las onzas de oro acuñadas las guardaba en su arca de hierro), pero lo seguro es que fue adquirida por uno de los dos a raíz de sus negocios anglosajones.

Y a su hija Felipa González Delgado, heredera universal, los siguientes bienes (valorados en 515.395 reales vellón, una vez deducidos gastos):

- La casa de tres pisos en la C/Castillo nº2 (luego nº3 en la partición de Felipa), valorada en 200.476 reales.
- Dos almacenes en la c/Castillo, números 24 y 25, valorados en 47.881 reales.
- Unos terrenos con casa en Agua García - Tacoronte, donde dicen Toledo, valorados en 5.897 reales.
- En dinero efectivo 168.087 reales.
- Créditos activos pendientes, valorados en 31.139 reales.
- Numerosas piezas de plata labrada valoradas en 20.653 reales.
- Efectos de comercio existentes, valorados en 27.178 reales.
- Numerosos muebles, incluyendo un piano de 4.500 reales, valorados en 9.965 reales.
- Loza del uso, valorada en 1.179 reales.
- Ropas al uso, valoradas en 982 reales.
- Ferretería y batería de cocina, valorada en 1.833 reales.
- Viguetas de pino en La Bodega, valoradas en 120 reales.

Respecto a la partición en 1860 de los bienes de Antonia Delgado Meneses (que había nacido alrededor de 1796 pues en 1818 tenía 22 años y ya había casado por segunda vez. A su hijo Martín lo tuvo con 18 años, pues en 1818 éste tenía 4 años), se indica que en su primer consorcio (matrimonio) ni ella ni su marido (Martín Rodríguez Castellano) aportaron bienes. Y que, cuando contrajo el segundo, tampoco llevó ella cosa alguna. No tuvo bienes gananciales en su segundo matrimonio, según manifestó en su testamento de 1828 su marido Salvador Cayetano González. Por lo que en su partición sólo figuraron los bienes existentes del lado del quinto que le dejó su segundo marido, pues aunque le pertenecían también dos casas terreras, una en la calle San Francisco y otra en la de Candelaria, éstas las enajenó, percibiendo sus valores en metálico. También formarán parte del cuerpo de bienes la legítima que le correspondía a la madre común en unión de sus demás hermanos, y los bienes adquiridos después de la defunción de su segundo marido. Le pertenecían la quinta parte de dos casas terreras, una en la calle de la Consolación (actual c/Puerta Canseco) y otra en la de la Gloria (atual c/Juan Padrón). Adquirió la casa en la calle de La Luz nº71 (actual c/Imeldo Serís), por compra hecha en pública subasta a los herederos de Rafael Aguilar. Su padre José Delgado y Jorge había comprado dos casas contiguas en la calle de La Rosa, nº35 del Toscal, pero en los bienes de su madre Mª del Rosario Meneses de la Cruz sólo figuraba una, por lo que la otra pudo ser enajenada.

Mejoró en el tercio del líquido de sus bienes para sus nietos, es decir, a los hijos que tiene y tuviere su hijo Martín Rodríguez Delgado y también los que tuviera Felipa Delgado (que no tuvo).

La hijuela para Martín Rodríguez Delgado fue de un valor de 47.775 reales, adjudicando los siguientes bienes:
- Una parte de la casa en la calle de La Luz, marcada con el número 71, que había sido comprada por su madre valorada esta parte en 20.312 reales vellón.
- La mitad de la hacienda y casa de Valle Seco (que había sido comprada por su madre y por su tía Ramona), valorada en 3.395 reales.
- La cuarta parte de la casa terrera en la c/La Rosa, 35, valorada en 500 reales.
- Plata labrada por valor de 7.524 reales.
- Efectivo de 11.346 reales vellón.

La hijuela para Felipa González Delgado fue de un valor de 29.555 reales, adjudicando los siguientes bienes:
- La hacienda de La Costa, valorada en 25.550 reales.
- La cuarta parte de la casa de la c/Consolación, nº25 (actual c/Puerta Canseco), valorada en 25.500 reales.
- La quinta parte de la casa en la c/La Gloria (actual c/Juan Padrón), valorada en 1.400 reales.
- Dinero en metálico, por valor de 655 reales.


La hijuela para los nietos se valoró en 29.555 reales, adjudicándose los siguientes bienes:
- Una parte del valor de la casa situada en la calle de La Luz, nº71 (actual c/Imeldo Serís desde 1899), por valor de 29.555 reales. Al ser Martín Rodríguez Delgado el único de ambos hermanos (de madre común) con hijos, tomó posesión de esta hijuela para sus hijos, completando la propiedad total de la casa.


Según Tomás Tabares de Nava y Tabares, los abuelos paternos de Martín Rodríguez Delgado fueron:

- Antonio Rodríguez y Viera Acuña Díaz. Cuyo  padre fue Lorenzo Rodríguez y Acuña (nacido el 2 de marzo de 1716, apadrinándolo en el bautizo Andrés de Valcárcel y Lugo que fue el 20 de marzo), que fue familiar del Santo Oficio de la Inquisición y quien por primera vez dejó de utilizar el apellido compuesto. Sus quintos nietos lo recuperaron en 1946. Lorenzo y su mujer Rosa María Viera eran vecinos del Puerto de la Cruz, con ascendencia en Garachico (aunque erróneamente se había considerado que provenían de Icod de los Vinos). El padre de Lorenzo fue el alférez Cristóbal Rodríguez de Azero y Román, que casó con Catalina de Acuña y Guzmán. Al abuelo de Lorenzo, Lorenzo Rodríguez-de-Azero y Fonseca, en 1663 le fueron concedidas por el rey Felipe IV las preeminencias de hombre noble.


    Documento de 1783 en donde se cita al bergantín propiedad de Antonio Rodríguez; barco que partió desde Santa Cruz de Tenerife hacia La Habana en noviembre de 1783. Con toda probabilidad se refiere a Antonio Rodríguez (de Azero) y Viera, quien había trasladado su residencia desde el Puerto de la Cruz hacia Santa Cruz de Tenerife (continuando con el negocio familiar de comercio marítimo pero a partir de entonces en el puerto de Santa Cruz). A partir de entonces la descendencia de los Rodríguez de Azero pasa a vivir en Santa Cruz de Tenerife.

El Nobiliario de Canarias se refiere así a Lorenzo Rodríguez (de Azero) y Acuña:

- Jacinta María Castellano y Marrero Guzmán Rodríguez. Sus padres fueron Alonso Castellano Duarte y Guzmán, natural de Guía de Gran Canaria, y Rosalía Marrero (1723-1801). Los Guzmán de Gáldar descienden de la princesa aborigen Catalina Guadarteme (Masequera o princesa Arminda), princesa de la familia aborigen del Rey o Guanarteme de Gáldar (concretamente hija de Egonayga Guayasén Semidán y de la guayarmina o reina de Gáldar llamada Atendiura), que fue bautizada y casó con el noble castellano oriundo de Toledo don Hernando de Guzmán (luego gobernador de la isla). Por eso es también conocida como Catalina de Guzmán.

Sus abuelos maternos fueron:

- José Delgado y Jorge. Posiblemente descendiente de Juan Delgado, "de las Islas" (o sea, descendientes de pobladores de Lanzarote y Fuerteventura), que fue poblador de Taganana desde antes de 1499 (era hijo de Luis Suárez y de Catalina Chimida, vecinos de Fuerteventura. Había casado con María Berriel, hija del conquistador Juan Berriel. Fue uno de los 11 beneficiarios iniciales del repartimiento colectivo en 1501 que fundó el pueblo de Taganana, caso único en la historia de Tenerife). En el acta de la reunión popular en Santa Cruz de Tenerife el 29 de julio de 1797 en la que se aclama por compatronos del lugar a la Santa Cruz y al Apóstol Santiago, hay un José Delgado (sin especificar su segundo apellido) entre los 52 vecinos firmantes. Quién sabe si sería el José Delgado que nos ocupa, pues cierta relevancia social debía tener a tenor de los dos enlaces ya comentados de su hija Antonia Delgado y Meneses.Además, por fechas y edad, también sería posible.

- Mª del Rosario Meneses y de la Cruz González Cabrera. Cuyo padre fue Ambrosio Meneses González, natural de Taganana. Y cuya  madre fue María de la Cruz y Cabrera, que también residió en Taganana. El apellido Meneses fue uno de los primeros en asentarse en Taganana. En el siglo XVI, Taganana debió su prosperidad a sus ingenios de azúcar. El segundo ingenio fue el que fabricó en 1560 el regidor Juan de Meneses, con dinero prestado y que perteneció casi inmediatamente después a Pedro Huesterlin (Westerling)*, siendo a partir de entonces Juan de Meneses su arrendador (existe un documento de 1582 en el que presenta las cuentas de 9 años de explotación), 

(*) El flamenco Pedro Westerling Van-Cutseghen, antepasado de los Tabares de Nava, nació en Brujas y establecido en La Palma a comienzos del siglo XVI, donde contrajo matrimonio con Ana Van-Trille Jakes Monique Van-de-Walle, pasando posteriormente a residir en Tenerife.



ANA PERAZA Y MEJÍAS  (1808-1882)
Natural de Arico, y cuarta de ocho hermanos, se casó en 1847 con Martín Rodríguez Delgado. 

Según indica el historiador Octavio Rodríguez Delgado en un artículo sobre Bartolomé Peraza y Mejías, por el padrón parroquial de Arico de 1820, conocemos la situación de su familia, que vivía en la casa nº 2 de Arico el Nuevo: don Francisco Peraza y Ayala (realmente Torres de segundo) figuraba con 44 años y doña Bárbara Mexías con 39; les acompañaban ocho hijos: Antonio, de 15 años, Paula, de 14, María, de 12, Ana, de 11, Francisco, de 10, Bárbara, de 9, Bartolomé, de 7, y Rosa, de 4 años; además, tenían una criada a su servicio: Candelaria, de 15 años. En igual situación continuaban en 1821 y 1823.

Continuando el estudio de Octavio Rodríguez Delgado: "Tras la muerte de su padre, en 1835 la familia vivía en la casa nº 3 de Arico el Nuevo; doña Bárbara Mexía figuraba con 54 años y viuda; le acompañaba su hermana, doña María Mexía, de 52 años y soltera, y sus ocho hijos: Antonio, de 31 años, Paula, de 29, María, de 27, Ana, de 25, Francisco, de 23, Bárbara, de 22, Bartolomé, de 21, y Rosa, de 19 años; y tenían dos criados: María Galdón, de 25 años, y Domino Pacheco, de 33 años. En igual situación continuaban en 1836 y 1839. En 1840 solo vivían con doña Bárbara 7 de sus hijos y mantenía dos criados. En 1842, 1843, 1844 y 1845 vivían en la casa nº 2 de Arico el Nuevo y en el segundo de dichos años tenían 4 criados".

Su hermano Antonio murió soltero y su hermano Francisco (pionero del cultivo de la cochinilla) tuvo 2 hijos (aunque casó en 1879 con 70 años y murió 3 años después), de los cuales sólo tuvo descendencia Ramón Peraza Pérez (el cual fue coetáneo de Martín Rodríguez Díaz-Llanos y heredó de su padre y de su tío Antonio lo que se denomina actualmente las casas de los Peraza en Arico El Nuevo, pues esa parte de la casa se dividió a su vez en las tres actuales). Otra hermana, Paula, heredó la parte de la casa que es actualmente la de los herederos de Alonso R. de A. Salazar, y otra, Rosa, heredó la que es la actual casa de los herederos de Francisco R. de A. Salazar. Ambas hermanas no tuvieron descendencia. Otro hermano de Ana fue Bartolomé Peraza y Mejías, a quien sólo sobrevivió su hija Juana Peraza y Peraza; la cual vendió en 1905 a Martín Rodríguez de Azero y Díaz-Llanos la actual casa en Arico El Nuevo de los de los herederos de José R. de A. Salazar (así como la casa del Porís de Abona, actualmente de los hermanos Tabares de Nava y R.de A.).

La tía Rosa Peraza y Mejías, que dejó en herencia su parte de la casa a su sobrino  Martín Rodríguez de Azero y Peraza. Es la actual casa de los de Tío Paco.

         Su padre fue el capitán Francisco Peraza de Ayala y Torres (1774-1834), natural de Granadilla pero que residió en Arico el Nuevo. En Fasnia fue el principal  terrateniente, con 86 fincas que hacían un total de 250 ha., que figuraron en su testamento. En Arico este matrimonio tuvo 157 fincas, que hacían un total de 361 ha., a las que se añadían las propiedades urbanas.

Su madre Bárbara Mexías y de Torres (1778-1843) residió en Arico el Nuevo, en la casa y finca que actualmente son las casas de los Rodríguez de Azero (tío Pepe, tío Alonso y tío Paco) y también la denominada actualmente de los Peraza. Fue la tercera mayor contribuyente de Arico en 1841.

Su abuelo materno fue el teniente capitán Bartolomé Delgado Mexías González Llerena (1742-1807), nacido en el Caserío del Camino Real de Fasnia, en el seno de la familia más importante de la localidad. Descendiente de una larga saga de militares, fue alcalde de Arico (que incluía Fasnia) y mayordomo de la Virgen de las Mercedes de Abona. Un bisabuelo suyo fue Juan Delgado-Trinidad, cuyo quinto abuelo era don Diego de Adeje (al que Viana denominó PELINOR), último soberano guanche de Adeje. Su bisabuela Florentina Verde-de-Bethéncourt fue cuarta nieta de BENTOR (mencey de Taoro que se desriscó en Tigaiga en 1496, e hijo del mencey BENCOMO) y también descendiente de GUADARFÍA, último rey indígena de Lanzarote. 
Su abuela materna fue Paula de Morales (realmente Torres y Morales) Fernández-de-Chávez (o de Meneses) Delgado (1742-1802), hermana de Mª Josefa recién citada, aunque se llamó así por su madre Paula de Morales. Cuyo padre fue Diego Antonio de Torres, casado con Paula de Morales e hijo de Diego de Torres de Vera y de Lucía Fernández de Chaves Masiu (hija de Juan Fernández de Chavez y de Ana Masiu de la Guardia). 

Un tío de Diego Antonio de Torres, Juan Fernández de Chavez y Masiu (hermano de la citada Lucia Fernández de Chávez), en su testamento de 1753, y al no tener descendencia, deja sus abundantes bienes mediante un vínculo a su sobrino Diego Antonio de Torres. Este vínculo luego continuó por la línea del hermano de Paula, Juan Antonio de Torres y Morales, que casó con Rita Trinidad (o Delgado-Trinidad).

Al casarse  en 1773 Bartolomé Delgado Mexías con Paula de Torres y Morales se construyeron una casa en Arico El Nuevo. Dicha casa -y posiblemente un solar anexo- hoy en día se divididen en las casas de Rodríguez-de-Azero y la de Peraza. Su hermano Juan Antonio de Torres y Morales heredó la casa construida por sus padres en Arico el Nuevo, denominada "El patio de Don Diego", la primera a la izquierda subiendo la calle desde la plaza. 

ALGUNAS HISTORIAS DE ESCLAVITUD EN ARICO:




El citado capitán Diego Antonio de Torres (1711-1779), padre de Paula de Torres y Morales, fue el mayor propietario de Arico de la época y había sido hijo del alférez Diego de Torres Vera (1654-1695). Según describe Nelson Díaz Frias en su libro "Rosalía Gómez, la última esclava de la isla de Tenerife", la penúltima esclava del sur de Tenerife se llamó Ana María García (o Rodríguez), nacida en 1747 y fallecida en 1807, y fue "propiedad" del capitán Diego A. de Torres al serlo antes su madre Catalina Rodríguez.

    La esclava Catalina Rodríguez había sido, antes de Diego A. de Torres, propiedad del suegro de Diego A. el capitán Esteban de Morales (1677-1750). Ana María fue vendida, posiblemente en su infancia o juventud, al prebítero adejero Diego García de Acevedo. Y casó en 1769 con el mulato aronero José Antonio Urbano, hijo de esclavo negro y de madre libre y blanca,

    Por otro lado, el capitán Bartolomé Delgado Mexías fue nieto de Salvador González Mexía, hijo mayor de Francisco González Mexía y de Sebastiana María González. 

    Salvador González Mexía, que casó en 1672 con María García del Castillo, fue alcalde de Arico en 1665 y 1669 y patrono de la festividad de la Cruz, tuvo "en propiedad" a Lorenzo González, de los últimos esclavos de Tenerife, según describe Nelson Díaz Frías en su libro "Rosalía Gómez, la última esclava de Tenerife". Lorenzo González ya habia alcanzado su libertad en el momento en que contrajo matrimonio.

ANA PERAZA Y MEJÍAS (1808-1882)




MANUEL DE ORÁA Y ARCOCHA (1822-1889)

Primer Arquitecto Provincial de Canarias en 1853, famoso arquitecto de la Real Academia de San Fernando de Madrid, coronel de Ingenieros de los Ejércitos Carlista y caballero de la Orden de Santiago.

Al ser miembro de una antigua familia carlista, tuvo que exiliarse a Canarias a los 25 años, poco después de obtener el título de arquitecto. Al llegar a Santa Cruz de Tenerife, en 1847, se convirtió en el primer titulado que había llegado a las islas, por lo que el ayuntamiento lo nombró arquitecto municipal. En 1853 fue nombrado arquitecto provincial.

Tenía una acusada personalidad, conocía su oficio y tenía una alta cualificación técnica, a la que se le unía una gran sensibilidad artística. Todo ello determinó un estilo peculiar, siendo obra suya gran parte de los edificios oficiales y de la burguesía del siglo XIX. También hizo algún proyecto de ingeniería, como el de la conducción de aguas en 1854 desde la ermita de las Mercedes hasta la ciudad de La Laguna; aunque no se realizó por ser demasiado caro y no aprovecharse los acueductos existentes.

La coyuntura política le hizo regresar a la península en 1862, trabajó en Madrid y Segovia e intervino, con el grado de Teniente Coronel, en la última guerra carlista, iniciada en 1872. Ascendió a Coronel honorífico en 1875. La derrota le obligó a exiliarse a Francia en 1876. En 1877 regresó a Tenerife, donde reinicio su actividad profesional hasta su muerte.

Su padre fue Juan Fernando Sabas-de-Oráa y Ruiz-de-Borricón.

Su madre fue Jacoba de Arcocha y López-de-Novales.

Su abuelos paternos fueron:

- Simón Santos-de-Oráa y Apellániz, regidor perpetuo de la Ciudad de Burgos. La casa solariega de Oraá fue una de las primeras pobladoras de Guipúzcoa.

- Vicenta Ruiz-de-Borricón y del Val.

Sus abuelos maternos fueron:

- Domingo de Arcocha y Goiri.

- Andrea López-de-Novales y Cortés

MANUEL DE ORÁA Y ARCOCHA
MANUEL DE ORÁA Y ARCOCHA


MANUEL DE ORÁA Y ARCOCHA




CÁNDIDA CÓLOGAN Y HEREDIA (1831-XXXX)

Contrajo matrimonio con Manuel de Oráa en La Orotava en 1850.

Su padre fue Juan A. Cólogan-Franchi y Ponte (1793-1854), VIII marqués de El Sauzal, cuyo retrato, resumen biográfico y antepasados se verán en la siguiente generación.

Su madre fue Mª Eustaquia de Heredia y Aspiroz (1802-1864), natural de Pamplona, cuyo retrato, resumen biográfico y antepasados veremos subiendo un escalón generacional.


ANTONIO DÍAZ LLANOS Y Mª DE LAS MERCEDES
 ORAMAS HERNÁNDEZ-BAUTISTA

Antonio nació en 1826 y fue regidor de La Laguna.Natural de S. Juan de la Rambla. La casa de Díaz-Llanos en San Juan de la Rambla la habitaron las familias de su hermano Cándido (1839-1910) y de su hermana Norberta (1824-1888). 

Mª de las Mercedes Oramas era también de San Juan de la Rambla y nació en 1821. Cuando casa su hija Mª Mercedes con Martín Rodríguez Peraza, figura junto con su marido como residente en la c/Herradores, 91 - La Laguna.


Descendencia de Antonio Díaz-Llanos y de MªMercedes Oramas Hernández-Bautista


El padre de Antonio fue Antonio Díaz-Llanos y Rodríguez Barroso (1783-1873). El capellán de San J. de la Rambla (Baltasar Díaz de Mesa:1756-1833) dona a esta pareja en su testamento de 1831 la que a partir entonces se consideró la casa solariega de Díaz-Llanos en dicha localidad, anexa a la Parroquia.

Casa Díaz-Llanos en San Juan de la Rambla.


La madre de Antonio fue Catalina de Sena, huérfana. Casó con Antonio en 1822. Fue recogida en la puerta parroquia de San Juan de La Rambla por ecapellán Baltasar Díaz de Mesa (1756-1833), que dona a esta pareja en su testamento de 1831 la que a partir entonces se consideró la casa solariega de Díaz-Llanos en dicha localidad, anexa a la Parroquia. Dejaron al bebé en la puerta de la parroquia de San Juan de la Rambla, apadrinándola el capellán y casándola con un Díaz-Llanos. Convivieron con el capellán hasta la muerte de éste.

Los abuelos paternos de Antonio fueron:

- Miguel Díaz-Llanos Bautista Barroso Pérez, natural de San Juan de la Rambla (del Barrio de Las Aguas).  

- Antonia Rodríguez Barroso y Miranda, natural también del Barrio de Las Aguas.

Y los maternos fueron lógicamente desconocidos, al ser Catalina huérfana. 

El padre de María Mercedes Oramas fue Pablo Oramas Quevedo (1774-1836), que fue alcalde de San Juan de la Rambla. Mediante compra a sus hermanos queda como único dueño de la Casa Oramas-Quevedo de sus padres en dicha localidad, fijando en ella su residencia.    

Casa Oramas-Quevedo en San Juan de la Rambla

La madre de María Mercedes fue Andrea Hernández-Bautista y Oramas. Contraen matrimonio en 1811.

Los abuelos paternos de María Mercedes fueron:

- Mateo Delgado Oramas(-de-Sáa) Bautista Meneses Abreu (1737-1794), hijo de Catalina Oramas-de-Sáa y Meneses (que casó en 1731 con Juan Delgado Bautista, también natural de San Juan de la Rambla). Mateo era primo de Clara Lorenza Oramas-de-Sáa Castillo, citada más abajo en su matrimonio con Antonio Méndez-Fernández-de-Lugo. Mateo era tío de Andrea Oramas Perdomo, también citada justo debajo. El apellido Oramas (o Doramas) procede de un familiar del célebre Doramas ("narices anchas"), aborigen gran canario que se rebeló contra el Guanarteme de Telde, adquiriendo también gran importancia como jefe militar contra los conquistadores españoles. Murió en singular combate a manos de Pedro de Vera. Su octavo abuelo Juan Doramas (de nombre aborigen era Juger Lintevur), sobrino o familiar de Doramas, fue un aborigen natural de Gran Canaria, conquistador de Granada y Tenerife, que obtuvo diferentes repartimientos en la Rambla y Los Realejos. Casó con Collorampa, llamada después del bautismo Mariana Hernández Bencomo, hija del gran Bencomo.

- Josefa Quevedo y Machado, hija de José Antonio Quevedo, Capitán de Fragata de la Real Armada, y de Isabel Jerónima Machado. Casó con Mateo en 1760. Dueños de toda la manzana, construyen en el  tercer cuarto del siglo XVIII la casa Oramas-Quevedo de San Juan de la Rambla.

Y los abuelos maternos de María Mercedes fueron:

- El teniente coronel José Hernández-Bautista y Domínguez

- Andrea Oramas y Perdomo Castillo Bautista, hija de Antonio Oramas-de-Sáa y Castillo Meneses Barrios, hermano de Clara, casada  con Antonio Méndez-Fernández de Lugo, y primo de Mateo Delgado Oramas (recién citado más arriba). Su noveno abuelo Juan Doramas (su nombre aborigen era Juger Lintevur), sobrino del célebre Doramas (último Rey canario de la comarca de Telde), fue un aborigen natural de Gran Canaria, conquistador de Granada y Tenerife, obteniendo diferentes repartimientos en la Rambla y Los Realejos. Casó con Collorampa, llamada después del bautismo Mariana Hernández Bencomo, hija del gran Bencomo. La casa solariega de Oramas-de-Sáa en San Juan de la Rambla, situada frente a la fachada principal de la parroquia, fue adquirida por su abuelo Mateo Manuel Oramás-de-Sáa y Meneses y heredada por su padre, pero pasó luego a propiedad del hermano de Andrea, Antonio Lorenzo, y al hijo de éste (Bartolomé, capellán). Posteriormente fue adquirida por el presbíterio Basilio Oramas Hernández, a su muerte heredada por Oroncio Hernández Pérez y luego por los descendientes de éste.

Casa Oramas de Sáa en San Juan de la Rambla



EMILIO SALAZAR-DE-FRÍAS Y CHIRINO (1823-1896)

Capitán milicias de Canarias y diputado a Cortes. 


Fue el heredero de la marquesa de la Fuente de Las Palmas. Nació en el Palacio Salazar de La Laguna. Influyente político de la Restauración (diputado y senador del partido conservador), coetáneo de su sobrino en 4º grado Esteban Salazar de Frías y Ponte (rama Salazar de La Orotava), no prestó la suficiente atención al recurso presentado por éste último, como colofón del pleito iniciado en tiempos de sus abuelos. La sentencia del Tribunal Supremo en 1879 significó un gravísimo revés para los Salazar de La Laguna, pues el título y mayorazgo pasaban a Esteban. En 1879 Emilio seguía siendo el segundo mayor contribuyente de Vilaflor, tras el marqués de Adeje-Bélgida-Modéjar. En Arona (Cho y Chiñeja) en 1880, él y su madre, conservaban más de 2.900 ha, siendo todavía los principales propietarios. Posteriormente extensos dominios propiedad de Emilio en el sur de Tenerife (del mayorazgo de Soler) fueron adquiridos por la familia Alfonso (Antonio Alfonso y Feo), que habían sido sus acreedores.

Su padre fue Juan A. Salazar de Frías y Benítez de Lugo (1800-1890), cuyo retrato, resumen biográfico y antepasados se verán en el siguiente escalón generacional.

Su madre fue Dominga Chirino y del Hoyo (1805-1900); hermana de Alonso, marqués asesinado por la oligarquía rural chasnera en 1840, cuando se dirigía a caballo desde Granadilla a Vilaflor. Tras perder su marido los bienes del mayorazgo Salazar, se vio obligada a malvender sus propiedades en Chasna, provenientes del mayorazgo de Soler. Entre otras propiedades estaban los terrenos en Guaza y Las Galletas, siendo el  apoderado de las mismas Tomás Bello Gómez, al que posteriormente las vendió.

Los padres de Dominga fueron:

- Domingo Chirino y Soler-de-Padilla (de Castilla) Ascanio Montes-de-Oca Palacián García-del-Castillo Pacheco-Solís Vargas Van-de-Walle Carreño Lercaro-Justiniani (1766-1825), VI marqués de la Fuente de Las Palmas y último poseedor del mayorazgo de Soler. Se distinguió en la defensa de Tenerife contra H. Nelson al frente del regim. de Abona, aunque en medio de la batalla se lesionó en una caída tonta bajando de la montaña sobre la fortaleza de Paso Alto. Natural de Buenavista. Tuvo casas en en Vilaflor, Buenavista y S/C de Tfe.(Pza. de la Iglesia de la Concepción). Descendiente de Pedro Soler, de Tarragona, que creó un ingenio azucarero y fue fundador de Vilaflor o Chasna. Su abuelo, Juan Chirino Palacián Van de Walle Gática, nacido en La Habana-Cuba (su familia había vivido allí 3 generaciones, aunque es originaria de Cádiz), se estableció en Tenerife al recibir de su tía segunda Magdalena Franiel (cuyo hijo fue el primer marqués) el mayorazgo y el marquesado de la Fuente de Las Palmas (Hacienda de la Fuente - Buenavista), contrayendo matrimonio con Isabel de Ascanio y Pacheco-Solís.

Estado de fuerza de las Milicias Provinciales de Abona en diciembre de 1789, donde aparece Domingo Chirino Soler como teniente coronel.







En 1821 aparece como coronel del Regimiento Provincial de Milicias de La Laguna y ya como Marqués de Las Palmas (su padre había fallecido en 1795, heredando él el título). En 1791 había casado con la lagunera Ana María del Hoyo-Solórzano y Sotelo (realmente González de Mesa de segundo apellido)


Ana del Hoyo-Solórzano y González-de-Mesa Machado y Rodríguez-Felipe (1770-1845), hija de los III Condes de Siete Fuentes (que sólo tuvieron dos hijos). La boda con Domingo era la prueba de la reconciliación entre las dos familias tras cuatro generaciones (88 años) de pleito, al haberlo entablado a Magdalena Franiel los cuñados de ésta Alonso, Miguel, Francisca e Isabel Sotelo Jorba y Calderón. Isabel casó con García del Hoyo y su descendencia fue la que continuó el pleito. El cual finalizó por sentencia de 1769 en la que correspondió la hacienda de la Fuente de las Palmas (en Buenavista del norte) al III conde de Siete Fuentes Fernando del Hoyo-Solórzano, biznieto de Isabel y padre de Ana (actualmente es un complejo hotelero con campo de golf, dado que el X Conde de Siete Fuentes -Ildefonso Salazar-de-Frías y del Hoyo-Solórzano- la donó al morir en 1993 al Obispado, que su vez la vendió al Cabildo Insular), mientras que el título marquesal continuó en la familia Chirino. Ana del Hoyo, ya mayor, tuvo una enfermedad en las manos que le impedía firmar, como se refleja en el plieto que se entabló entre los descendientes de Amaro González de Mesa y Rodríguez Felipe y de Ana Josefa Rodríguez Felipe Squinart Texera y Machado (que murió en 1803), pues en 1825 aún no se había realizado la partición de bienes de la herencia de este matrimonio y quedaron sin efectos los mayorazgos y vínculos del testamento, dividiéndose en 1833 (tras un largo pleito) en tres partes iguales los bienes entre los descendientes de Bartolomé, Amaro y Beatriz González de Mesa y Rodríguez Felipe.

Los abuelos maternos de Dominga fueron:

- Fernando del Hoyo-Solórzano (y Abarca) Machado Sotelo y Calderón (1747-1812), III conde de Siete Fuentes, natural de Los Realejos, brigadier de los Reales Ejércitos, castellano del castillo principal de S/C de Tenerife, director de la R. S. de A. del País de Tenerife tras Tomás de Nava-Grimón,..siendo una de las personas de más distinción y prestigio de La Laguna. Su sexto abuelo fue el conquistador Hernando del Hoyo, criado de espuelas de Fernando El Católico (al cual salvó la vida en una ocasión), conquistador de Granada, La Palma y Tenerife, donde se distinguió en la Batalla de Acentejo (1494) y recibió extensos repartimientos de tierras. Había casado en Sevilla con María de Abarca, dama de la Reina Isabel La Católica.

- La condesa Beatriz González-de-Mesa y Rodríguez-Felipe Rodríguez-Felipe Squinart Lorenzo-de-Castro Tejera Machado Machado (1746-1824), hija de Amaro José Glez. de Mesa Rodríguez Phelipe Lorenzo de Castro y Machado, rector de la Universidad de Salamanca, y de su prima hermana Ana Josefa Rodríguez Phelipe Squinart Texera y Machado.
Amaro Pargo

    Ambos habían sido herederos universales de su tío el corsario Amaro Pargo, protagonista de numerosas leyendas, que fue armado por Felipe V para defender el comercio de Canarias con las Indias. Beatriz se casó a la edad de 18 años, en 1764, en la Parroquia de Los Remedios de La Laguna. Heredó dos mayorazgos de sus padres, un patronato del corsario, un mayorazgo fundado por Ana Mesa y del Hoyo en El Realejo, un mayorazgo del presbítero Gonzalo Machado Mollet, un mayorazgo de Gonzalo Machado y un patronato del canónigo Pedro Machado Mollet.
 Se entabló un pleito entre los descendientes (nietos) de Amaro José González de Mesa y de Ana Josefa Rodríguez-Felipe (que murió en 1803, 25 años después de su marido), pues en 1825 aún no se había realizado la partición de bienes de la herencia de este matrimonio. En el pleito se personaron Ana del Hoyo y González de Mesa (viuda ya de Domingo Chirino y Soler), José Antonio González de Mesa y Lercaro (hijo único de Bartolomé, el segundo hijo de Amaro G-M y R-F y de Ana Josefa R-F. Bartolomé había de suceder, en su condición de varón, a su padre en la Jefatura de su Casa y en los Mayorazgos, Vínculos y Patronatos de sus líneas paterna y materna, a excepción del que recayó en su hermana Beatriz, por incompatibilidad establecida por su fundador, pero veremos que José Antonio los perderá en el transcurso de este pleito. José Antonio falleció soltero en La Laguna en 1855), Amaro González de Mesa y de la Serrada, María Rafaela González de Mesa y de la Serrada (estos dos hermanos, hijos ambos del cuarto hijo Amaro Domingo), habían estado ausentes durante años en México y ello fue una de las causas por las que no se retrasó la partición porque no se pagaron los derechos para consolidar los mayorazgos), Alonso Chirino y del Hoyo (hijo de la citada Ana del Hoyo, que se personaba por una mejora que le había dejado su abuela, aunque tenía más hermanos y su madre vivía y también se personaba), el conde de Siete Fuentes Fernando del Hoyo y González de Mesa (hermano de Ana del Hoyo y ambos hijos de la hermana mayor Beatriz) y quedaron sin efectos los mayorazgos y vínculos del testamento, dividiéndose en 1833 (tras el largo pleito) en tres partes iguales los bienes entre los respectivos descendientes de los hermanos Beatriz, Bartolomé, Amaro Domingo (de él desciende Ramón González de Mesa y Machado) González de Mesa y Rodríguez Felipe. Hubo otro hermano, José Hipólito, el tercero, pero premurió a su madre y no tuvo descendencia (José fue Gobernador de Jicayán, en México, donde falleció soltero), con lo cual no aparece citado a efectos de partición de la herencia de sus padres. También tuvieron otra media hermana (de padre), Francisca de Santa Beatriz, nacida en Madrid, de un matrimonio anterior de Amaro José G-M y R-F en la Península con Manuela Gil de Palacios, y que ingresó (bueno, la ingresaron, pues así recaería en su padre la herencia de Sor ???, que había declarado heredera a Francisca salvo que abrazara el hábito) como monja de clausura en el Convento de Santa Catalina de La Laguna (desde los 2 años ya estaba ingresada en el convento, aunque comenzó a vestir los hábitos de novicia desde los 9 años e hizo los votos con 16).

    Amaro José González de Mesa (padre de la novicia, y de Beatriz, Bartolomé, José y Amaro Domingo) fue un personaje fascinante, digno heredero de su tío Amaro Pargo. Había nacido en el Realejo Alto en 1713 y murió en La Laguna en 1778. Fue rector de la Universidad de Salamanca (entre 1733 y 1734), en la que había estudiado graduándose en ambos derechos. Viera y Clavijo dijo de él que era persona de grandes talentos y recursos. Realizó actividades empresariales y tuvo intereses como hacendado, naviero y comerciante, ampliando el patrimonio que le había sido legado. En la ´época del contexto bélico con Gran Bretaña, la Guerra del Asiento o de la Oreja de Jenkins (1939-1748), nuestro personaje capitaneó a lo largo del Caribe el barco San Judas Tadeo, alias La Estrella de Vizcaya (1/4 parte del buque las había comprado Amaro Pargo en 1741 al capitán de caballos Francisco Montañés Machado). En 1743 Amaro J. González de Mesa ya estaba al mando del San Judas Tadeo y navegaba, como habían hecho sus tíos paternos, las tempestuosas aguas del Atlántico, traficando con Venezuela. Se sabe que la singladura atlántica y caribeña de Amaro J. G-M no fue cuestión de un simple y poco durarero viaje al Nuevo Mundo, más o menos casual. Su actuación como capitán del San Judas Tadeo pervivió durante algunos años, como mínimo entre 1743 y 1746, seguramente beneficiándose de la reputación que antaño había conquistado y seguía disfrutando su tío Amaro Pargo. Una vez perdido en un naufragio el San Judas de Tadeo, Amaro J. G-M se convirtió en 1750 en el principal propietario de otro buque, el navío Nuestra Señora de las Angustias y San Antonio de Padua, alias El Canario. Y en 1751 aparece como propietario de medio navío nombrado como La Santísima Trinidad, que estaba artillado, y como copropietario de otros. A partir de ese año es su hermano Antonio quien le sustituye en las operaciones marítimas entre las dos orillas del Océano, como avezado capitán de navío.

    Los hermanos González de Mesa y de la Serrada eran hijos del tercer hermano Amaro Domingo González de Mesa y de la mejicana María Rafaela Serrada y Toro (nacida en 1746), hermana menor de siete hermanos, cuyos padres fueron los mejicanos Tomás Serrada y María Francisca Toro Muñoz-Cano. Amaro y María Rafaela contrajeron matrimonio el 9 de diciembre de 1798. Amaro Domingo fue Capitán de la primera Compañía de Dragones del Regimiento Provincial de Jicayán, en Oaxaca, por Real Despacho de 31 de enero de 1785 y testó allí en Oajaca-Méjico en 1811.

    Por otro lado, Beatriz G-M y R-F se casó a la edad de 18 años, en 1764, en la Parroquia de Los Remedios de La Laguna. Como hemos dicho heredó un tercio de los bienes de sus padres, gracias a las circunstancias explicadas.

Los padres y abuelos de Isidro González de Mesa, cuñado de Amaro Pargo y padre de Amaro José González de Mesa, fueron:

- Padres: Lorenzo González Pablo y Lucía Ana de Mesa.
- Abuelo paterno: José González de Pablos
- Abuelos maternos: El alférez Bartolomé Hernández Nuño y Ventura Ana de Mesa y Hoyo.

Los padres y abuelos de Amaro Pargo (1678-1747) y sus hermanos (Francisca Texera Machado, casada con Isidro González de Mesa; José Rodríguez Felipe, casado con Ángela Squinart Machado; Ana Texera Machado, casada con Juan Yanes Felipe; Pedro, fallecido joven, y tres hermanas religiosas: María de Santa Beatriz, Clara de San Juan Bautista y Juana de San Vicente) fueron:

- Padres: Juan Rodríguez Felipe (1644-1715) y Beatriz Texera Machado (1654-1719). Los hermanos de Beatriz fueron Fray Juan, Juan González Pargo el menor, María Andrés y Manuel.

- Abuelos paternos:Cristóbal Rodríguez y Ana Lorenzo.

- Abuelos maternos: Juan González Pargo el mayor y María Teresa Machado. Los padres de Juan González Pargo fueron Bernabé González Pargo, un modesto agricultor natural de La Palma, y Beatriz de Castro (en el testamento de Bernabé indica que su mujer no aportó nada al patrimonio familiar). Los hermanos de Juan González Pargo se llamaron María, Mª Candelaria, Catalina, Francisca, Amaro y Cristóbal; así pues se ve de dónde provienen tanto el nombre Amaro como el mote de origen familiar Pargo.

Los padres y abuelos de Ángela Squinart Machado (mujer de José Rodríguez Felipe y madre de Ana Josefa) fueron:

- Padres: Juan Squinarte y Francisca Machado.

- Abuelos maternos: Matheo Hernández Crespo y Margarita Machado.

José Rodríguez Felipe, hermano de Amaro Pargo (y padre de la citada Ana Josefa R-F, fue también capitán de navío y corrió muchas aventuras junto con Amaro Pargo. Falleció en 1729 en el naufragio del navío llamado "Pintado" en aguas del Caribe.

SIGUIENTE GENERACIÓN: BISABUELOS DE MARTÍN RODRÍGUEZ (DE AZERO) Y DÍAZ LLANOS Y DE BLANCA SALAZAR Y ORÁA.

JUAN A. SALAZAR-DE-FRÍAS Y BENÍTEZ-DE-LUGO (1800-1890)


    Alcalde de La Laguna en los años 1840 y 1843-44, director de la R.S. Económica de Amigos del País de Tenerife en 1839-1841. VII Conde del Valle Salazar hasta que el título y mayorazgo (incluyendo el Palacio Salazar de La Laguna) pasaron en 1879 a su nieto tercero Esteban Salazar de Frías Ponte (rama Salazar de La Orotava). Éste ultimo vende al Obispado en 1891 el Palacio Salazar, como Sede Episcopal. 

Hacienda de la "Hoya de Castilla" en Tegueste, de la familia Salazar.


    Su padre fue Ventura Salazar-de-Frías y Porlier Franchi Castilla Valcárcel Sopranis Bucaille Van-Damme Abreu Du-Ruth Ponte Palenzuela Molina Dutari Manrique-de-Lara Alarcón Sotomayor Paris Béthencourt Van-Henden Franchi-Alfaro Fuentes Vin Maroto Rexe Guibillon del-Hoyo-Solórzano Contreras Alarcón Fiesco Prieto Machado (1766-1823), VI Conde del Valle Salazar, de la rama menor de Salazar, afincada en La Laguna desde su padre Martín Salazar de Frías y Franchi. La otra rama -de La Orotava- parte de Antonio, hermano mayor de Martín. Antonio cede el mayorazgo y título de Salazar a Martín, al optar por el mayorazgo Bucaille de sus tíos abuelos maternos, que era mayor. El primogénito de Antonio inicia un durísimo pleito familiar para recuperar el mayorazgo Salazar y el título nobiliario, que terminó en sentencia favorable tras tres generaciones.


Estado de fuerza de las Milicias Provinciales de La Laguna en junio de 1774, donde aparece Martín de Salazar de Frías y Franchi, el abuelo de Juan A. Salazar de Frías y B.L. Martín fue el que participó en el ataque de Nelson en Santa Cruz, parece ser que con una actuación desafortunada al no mostrar el suficiente valor que correspondía a su posición en la Plana Mayor.



Su madre fue Mª Concepción Benítez-de-Lugo y Porlier del Hoyo-Solórzano Castilla Porlier Sopranis del Hoyo-Solórzano Van-Damme (1780-1840).


JUAN A. CÓLOGAN-FRANCHI Y PONTE (1793-1854)

Juan A. Cólogan-Franchi y Ponte (1793-1854), Hijo único y VIII marqués de El Sauzal. Nació en el entonces denominado Puerto de La Orotava. Alcalde Real del Puerto de la Cruz en 1827 y 1831, y Alcalde Constitucional en 1838. Procurador de Cortes en Canarias en 1834 y diputado por La Orotava en 1853. En 1834 tuvo que trasladarse a la Corte a desempeñar sus funciones como Procurador de esta Provincia. Para ello tuvo que dimitir como corresponsable de la comisión de la Económica RSEAPT para el cuidado del Jardín Botánico del Puerto de la Cruz (que compartía con Vicente Fernández). 
Uno de los caballeros de más autoridad de su época. Residió en la Casa de Franchy de La Orotava. Murió en Madrid el 5 de enero de 1854 de una pulmonía.


Casa de Franchy en La Orotava (estado actual al ser reconstruida tras un incendio en 1905), hoy en día es el centro de celebraciones "Jardines de Franchy",



Su padre fue Bernardo Cólogan y Walsh (Valois) (1745-1798). Natural del Puerto de La Orotava. Su hermano Tomás y el hijo de éste -Bernardo- ejercieron de anfitriones en las visitas a Tenerife de varios viajeros y científicos europeos, por ejemplo en 1799 a Alexander Von Humboldt.




Su madre fue Laura de Franchi y Mesa (1752-1843), VII marquesa de El Sauzal. Su hermano (Pedro?, dado que Gaspar estaba ausente de España y no retornó a Tenerife hasta 1807) invitó a Humboldt en 1799 a contemplar el célebre drago de Franchi. Laura heredó en 1836 los mayorazgos tras un largo litigio familiar. Así, heredó la casa y mayorazgo fundado por Antonio de Franchi Luzardo, el primero que llegó a la isla en 1557, con todos sus sucesivos vínculos y agregaciones, el patronato de la capilla de los Santos Reyes y de la ermita de su apellido en el valle de La Orotava. También el heredamiento de Daute, con el patronato de las capillas del Espíritu Santo en la catedral de Cádiz y en el convento de San Francisco de La Laguna, y el mayorazgo de María de las Cuevas, viuda de Bartolomé de Ponte, y en el de Martín de Vargas, ambos sus octavos abuelos (Marina Fonte Franchi del Castillo, hija de Juan Antonio de Franchi Luzardo, había casado en 1590 con el capitán Agustín de Vargas). Por sentencia del pretor urbano de Génova su hermano Gaspar (III marqués del Sauzal, por traspaso que le hizo su primo segundo Segundo Joaquín de Franchi y Llarena por Real Licencia de 1775) había sido proclamado el 16 de febrero de 1788 noble patricio de la República de Génova.

A continuación extraigo algunos datos interesantes del libro "Buscadores de Sueños del Océano Atlántico y la España de Ultramar" de José Luis Machado: Su hermano Gaspar (1740- 1813) marchó a Francia en 1791, realizando esporádicos viajes por el continente y también residiendo en Inglaterra. Se hallaba con real licencia en Francia cuando sucedió la Revolución Francesa y no pudo escapar de la misma por falta de dinero. Acabó preso en Burdeos cuando pretendió pasar a España. Su hermano Pedro, que conocía su lastimoso estado, lo sitió por hambre, no enviándole renta alguna, y le obliga a renunciar a su primer plan de matrimonio en España (con la hija y heredera de un marqués) y a efectuar un casamiento por no perecer. Hombre astuto, contrajo matrimonio en 25 de junio de 1793 con la hija del director de la cárcel de Burdeos. Ella era Francisca Teodora de Bondy, de casa distinguida, hija del caballero de San Luis Antonio de Bondy, coronel del ejército francés. Se casaron según las leyes francesas de la Convención, pero fueron también confirmados y bendecidos por un sacerdote católico refractario, motivo suficiente en aquel tiempo para ser guillotinado, tanto la pareja de contrayentes como el sacerdote, de ser sorprendidos por el Gobierno revolucionario. Dicho matrimonio fue ratificado e inscrito en el Consulado general de España en París y de dicho enlace nació su legítima hija Narcisa Magdalena Franchi y Bondy. Su hermano Pedro no sólo le dejó de enviar las cantidades que le había ordenado, sino que además le mandaba cartas exculpándose dirigidas al excelentísimo marqués del Sauzal, lo que originó que las autoridades revolucionarias lo encarcelaran, como habían con todo noble que encontraban. Fue entonces cuando Pedro lo denunció a la corte del pusilánime Carlos IV acusándole de contraer matrimonio sin el preceptivo permiso real al que estaban obligados los títulos de Castilla. Ello originó una polémica, agravada porque el hermano quería que se anulara el matrimonio y con él la legitimidad de su única hija, ya que su esposa murió pronto. De esta forma, los hermanos de Gaspar, puesto de acuerdo, heredarían el mayorazgo a la muerte de Gaspar sin descendencia legítima. 

Narcisa María Magdalena Jacoba de Franchi y Bondy, nacida en Burdeos a 26 de marzo de 1794, cuarta Marquesa del Sauzal, a cuyo favor se declaró la tenuta de la Casa y Mayorazgos de su padre en pleito contra su tío Don Pedro de Franchi (1818). Casó en La Orotava a 15 de junio de 1817 con su tío, primo hermano de su padre, Don Eugenio Antíoco María de Franchi Crimaldi, bautizado en la Concepción de dicha Villa a 16 de diciembre de 1774, y murió sin sucesión en 22 de enero de 1827, habiendo hecho testamento cerrado en 19 de febrero de 1819. El Marqués viudo Don Eugenio de Franchi bajó al sepulcro en junio de 1844.


Estos hechos narran el inicio de la decadencia de la familia Franchi, justo tras la cúspide, pasando todas sus propiedades y vinculaciones a la familia Cólogan. Gaspar tuvo una forma de vida derrochadora y un carácter hiperactivo, que ni su hermano ni hermanas comprendían y que pensaban que a la larga les arruinaría a todos, porque sus negocios e inversiones cada vez lo situaban en mayor dependencia de la casa Cólogan, a la cual recurría continuamente pidiendo anticipos sobre cosechas futuras. Lo cual sucedió cuando su hermana Laura, la más pequeña y la única con descendencia de los otros seis hermanos vivos, contrajo matrimonio con Bernardo Cólogan.



Su abuelo paterno fue John Colgan White (Juan Cólogan Blanco) (1710-1771), natural de Dublín, cuyo retrato, resumen biográfico y antepasados veremos más abajo.

Su abuela paterna fue Margarita Walsh (Valois) y Fitz-Gerald (Geraldín) (1720-1749), cuyo retrato, resumen biográfico y antepasados veremos más abajo.

Su abuelo materno fue Juan de Franchi y Ponte Benítez-de-Lugo Llarena Benítez-de-Lugo Fonte-de-las-Cuevas Ximénez-del-Castillo Viña-de-Vergara(1721-1766). Hijo de Juan de Franchi Benítez-de-Lugo, gran fortuna de la época, que reconstruyó la casa de los Jardines de Franchy en La Orotava, que albergó hasta 1867 un drago de antigüedad anterior a la conquista. Descendiente de Antonio de Franchi Luzardo, gaditano de ascendencia genovesa, uno de los primeros fundadores y pobladores de La Orotava.

Su abuela materna fue Beatriz de Mesa y del Hoyo-Solórzano Manso Alzola Llarena Alzola González-de-Orbea Angulo (XXXX-1786).Su bisabuelo Lope de Mesa Cabrera levantó en 1668 a su coste un ejército para Carlos II de 500 hombres y pagó el flete a otros 100 soldados. El hijo mayor de Lope, José de Mesa Llarena, hermano del abuelo de Beatriz (Juan) partió a la Corte para recibir el título de Marqués de Torre Hermosa (como pago por los servicios prestados por su padre a la Corona), pero fue capturado en la travesía por moros argelinos, siendo liberado tras dos años y el pago de un sustancioso rescate. 


JUAN A. CÓLOGAN-FRANCHI Y PONTE

MARÍA EUSTAQUIA DE HEREDIA Y ASPIROZ (1802-1864)
María Eustaquia de Heredia y Aspiroz.Natural de Pamplona (1802-1864).Casaron en Madrid en la Corte (parroquia deSan Luis) en 1821. 


Su padre fue Vicente de Heredia y Viguera (1749-1804), brigadier del Real Cuerpo de Ingenieros. Nacido en Jubera-La Rioja.


Su madre fue Ángela de Aspiroz y Garroverea (1769-1834). Nacida en Pamplona.


Sus abuelos paternos fueron:

- Juan de Heredia y Viguera, alcalde de Valdesera - La Rioja.

- Mª Francisca de Viguera y Axamil Sáenz Oribe, hija del que fue alcalde ordinario de Valdosera.


Sus abuelos maternos fueron:

- Juan de Aspiroz de Echarri Errazquin Martirena, oídor de la Cámara de los Comptos en Navarra.

- Bernarda de Garroverea y Mesquiriz Baiones Burgui.


SIGUIENTE GENERACIÓN: TATARAABUELOS DE MARTÍN RODRÍGUEZ (DE AZERO) Y DÍAZ LLANOS Y DE BLANCA SALAZAR Y ORÁA.

SIXTO ROMÁN MACHADO-FIESCO (1766-1826)

Sixto Román Machado-Fiesco Manrique-de-Lara Yáñez Requilón Alpizar Jovel-de-Carmenatis (1766-1826), miembro de la Real Hacienda en Canarias. 

Su hermano mayor Luis (que no tuvo descendencia) fue el artífice de enviar a la Corte la famosa momia guanche de la cueva del barranco de Herques (que divide los municipios de Fasnia y Güímar), conservada en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid. Su tío Francisco Javier Machado-Fiesco, hermano de su madre, fue Ministro del Supremo Consejo y Cámara de Indias, asi como Diputado y Mensajero de las Islas en la Corte de su Majestad. Quizás fuera el canal para hacer llegar al Rey la momia guanche. Luis también tuvo una actuación heroica en la Gesta del 25 de julio de 1797 frente al ataque del Comandante inglés Horacio Nelson.

Hijo de Gabriel Román Manrique-de-Lara Requilón y Jovel-de-Carmenatis, Regidor decano de Tenerife, y de Anastasia Machado-Fiesco Yañez Alpizar Tejera, de la rama quinta de Machado (Machado-Fiesco). Los cuadros de ambos padres se verán en la siguiente generación. Anastasia fue séptima nieta del conquistador Sebastián Machado, y séptima nieta del conquistador genovés Cristóbal de Ponte,... La Casa de Fiesco fue una de las grandes familias de la República de Génova. Anastasia fue además nieta de Ana Texera Machado (madre de su madre María Eufemia Yanes Tejera), hermana del famoso corsario Amaro Pargo (Amaro Rodríguez Felipe), y que casó con Juan Yanes Felipe. 



SIGUIENTES GENERACIÓNES: DE TERCEROS ABUELOS EN ADELANTE DE MARTÍN RODRÍGUEZ (DE AZERO) Y DÍAZ LLANOS Y DE BLANCA SALAZAR Y ORÁA.




ALONSO CHIRINO Y ASCANIO (1727-1795), V MARQUÉS DE LA FUENTE DE LAS PALMAS, abuelo de Dominga Chirino y del Hoyo (1805-1900) citada anteriormente. Retrato del pintor Luis de Miranda.


Alonso Chirino y Ascanio fue teniente coronel del Regimiento de Milicias Provinciales de Abona, Priostre de la Vera Cruz de Garachico y alcaide del castillo principal de Santa Cruz de Tenerife.
Contrajo matrimonio en Granadilla en 1765 con Josefa Soler de Padilla y Castilla, que ostentaba el mayorazgo de Soler


Estado de fuerza de las Milicias Provinciales de Abona en julio de 1780.


Su padre fue Juan Chirino Palacián Van de Walle Gática, nacido en La Habana - Cuba (la familia Chirino había vivido allí 3 generaciones, aunque es originaria de Cádiz), que se estableció en Tenerife al recibir de su tía segunda Magdalena Franiel (cuyo hijo fue el primer marqués) el mayorazgo y el marquesado de la Fuente de Las Palmas (Hacienda de la Fuente - Buenavista), contrayendo matrimonio con Isabel de Ascanio y Pacheco-Solís.

JOHN COLGAN WHITE (O JUAN CÓLOGAN BLANCO) (1710-1771)

John Colgan White (Juan Cólogan Blanco) (1710-1771), natural de Dublín, hijo de Thomas MacColgan y Low de Kilbergan y de Margaret White, se asentó definitivamente en Tenerife en 1742, con 32 años de edad, casándose ese año con Margarita.


MARGARET WALSH FITZ-GERALD (O MARGARITA VALOIS Y GERALDÍN) (1720-1749)

Margarita Walsh (Valois) y Fitz-Gerald (Geraldín) (1720-1749), hija de Bernardo Walsh Carew (que vivió en actual Hotel Marquesa del P. de la Cruz) y de Francisca X. Fitz-Gerald Browne. Bernardo Walsh (originario de Waterford-Irlanda) llegó en 1684 al P. de la Cruz, españolizando su apellido. Los Walsh tuvieron que huir de su país por su apoyo al rey católico Jacobo II, derrotado por el protestante Guillermo III, príncipe de Orange.



FERNANDO DEL HOYO-SOLÓRZANO (Y ABARCA) MACHADO (1747-1812).
Retrato del pintor Luis de la Cruz.

Fernando del Hoyo-Solórzano (y Abarca) Machado Sotelo y Calderón (1747-1812), III conde de Siete Fuentes, natural de Los Realejos, brigadier de los Reales Ejércitos, castellano del castillo principal de S/C de Tenerife, director de la R. S. de A. del País de Tenerife tras Tomás de Nava-Grimón,..siendo una de las personas de más distinción y prestigio de La Laguna. Su sexto abuelo fue el conquistador Hernando del Hoyo, criado de espuelas de Fernando El Católico (al cual salvó la vida en una ocasión), conquistador de Granada, La Palma y Tenerife, donde se distinguió en la Batalla de Acentejo (1494) y recibió extensos repartimientos de tierras. Había casado en Sevilla con María de Abarca, dama de la Reina Isabel La Católica.





Estado de fuerza de las Milicias Provinciales de La Laguna en junio de 1774, donde aparece el Conde de Sietefuentes como teniente coronel, 







GABRIEL DOMINGO ROMÁN-MANRIQUE DE LARA (realmente REQUILÓN de segundo apellido) (1720-1783), CON SU HIJO SIXTO ROMÁN Y MACHADO-FIESCO



Su padre fue Gabriel José Román y Manrique de Lara (1684-1749), Teniente Capitán de Milicias provinciales, Regidor Perpetuo de Tenerife, Caballero de la Noble Cofradía de San Juan Evangelista, que sucedió al Teniente Coronel José Román, su hermano primogénito, en la posesión de los Mayorazgos de Román y Jovel y en el patronato del Colegio de la Compañía de Jesús de La Orotava; y contrajo matrimonio en la ciudad de La Laguna en 1711, con Doña Angela María de Reguilón Álvarez Villarroel.




Casa Román, en la c/San Agustín de La Laguna, con su aspecto actual (hoy en día es sede de la UNED). Fue construida por Gabriel  José Román y Manrique de Lara (1684-1749en la primera mitad del siglo XVIII, que si bien nació en La Orotava en 1684 se trasladó a La Laguna al contraer matrimonio en 1711.

Su abuelo fue Luis Román Jovel de Carmenatis (1666-1709?),, Capitán de Infantería española, Regidor Perpetuo de Tenerife, Decano de su ilustre Cabildo y Alcaide del castillo principal de Santa Cruz. En al año 1666 casó en la ciudad del Real de las Palmas (Gran Canaria) con Blanca María Manrique de Lara Truxillo Ossorio de Vergara, hija del Capitán Francisco Manrique de Lara Gesquier y Amoreto, Regidor Perpetuo de esta isla, Veedor General Perpetuo, Contador y Pagador general de la Gente de Guerra, etc., y de María de Santa Cecilia Truxillo Ossorio de Vergara, su mujer.

Su bisabuelo fue Luis González Román (1617-1680), Abogado de los Reales Consejos y de la Real Audiencia de Canarias, Regidor Perpetuo Decano de Tenerife en 1659, primer Alcalde Mayor de La Orotava por Su Majestad, gran promotor y defensor de su privilegio de Villa, Teniente general de Corregidor de la Isla, llamado por nuestro ilustre historiador Viera "Jurisconsulto célebre, distinguido con varios actos positivos de calidad". Contrajo matrimonio en La Laguna en 1643 con Juana Jovel de Carmenatis y Osorio de Moya, Señora del Mayorazgo de esta Casa, como hija primogénita de Juan Jácome Jovel de Carmenatis, Maestre de Campo de la Infantería española de Tenerife, y de María Ana Osorio de Moya y Espinal.

Su tatarabuelo fue Juan González de Franquis, Capitán de Infantería española, contrajo en la villa de La Orotava matrimonio el 17 de octubre de 1612 con María Ana Román y Lázaro, hija de Francisco Román y de Francisca González. Francisco Román fue nieto de Miguel Román y de Inés de Morales, naturales de Almonacid-Toledo, que se establecieron en Garachico.



ANASTASIA MACHADO-FIESCO YÁÑEZ (XXXX-1786), CON SU HIJA ANA ROMÁN Y MACHADO-FIESCO.



Perteneciente a la quinta rama de Machado en Tenerife, fue séptima nieta del conquistador Sebastián Machado, séptima nieta del conquistador genovés Cristóbal de Ponte,...



Anastasia fue además nieta de Ana Texera Machado (madre de su madre María Eufemia Yanes Tejera), hermana del famoso corsario Amaro Pargo (Amaro Rodríguez Felipe), y que casó con Juan Yanes Felipe. 

La Casa de Fiesco fue una de las grandes familias de la República de Génova.



BERNARDO WALSH CAREW, PADRE DE MARGARET WALSH Y FITZ-GERALD (1720-1749), españolizado su nombre a Margarita Valois y Geraldín.




GEORGE FITZ-GERALD WHITE, abuelo Materno de Margarita Walsh Fitz-Gerald, que casó con Jean Browne.

CRISTÓBAL SALAZAR DE FRÍAS Y ABREU (1682-1749)
 II CONDE DEL VALLE DE SALAZAR, TENERIFE



PEDRO SALAZAR DE FRÍAS Y SOTOMAYOR (1634-1695),
PADRE DE CRISTÓBAL EL II CONDE DEL VALLE DE SALAZAR.



LOPE GARCÍA DE SALAZAR "EL DE LAS ESTRELLAS"
(EL CUADRO, QUE NO ES DE ESA ÉPOCA, RECREA
AL PERSONAJE ENTRE 1241-1260)
.
EN PRESENCIA DE ALFONSO X EL SABIO, EN TOLEDO, VENCIÓ EN SINGULAR
 COMBATE A UN MORO GIGANTE, EN CUYO ESCUDO LLEVABA TRECE ESTRELLAS
DORADAS. A PARTIR DE ENTONCES TOMÓ LAS TRECE ESTRELLAS
DORADAS COMO ESCUDO DE ARMAS.  DEBIÓ DE MORIR EN LA CAMPAÑA 

DE LA RECONQUISTA DE SEVILLA.



ESCUDO DE SALAZAR 
CON LAS TRECE ESTRELLAS

ESCUDO EN LA FACHADA DEL PALACIO 
EPISCOPAL (OBISPADO) EN LA LAGUNA, QUE ES EL ESCUDO 
DE ARMAS DE LA FAMILIA SALAZAR POR HABER MATADO LOPE DE SALAZAR 
EN EL SIGLO XIII AL MORO GIGANTE Y COGIDO SU ESCUDO 
DE ARMAS A PARTIR DE ENTONCES.






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